En su último mensaje al país, el presidente Carlos Alvarado aseguró que durante su gobierno “Nuestra Costa Rica tuvo avances sorprendentes”, que se respaldan con obras, acciones y resultados.
“Ordenamos las finanzas de la casa para evitar la crisis, protegimos al país de la pandemia, construimos obra pública, combatimos el populismo, promovimos los derechos humanos y nos posicionamos como líderes mundiales en la lucha contra el cambio climático”, enumeró.
Pese a que su gobierno afrontó una de las épocas más duras de la historia, aseguró que se hicieron reformas de fondo, sin privatizar o debilitar el Estado Social de Derecho, y se concretaron numerosas obras públicas, muchas postergadas por décadas.
“Ruego que no nos echemos para atrás”, exclamó ante el plenario legislativo, al tiempo que pidió al nuevo Congreso avanzar en proyectos que buscan consolidar a una Costa Rica más segura, próspera, inclusiva, sostenible e igualitaria.
Partiendo de que Costa Rica es nuestra casa común, la casa que uno ama y cuida, el presidente Carlos Alvarado Quesada rindió cuentas a la nación de cómo su administración ordenó, protegió y trabajó por el país durante los últimos cuatro años.
“Si debiese sintetizar lo hecho en 4 años, afirmo que ordenamos las finanzas de la casa para evitar la crisis, protegimos al país de la pandemia, construimos obra pública, combatimos el populismo, promovimos los derechos humanos y posicionamos a Costa Rica como líder mundial en la lucha contra el cambio climático”, comentó.
Tras asegurar que “nuestra Costa Rica tuvo avances sorprendentes”, destacó la aprobación de importantes reformas estructurales, sin necesidad de privatizar ni de debilitar el Estado Social de Derecho, y la ejecución de numerosas obras públicas necesarias, muchas de las cuales fueron postergadas por décadas.
Al inicio de su alocución, que se extendió por más de una hora, el mandatario aseguró que la brújula que marcó su gestión fue delineada por su padre, Alejandro Alvarado Induni, quien le aconsejó cuando asumió la Presidencia de la República: nunca esperar el agradecimiento; nunca actuar para el aplauso y más bien seguir a la conciencia, al sentido de lo correcto y del bien común.
Con datos concretos, aseguró que el país puso orden en ingresos y gastos, estabilizando las sendas de las finanzas. “Decidí resolver este problema fiscal y económico convencido de que es la principal traba para nuestro desarrollo y el principal riesgo para nuestra gente”, expresó.
En infraestructura pública afirmó que en estos cuatro años, las obras mismas son prueba irrefutable de que el país avanzó en esta materia, detallando obras viales, educativas, hospitalarias, de agua y saneamiento.
En derechos humanos, resaltó la aprobación de amplia normativa, políticas y acciones que fueron construidas con mujeres, pueblos indígenas, población afrocostarricense, LGTBI, y personas con discapacidad.
En la atención de la pandemia por el COVID-19, expresó que “con orgullo podemos decir que Costa Rica pertenece a un pequeño grupo de países del mundo que se distinguieron durante la pandemia por tener los menores índices de muerte por millón de habitantes y que nuestro desempeño a la pandemia tiene resultados similares a los de Alemania, Suiza y Luxemburgo”.
En materia ambiental mencionó la reafirmación del liderazgo del país, con la implementación de acciones como el lanzamiento Plan Nacional de Descarbonización, uno de los primeros en el mundo, el liderazgo internacional para la protección del 30% de los sistemas marinos y terrestres y el impulso de la industria del hidrógeno verde.
Recordó que durante su gobierno afrontó una de las épocas más duras de las que hay memoria en mucho tiempo, en referencia a la pandemia del COVID-19 que golpeó a Costa Rica y al mundo por más de dos años y a diferentes episodios de protesta social, que fueron resueltos en paz y apelando al diálogo y a los valores democráticos.
Mencionó en este sentido el caso Japdeva, cuya transición al funcionamiento de la terminal de contenedores se logró en paz y sin detener la actividad portuaria y hoy la institución avanza en un proceso de transformación profunda.
Este es un ejemplo de que las empresas del Estado, “tomando decisiones y acciones, pueden ser reencauzadas y bien administradas para el bienestar del país. Hemos logrado cambios sustantivos en las finanzas y la eficiencia pública sin necesidad de echar mano de privatizaciones”, enfatizó.
No nos echemos para atrás. El presidente saliente pidió al nuevo Congreso que “no nos echemos para atrás” en las grandes transformaciones estructurales que ha tenido el país, consciente de que “si bien el país alcanzó logros esperados por años, la tarea no debe quedar aquí”.
“Hoy nuestra casa es más inclusiva, aunque falta mucho camino por andar. Hoy nuestra casa está más ordenada pero la tarea no acaba aquí”, afirmó, pidiendo al nuevo Congreso avanzar en proyectos de ley para consolidar a Costa Rica como una sociedad más segura, inclusiva, más próspera, más justa e igualitaria.
