- En burbujas sociales, habitantes del territorio indígena visitan el moderno centro educativo para conocerlo.
- Nuevo edificio cuenta con seis aulas académicas, plaza cívica, rancho cultural, baterías de servicios sanitarios, área administrativa, comedor y sala de lactancia.
- Obras son resultado de una inversión de ¢634 millones del Ministerio de Educación Pública.
- La administración del centro educativo tiene ideado un proyecto de reforestación en el lugar, con el objetivo de rescatar árboles frutales autóctonos y plantas medicinales.
Ubicado en un terreno de tres hectáreas, el Liceo Rural de Salitre de Buenos Aires de Puntarenas, recibió en mayo su nueva y moderna infraestructura, que se ha convertido en un centro de visitación para la comunidad de este territorio indígena.
El edificio -en el que el del Ministerio de Educación invirtió de ¢634 millones por medio de la Dirección de Infraestructura Educativa (DIE)- beneficia a 113 estudiantes de la zona.
Las nuevas instalaciones constan de seis aulas académicas, plaza cívica, área multiuso, rancho cultural, comedor, sala de lactancia, dos baterías de servicios sanitarios con 16 baños, área administrativa, comedor, caseta para guarda de seguridad y estacionamiento.
Lidia Suárez Calderón, directora de la institución, explicó que, debido a la coyuntura actual por la pandemia por el Covid-19, pocos conocen la nueva planta física. Sin embargo, para saciar la expectativa de la comunidad, idearon realizar visitas dirigidas a burbujas sociales, para conocer el nuevo colegio.
“Para mí era muy importante involucrar a la comunidad, en general, y darles momentos de alegría con la nueva edificación; y así lo hicimos, coordinamos grupos de familias. Cuando llegaron sonreían, se veían admirados, se tomaron fotos y eso es muy gratificante”, afirmó Suárez.
El Liceo Rural de Salitre nació en el 2009 sin infraestructura propia. Con el paso de los años, la comunidad construyó un espacio para poder albergar a su colegio. Actualmente, está ubicado en un terreno de tres hectáreas, donado por la escuela Arturo Tinoco Jiménez, ubicada en el Territorio Indígena de Salitre.
“Los proyectos en beneficio del desarrollo educativo son motivo de absoluto entusiasmo. Esta nueva infraestructura es símbolo de los esfuerzos por reducir las brechas sociales en los territorios indígenas, por lo que celebramos esta noticia que asegura mejores condiciones académicas para la comunidad”, manifestó Randall Otárola, viceministro de la Presidencia en Asuntos Políticos y Diálogo Ciudadano.
Estudiantes felices. Las viejas instalaciones del liceo no eran las idóneas, menos para las actividades deportivas y lúdicas, así lo contaron Marolyn Rojas y Keylin Ortiz, estudiantes de décimo y undécimo, respectivamente. Ahora, esta situación cambia con la nueva estructura.
Ambas estudiantes, quienes ya conocieron las nuevas instalaciones, están felices y emocionadas porque la lucha de la comunidad ha dado frutos esperanzadores. “Me llama la atención el gimnasio, las áreas verdes y el rancho cultural, por lo menos para vivir mi último año de secundaria en este lugar tan lindo”, dijo Keylin.
La directora del Liceo Rural de Salitre agradeció el apoyo del director regional de Grande de Térraba, José Víctor Estrada, y a las profesionales de la Dirección de Infraestructura Educativa (DIE) porque sus aportes fueron más allá de sus labores a favor de la comunidad.
Finalmente, anunció que la administración del centro educativo tiene ideado un proyecto de reforestación en el terreno del liceo rural, mediante el cual se rescaten árboles frutales autóctonos y plantas medicinales.