- Proyecto incluye 69 casas, de las cuales 26 fueron entregadas a familias de La Lucha y San Francisco, 3 ya finalizaron y 40 se encuentran en la fase constructiva.
- Son viviendas sobre pilotes y construidas con maderas tratadas, adaptadas a las condiciones de los bancos de tierra que rodean los canales de Parismina, Matina y Tortuguero.
- El BANHVI ha destinado ¢1.049 millones para construir estas obras en terrenos cuyos permisos de uso de suelo fueron otorgados por Japdeva.
- En un acto simbólico en La Lucha de Siquirres, seis familias recibieron las llaves de sus casas como parte de la gira del presidente de la República a Limón.
En sus 18 años de vivir en las Barras del Caribe, doña Celenia Espinoza ha sufrido los embates de muchas “llenas” o inundaciones pasivas, características de la zona. Pero su situación fue muy distinta durante el temporal de julio anterior, ya que ella es parte de las 26 familias que ya habitan una nueva casa sobre pilotes en esta zona del país.
Se trata del proyecto de Las Barras del Caribe –financiado con recursos del bono familiar de vivienda- que contempla la construcción de 69 casas, para las cuales el Banco Hipotecario de la Vivienda (BANHVI) aprobó un presupuesto de ¢1.049 millones.
En la actualidad, 26 casas están habitadas por las familias, tres más están terminadas y por finiquitarse su entrega, y 40 están en proceso constructivo, con diferentes grados de avance.
La iniciativa es producto del trabajo coordinado entre el MIVAH, BANHVI, JAPDEVA y SINAC. Busca dotar a unas 200 familias residentes en diversas localidades del Caribe Norte de la provincia de Limón de una casa adecuada a las características de la zona.
En gira este lunes por la provincia de Limón, el presidente Carlos Alvarado, hizo entrega simbólica en la localidad de La Lucha de Siquirres, de seis llaves a familias beneficiadas con el proyecto, junto al vicepresidente de la República y coordinador político de la Mesa Caribe, Marvin Rodríguez; la ministra de Vivienda y Asentamientos Humanos (MIVAH), Irene Campos; la presidenta ejecutiva de JAPDEVA, Andrea Centeno y el gerente general del BANHVI, Dagoberto Hidalgo.
«Nos llena de gran ilusión que estas familias cuenten con viviendas completamente adaptadas a sus necesidades y a las condiciones climáticas de esta zona del país. La construcción sobre pilotes (una característica sobresaliente de la arquitectura autóctona del lugar), garantiza su durabilidad y afianza la tranquilidad de las familias ante las condiciones propias del ambiente agresivo de la costa. Les permitirá atravesar la época lluviosa sin la preocupación y angustia de una inundación. Sin duda celebramos el resultado de este gran trabajo interinstitucional», afirmó la Primera Dama, Claudia Dobles.
La ministra Campos indicó que todo el proyecto fue gestado en esta administración. “Ahora estamos viendo los frutos de un trabajo interinstitucional para dotar de vivienda a familias en las comunidades de las Barras del Caribe. Es muy satisfactorio ver cómo un trabajo articulado genera grandes alegrías a estas comunidades limonenses”, dijo.
Tras afirmar que acceder a una vivienda digna es un derecho que debería estar al alcance de todas las y los limonenses, el vicepresidente Rodríguez comentó que “es realmente gratificante ver materializados los sueños de estas 26 familias que hoy cuentan con un techo que les trae alegría, paz y seguridad. Agradezco los esfuerzos del MIVAH, BANVHI y JAPDEVA para la ejecución de este proyecto que cambia las vidas de estas personas. Esta es la ruta correcta hacia la región Caribe que aspiramos”.
Proyecto habitacional Barras del Caribe. De las 69 viviendas que contempla este proyecto, 26 han sido entregadas a las familias beneficiadas: 23 en la comunidad de La Lucha (Siquirres), y 3 en San Francisco (Pococí).