Especificó en particular el proyecto de alfabetización digital, o cualquiera que dote de equipo y conexión a cada estudiante de la educación pública, la Alianza por el Bilingüismo, la cual tuvo importantes avances en estos cuatro años.
En ese contexto comentó el imperativo de reducir las fuertes desigualdades territoriales, propiciando oportunidades educativas, entre hombres y mujeres, y de ingreso entre sectores. “Una sociedad desigual tiene el riesgo de perder su cohesión y puede incubar violencia. La ruta costarricense es la de la solidaridad y la del Estado Social de Derecho”, reafirmó.
“Una de las tareas necesarias se relaciona con la educación, con recuperar los rezagos generados por la pandemia y elevar la calidad de la educación pública. Debemos aspirar a que sea tan buena como la privada o mejor. Una educación de oportunidades para todas y todos en todo el país”, expresó.
También abordó el fenómeno del narcotráfico y el lavado de dinero, indicando que por esfuerzo conjunto de todos los Supremos Poderes, en este Congreso están convocados varios proyectos contra el crimen organizado.
“Mi ruego es que sigamos luchando de manera implacable contra el crimen organizado, porque este flagelo es una amenaza para la cohesión social de este país que amamos. Además de la firmeza, el mejor blindaje que podemos establecer para Costa Rica es una sociedad más inclusiva, igualitaria y de oportunidades y las reformas para combatir el narcotráfico y el lavado de dinero impulsadas por los supremos poderes”, puntualizó.
Costa Rica capaz. Al hacer una referencia a los logros alcanzados durante la presente administración los vinculó con la capacidad que tiene Costa Rica de hacer grandes transformaciones.
Mencionó reformas claves aprobadas durante la presente administración como la ley de Educación Dual, la modernización del Instituto Nacional de Aprendizaje, la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas y la Ley de Empleo Público. Sobre esta última aseguró que su aprobación, “traerá orden y mayor equidad entre trabajadores públicos y entre trabajadores privados y públicos. Sin despedir personas y sin bajar salarios, logrando ahorros considerables en las finanzas públicas, las finanzas de todas las personas contribuyentes en el país”, ejemplificó.
Además, hizo referencia a la sectorización del transporte urbano modalidad buses diseñada en esta administración, después de 20 años de retraso. “El país sigue dando pasos hacia un transporte público moderno y eficiente. Además de invertir en trenes nuevos, lanzamos el pago electrónico en buses, como ya habíamos hecho en el tren”, recordó.
También a las decisiones adoptadas por la CCSS en este cuatrienio, para ampliar la sostenibilidad de su IVM al menos hasta el 2050, así como a la Estrategia Nacional de Reducción de la Pobreza Puente al Desarrollo que ha brindado atención integral a 113 mil hogares y al programa NiDO que brinda atención integral e interinstitucional a hogares en situación de pobreza extrema con mujeres en estado de gestación o lactancia.
Informe de la Administración del Presidente Carlos Alvarado Quesada ante la Asamblea Legislativa. (Foto: Roberto Carlos Sánchez)
Desafíos. En su intervención, el presidente de la República delineó desafíos y temas pendientes a partir de su experiencia de cuatro años como gobernante de Costa Rica haciendo un llamado a que “los guardianes de la democracia, sus instituciones y personas responsables, la prensa libre, la ciudadanía y los partidos políticos, que son instituciones indispensables. Todos deben cuidar nuestra forma de vida ante los embates de un contexto global convulso, y uno local que no debemos dejar se salga de las manos”.
Agregó que un desafío particular que tendrán esta Asamblea y el Ejecutivo entrante será resolver faltantes que tienen varios ministerios para su operación este año. Como señalamos desde octubre, cambios de partidas que hizo el Congreso anterior provocan que varios ministerios no tengan en algunos rubros lo suficiente para cubrir parte del año.
“Mediante presupuestos extraordinarios esto puede solventarse, como tuvimos que hacer nosotros durante este período. La ventaja es que hay recursos suficientes, dada la actual situación fiscal y los financiamientos que se dejan aprobados, listos para presupuestar. Los casos de limitaciones derivadas de la regla fiscal, pueden solucionarse vía reforma puntual”, dijo.
Finalmente, abordó el caso de los ciberataques como un reto para el país, porque son ataques a todo Costa Rica. “Se está dejando un informe detallado de todo lo que se ha hecho para las próximas autoridades para defender a este país”, acotó.
Su discurso concluyó con un mensaje de agradecimiento y un efusivo: “Me confieso amante de este país. El más bello y maravilloso del mundo. El que no tiene ejército, el que recibe mandatarios con niños y niñas con banderas, el defensor por excelencia de los Derechos Humanos, la paz y la democracia. El que lidera al mundo en la lucha contra el cambio climático y da esperanza a la humanidad.
Por eso, y de todo corazón, en mis últimas palabras como presidente les digo: ¡Qué viva Costa Rica! ¡Qué viva Costa Rica. ¡Qué viva mil veces Costa Rica!”