Santa Bárbara de Santa Cruz, Guanacaste: Renovación de la emblemática escuela María Marín Galagarza se vuelve la alegría de una comunidad

  • El centro educativo quedó “imponente” y  las pruebas de luces en el lugar se convirtieron en un acontecimiento para los vecinos, asegura la directora.
  • Con una inversión del MEP de ¢700,8 millones, obras incluyeron la construcción de aulas, laboratorio de cómputo, comedor escolar, batería de servicios sanitarios, entre otras. 
  • Asimismo, la restauración del tradicional edificio de madera de la década de 1940.
  • Escuela recibió una donación de $83.000 de la Embajada de Japón para financiar dos aulas académicas y una preescolar. 
  • “Me emociona saber de la alegría de la comunidad, que podamos recuperar centros educativos emblemáticos, renovarlos y dejarlos seguir siendo testigos de la historia local”, aseguró la Primera Dama durante la entrega de la obra.

La renovación de la escuela María Marín Galagarza, en Santa Bárbara de Santa Cruz (Guanacaste) se convirtió en una alegría para la comunidad. Cuando la constructora comenzó a hacer las pruebas de iluminación por las noches, los vecinos salían de sus casas para no perderse ningún detalle del acontecimiento, contó Ana Bela Avellán Chavarría, directora de la institución.

“Imponente”, así califica Avellán a la emblemática escuela, luego de que el Ministerio de Educación Pública (MEP) restaurara el centro educativo con una inversión de ¢700,8 millones.

Este sábado, la Primera Dama y coordinadora de la Región Chorotega, Claudia Dobles; la ministra a. i. de Educación Pública, Paula Villalta, así como el embajador de Japón en Costa Rica, Shinjiro Komatsu, y otras autoridades acudieron a la escuela con el fin de entregar oficialmente las obras ejecutadas y recorrer las instalaciones. 

La entrega de la renovada escuela María Marín Galagarza –cumpliendo con todos los protocolos sanitarios- forma parte de las actividades conmemorativas al 197 aniversario de la incorporación del Partido de Nicoya a Costa Rica, que se celebra este domingo 25 de julio.

Las mejoras -que comenzaron en junio del 2020 y finalizaron este mes-, incluyeron la construcción de cinco aulas académicas y una de preescolar, comedor estudiantil, batería de servicios sanitarios. También, se demolieron pabellones colapsados luego del terremoto del 2012, se repararon dos aulas prefabricadas y se remodeló un aula para convertirla en un laboratorio de cómputo. 

Un detalle muy importante es que se restauró el tradicional edificio de madera de la escuela, que data de la década de los años 40; se agregaron, asimismo, cancha techada, pasos cubiertos, bodegas, vestíbulo y casetas de seguridad. Los trabajos incluyeron una plaza de cívica, cerramiento perimetral, mallas internas y un sistema de alarma contra incendio. 

Estos trabajos benefician a 260 niñas y niños que provienen de la misma comunidad de Santa Bárbara, y de pueblos vecinos como San Pedro, Los Ángeles y Polvazal. 

“Me emociona saber de la alegría de la comunidad, que podamos recuperar centros educativos emblemáticos, renovarlos y dejarlos seguir siendo testigos de la historia local. El duro golpe que nos dio la pandemia no nos paralizó, seguimos trabajando y seguimos construyendo infraestructura educativa porque somos conscientes de que hay obras necesarias e impostergables en todos los rincones de Costa Rica”, expresó la Primera Dama.

Además, Dobles aseveró: “Estamos muy orgullosos de recibir a los y las estudiantes y salvaguardar un tesoro arquitectónico y cultural de Guanacaste”.

Apoyo de Japón. La ministra a. i. de Educación, Paula Villalta, agradeció la cooperación de la Embajada del Japón en Costa Rica, en esta emblemática obra y el apoyo incondicional a favor de la educación costarricense.

La embajada japonesa le donó a la escuela María Marín Galagarza $83.000 en cooperación financiera no reembolsable con el objetivo de construir dos aulas académicas y una de preescolar durante la reciente renovación. La educación, en especial en comunidades fuera del área metropolitana, es una de las áreas prioritarias de esa representación diplomática. 

“Este proyecto se realizó con el propósito de brindar un ambiente adecuado y seguro a los estudiantes de la comunidad para que puedan realizar sus estudios y contribuir con el futuro desarrollo”, comentó el embajador de Japón en Costa Rica.

“Desde 1989 se han financiado más de 250 proyectos APC (Asistencia para Proyectos Comunitarios y seguridad humana), 67 de ellos han sido dirigidos al sector educación. De parte de la Embajada, deseamos seguir apoyando la educación al ser uno de los pilares principales de la sociedad costarricense. Y de esta forma, continuar fortaleciendo la relación de amistad y cooperación entre ambos países”, declaró el diplomático.

Escuela con larga historia. La escuela María Marín Galagarza nació en 1888, gracias al interés del pueblo para lograr mejoras en la comunidad. Desde la década de los años 40 se encuentra en la ubicación actual, luego de que el señor Salvador Grijalba le donara el terreno a la institución. 

El interés por el desarrollo de la comunidad aún continúa ligado a esta escuela; evidencia de ello es la Junta de Educación, la cual está conformada por vecinos jubilados que quieren aportar conocimientos y fuerzas. Tal es el caso de la exprofesora Odilia Chavarría, presidenta de la Junta de Educación, quien no deja pasar la ocasión para realizar el recuento de los logros que han tenido en diversos proyectos de la comunidad.  

“Nosotros conocimos el proyecto y dígame cómo no nos íbamos a enamorar de esta causa; ha sido una lucha de ocho años y en un momento la gente no creyó que lo íbamos a lograr, pero mírenos aquí, frente a esta belleza de escuela”, afirmó Chavarría. 

Villalta resaltó el trabajo en equipo de la administración del centro educativo y de las juntas de educación y administrativas del país.

“El progreso de las comunidades va de la mano de personas vanguardistas que no se dejan sucumbir por tropiezos, ellas continúan hasta la meta y en este caso la labor es admirable porque busca el beneficio de toda la comunidad”, concluyó la jerarca.