En la localidad de Parismina (Siquirres) fueron concluidas tres casas y próximamente serán entregadas a las familias y se encuentran en fase constructiva 16 viviendas más.
La empresa responsable de las obras, Sociedad Maderera de Barrio Cuba S.A (Somabacu), concluyó además el traslado de los materiales vía terrestre y fluvial, para la construcción de otras 24 casas: 15 para familias de Tortuguero y 9 más para San Francisco.
Los materiales están almacenados en el terreno de cada familia, a la espera del inicio de las obras constructivas. La supervisión de los trabajos y fiscalización de los recursos del bono de vivienda son responsabilidad de la Fundación Costa Rica Canadá.
Diseños adaptados a clima y topografía de la zona. Para este proyecto, fueron diseñados cuatro tipos de vivienda, en uno o dos niveles, con el objetivo de aprovechar al máximo la forma y tamaño de cada lote en los bancos de tierra firme de las comunidades, ubicadas en las márgenes de los distintos canales del Caribe Norte de Limón.
El gerente general del BANHVI, Dagoberto Hidalgo, destacó que el diseño responde a las condiciones de los terrenos y clima propios de esa parte del país. “Son en madera en todos sus elementos estructurales y paredes. Se cimientan sobre pilotes reforzados con pedestales de concreto que sobresalen del nivel del terreno, con el fin de hacer frente a las llenas, es decir inundaciones pasivas, propias de la zona”, detalló.
Además, ante las condiciones ambientales, como la brisa marina, humedad e inundaciones pasivas, las maderas empleadas para la construcción de las casas vienen con tratamientos de cobre micronizado para los elementos estructurales y de boro para paredes y así garantizar una prolongada vida útil de las viviendas.
En todos los casos, las familias recibieron por parte de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (JAPDEVA), un permiso de uso de suelo, con el cual optaron por un bono de vivienda para financiar la construcción.
La presidenta ejecutiva de JAPDEVA, Andrea Centeno, indicó que “la institución ha venido trabajando en mecanismos que garanticen a los pobladores y comerciantes de las barras, seguridad jurídica para sus viviendas y negocios en las tierras de JAPDEVA, reconociendo que esta seguridad les permite acceder a oportunidades tan importantes como el contar con una vivienda digna”.
“Vivimos en paz y seguros”. Doña Celenia Espinoza agradeció el bono recibido para la construcción de su nueva casa, la cual asegura “le brinda paz y seguridad cuando llueve con gran intensidad en la zona, pues la salvaguarda con su esposo Roger Madrigal (quien trabaja en compañía bananera) y su hijo Cristopher, de las llenas.
Su anterior casa aseguró “estaba casi inhabitable”, producto del paso de los daños y el deterioro causado por las lluvias y llenas. “Era un peligro vivir allí” e incluso no podían ocupar la segunda planta por su mal estado. No obstante, en varias ocasiones fue el único refugio para librarse de las inundaciones y salvar algunas de sus pertenencias.
Manifestó que, una vez recibidas las llaves, pasó sus pertenencias a la casa nueva y agradeció la ayuda brindada para tener vivienda, la cual le permitió vivir de una manera muy diferente, “paz y tranquila” el temporal que azoto el país a finales de julio, y que causó estragos en calles, puentes y múltiples comunidades del país.
La ministra de Ambiente y Energía, Andrea Meza, reiteró la importancia del trabajo coordinado con diversos actores que permite planificar un proyecto de vivienda como este con base en escenarios climáticos y mediante el impulso de acciones de adaptación y mitigación al cambio climático.
“La producción y uso sostenible de la madera genera al país beneficios ambientales, sociales y económicos. Ante el cambio climático, la construcción con madera reviste de gran importancia, ya que en su producción y procesamiento se utiliza mucha menos energía comparada con otros materiales como el acero y el concreto. Además de encadenamientos productivos y económicos, que favorecen la reactivación económica y empleos verdes con soluciones basadas en la naturaleza”, concluyó.