- Inaugurado en noviembre, nuevo centro penal ha permitido el reacomodo de la población penitenciaria y fuertes reducciones en aglomeraciones en centros regionales.
- CAI Nelson Mandela, de San Carlos, tenía en octubre el hacinamiento más alto del país con 66,1%; ahora es de un 30,6%.
- Centros penales de Puntarenas, Pérez Zeledón, Liberia y Pococí también reportan reducción del porcentaje.
- En enero de 2022, el país alcanzó la sobrepoblación más baja de los últimos 20 años: 7,1%.
9 de febrero de 2022. La apertura del CAI Terrazas, en noviembre pasado, no solo tuvo un impacto directo en la reducción de la sobrepoblación penitenciaria -que para enero llegó a un 7,1%, el nivel más bajo de las últimas dos décadas- sino en la disminución del hacinamiento en otros centros penitenciarios del país.
El caso más representativo es el del CAI Nelson Mandela, de San Carlos, que en octubre anterior tenía el porcentaje más alto de hacinamiento del país: 66.1%. Para enero del presente año, la cifra disminuyó a 30,6%.
Algo similar ocurrió con el CAI Gerardo Rodríguez Echeverría, en el Complejo Occidente. En octubre el hacinamiento era de un 65,4%; para el primer mes del año se redujo a 50,7%. Este centro fue el último en recibir una orden judicial de cierre, en setiembre pasado, con lo cual todos los centros con posibilidades para recibir población masculina indiciada quedaron, en ese momento, sin acceso a nuevos ingresos.
Otros centros que reportaron disminuciones importantes a partir de la apertura del CAI Terrazas fueron:
- CAI Liberia (de 34,3% a 29%),
- CAI 26 de julio (Puntarenas, de 53,2% a 31,3%),
- CAI Carlos Luis Fallas (Pococí, de 30,4% a 23,6%)
- CAI Antonio Bastida de Paz (Pérez Zeledón, de 41,1% a 33,1%).
- CAI Jorge Arturo Montero, el más grande del país, también experimentó una disminución al pasar de 31,9% a 27,9% de sobrepoblación.
Hito en la historia penitenciaria. En mayo de 2018, el hacinamiento a nivel nacional era de 43%. Para enero de 2020 era de 30,8% y bajó a 21% en octubre de ese año. El CAI Terrazas abrió sus puertas la tercera semana de noviembre, adicionando 1248 nuevos espacios al sistema penal que se están ocupando en proceso paulatino. En estos momentos ya supera el 50% de su ocupación.
Su apertura provocó que el porcentaje nacional bajara a 8,9% y, por primera vez en casi 20 años, el país saliera del hacinamiento penitenciario para quedar con sobrepoblación que, actualmente, se ubica en un 7.1%.
“El CAI Terrazas es un hito en la historia penitenciaria costarricense no solo por ser el más grande construido, sino también por sus estándares de diseño, que a partir de ahora marcan el mínimo para toda obra de infraestructura penitenciaria que se construya en el país. Su aporte al desahogo de la sobrepoblación en otros centros penales ha permitido a la institución balancear cargas entre centros y mejorar el perfilamiento de la población penal de manera integral”, señaló la ministra de Justicia y Paz, Fiorella Salazar Rojas.
“El CAI Terrazas es un ejemplo concreto de dignificación del espacio carcelario como uno de los objetivos primordiales del sistema penitenciario para saldar deudas históricas, tanto para el bienestar de la población penal como para el desarrollo del trabajo de las personas funcionarias”, puntualizó la jerarca.
600 nuevos espacios. “Seguimos trabajando en proyectos de este tipo, el próximo de unos 600 nuevos espacios para este 2022”, anunció la ministra de Justicia y Paz.
Los 600 nuevos espacios están contemplados como parte de una nueva infraestructura que se edificará en el Complejo Occidente, en San Rafael de Alajuela. Se levantará con fondos provenientes de un superávit del Registro Nacional que, vía ley de la República, se destinó para invertir en construcción penitenciaria.
La ministra Salazar reflexionó que “la creación de estos espacios y el dotarlos del personal para que opere es un objetivo complejo en tiempos de estrechez fiscal. El país debe ser coherente entre las decisiones de crear penas privativas de libertad o ampliar las existentes y las decisiones de asignar los recursos presupuestarios para recibir esos nuevos ingresos en condiciones dignas. El sistema penitenciario no es una bodega de seres humanos”, expresó.
El porcentaje de hacinamiento es la razón matemática que existe entre la cantidad real de personas privadas de libertad y la capacidad oficial con que cuenta cada centro. Este último dato lo establece la Unidad de Arquitectura del Ministerio de Justicia y Paz con base en normativa internacional.