- “Conmemorar el acto solemne del Concejo Municipal en nuestro querido templo colonial San Blas es reconocer la importancia de esta joya arquitectónica para los nicoyanos”, manifestó el alcalde de Nicoya, Carlos Armando Martínez.
Luego de permanecer cerrado por la pandemia del COVID-19, el histórico templo de San Blas de Nicoya reabrió sus puertas este domingo 25 de julio para la realización de la sesión solemne del Concejo Municipal, en conmemoración del 197 aniversario de la Incorporación del Partido de Nicoya a Costa Rica.
Como invitados especiales estuvieron, el presidente de la República, Carlos Alvarado, la Primera Dama, Claudia Dobles, y las ministras de la Presidencia, Geannina Dinarte y de Cultura y Juventud, Sylvie Durán.
El alcalde de Nicoya, Carlos Armando Martínez, recibió a la comitiva presidencial recordando que “gracias a un grupo de hombres y mujeres visionarias que por su propia voluntad decidieron unirse a Costa Rica, hoy podemos celebrar con orgullo estos 197 años de una patria unida”.
Asimismo, comentó que “el hecho de conmemorar el acto solemne del Concejo Municipal en nuestro querido templo colonial San Blas, es reconocer la importancia de esta joya arquitectónica para los nicoyanos”, patrimonio arquitectónico nacional y declarado sitio de interés cultural.
La actividad, además de conmemorar tan importante fecha, sirvió para recordarle a los costarricenses que el templo se encuentra de nuevo abierto al público, tras permanecer cerrado durante los meses en que el cantón estuvo en alerta naranja debido al aumento de número de casos de COVID-19.
Con el aval del Ministerio de Salud, cuenta con un permiso de aforo máximo de 125 personas, acatando todos los protocolos sanitarios.
Reconstrucción. Severamente dañado por el terremoto de Sámara de 2012, el Templo de San Blas de Nicoya fue restaurado por el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura y Juventud, con una inversión total de ¢670 millones.
Precisamente hace dos años, la noche del 24 de julio de 2019, el presidente Carlos Alvarado entregó totalmente remozada a la comunidad esta reliquia histórica, siete años después de estar clausurada.
En las tareas de prospección arqueológica se encontraron objetos y cuerpos enterrados según fue la tradición en la Colonia. Además, se descubrieron los cimientos del templo de 1644, por lo que se optó por dejar dos ventanas arqueológicas para que el público pueda observar los vestigios de cuatro siglos: los cimientos de 1644 (siglo XVII), la huella del incendio de finales del siglo XVIII, la construcción de mediados del siglo XIX y la restauración realizada entre 1990 y 1994 (siglo XX).
Una exposición con siete paneles informa al público sobre la historia, así como los trabajos arqueológicos y de ingeniería realizados.
De acuerdo con datos históricos recopilados en los expedientes del CPJ, tan solo 20 años después de la llegada de Cristóbal Colón al Caribe costarricense (1502), se levantó el primer templo católico en Nicoya, al que los colonizadores llamaron “Villa Bruselas”.
La ermita –que este 25 de julio alberga la sesión solemne del Concejo Municipal- es el epicentro de la ciudad de Nicoya, de sus fiestas patronales en honor a San Blas, cada 3 de febrero, y de las de Nuestra Señorita La Virgen de Guadalupe, el 12 de diciembre; de alegres mascaradas, juegos de pólvora, procesiones católicas de Semana Santa y un sinnúmero de festividades y tradiciones que la han convertido en ícono de comunidad y de Costa Rica.
Entrega de la declaratoria del Hijo Predilecto del cantón de Nicoya al señor Maximiliano
Goldenberg Guevara