- Jardín de Niños Juan XXIII abrió las puertas de su moderna casa, cumpliendo un sueño de muchos años de la comunidad.
- En la inauguración oficial este jueves, los pequeños alumnos mostraron con orgullo al presidente de la República y a la viceministra Académica las aulas, la pizarra interactiva, los juegos que desarrollan y su clase de arte.
- El MEP invirtió ₡539,3 millones y la Municipalidad de Escazú donó el terreno.
- “Estas niñas y niños tienen un centro educativo al que da gusto venir a clases; eso me genera una enorme felicidad. Seguiremos trabajando hasta el último día de mi Administración para mejorar las condiciones de la educación en Costa Rica”, afirmó el presidente Alvarado.
Más de 270 niñas y niños de 4 y 5 años de San Antonio de Escazú disfrutan de las nuevas instalaciones del Jardín de Niños Juan XXIII, que constan de un edificio de dos niveles con seis aulas y un patio de juegos para su desarrollo, así como comedor y oficinas administrativas.
Los pequeños estudiantes inauguraron este jueves la infraestructura, en la que el Ministerio de Educación Pública (MEP) invirtió ₡539,3 millones; para hacerlo, invitaron al presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada, y a la viceministra Académica del MEP, Melania Brenes, a un recorrido por el centro educativo.
Con la guía de Marisol López Delgado, alumna de Materno 4, los anfitriones les mostraron a sus invitados las aulas, la pizarra interactiva, su clase de arte, los juegos que desarrollan en el patio y una coreografía. La visita culminó cuando le entregaron al mandatario un cuadro pintado por la escazuceña Daniela Ángulo Meléndez en que se ve la fachada del jardín de niños.
“Mi kínder es demasiado bonito; me gusta mucho más que el de antes”, contó Marisol, quien tiene 5 años.
En todo momento, el presidente Alvarado conversó con los guías de esta visita y hasta jugó unos minutos “una mejenga” con ellos. “Ir mejorando la infraestructura educativa en las comunidades es una de las tareas en que nos hemos empeñado en nuestro Gobierno, aunque la pandemia nos dificultara la situación fiscal para cumplir con tantas necesidades que tenemos en este campo. Estas niñas y niños tienen un centro educativo al que da gusto venir a clases; eso me genera una enorme felicidad. Seguiremos trabajando hasta el último día de mi Administración en mejorar las condiciones de la educación en Costa Rica”, dijo el mandatario.
Para Melania Brenes, viceministra académica del MEP, esta infraestructura es un buen aliciente en este período de regreso paulatino a las aulas, siempre dentro del modelo combinado. “El Ministerio de Educación Pública viene desarrollando a lo largo de los años un trabajo con acciones educativas muy importantes en el ámbito de la educación preescolar”, afirmó.
“Esas acciones están orientadas, especialmente, al desarrollo e implementación de un programa de estudios que ha sido reconocido por su calidad a nivel internacional y por su alineamiento con teorías de desarrollo infantil que se encuentran hoy por hoy vigentes. El Jardín de Niños Juan XXIII, que inauguramos el día de hoy, realiza un aporte muy importante para este desarrollo del proceso de aprendizaje de esta población estudiantil”, detalló la jerarca.
Recompensa. Luego de muchos años de espera, esta nueva edificación ha sido una gran emoción para la comunidad de San Antonio de Escazú. Además de los recursos del MEP, la Municipalidad de Escazú donó el terreno y el trabajo para conectar las salidas de las aguas negras con el tanque de tratamientos del cantón.
Jenny Rodríguez Solís, directora de la institución y con 33 años de experiencia en el sector educación, celebra que los niños puedan ocupar las nuevas instalaciones y recibir lecciones presenciales porque el estudiantado en primeras etapas, como materno infantil y transición, requiere atención personalizada.
Mientras el jardín de niños se construía, el grupo de docentes, conformado por 15 maestras, se esforzó por innovar en el proceso de enseñanza de estos 277 niños a distancia. Hasta el 2019, usaron una edificación anexa a la escuela Juan XXIII, que estaba muy deteriorada.
De hecho, muchos de las y los pequeños hasta ahora conocen la experiencia de aprender de forma presencial. Según su directora, este centro educativo atiende a hijos de familias de clase media y de poblaciones vulnerables de San Antonio de Escazú.
“Este edificio es un cambio positivo para toda la comunidad, después de una larga espera y de usar una infraestructura prestada. Aquí tenemos mucha comodidad, autonomía y seguridad. El espacio incide en el aprendizaje de las niñas y los niños y en el trabajo de los docentes y los administrativos”, afirmó Lizeth Delgado, educadora con cinco años de laborar para la institución.