- Presidente de la República y ministra de Ambiente y Energía liderarán foro de alto nivel el próximo 17 de junio, Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2021.
- Actividad contará con la participación de los secretarios generales de Naciones Unidas y de la Convención de Lucha contra la Desertificación y de ministros de Estado.
- Las oportunidades para la restauración de tierras a nivel global podrían generar beneficios de $1.4 billones anuales. Costa Rica presentará acciones que le han permitido incrementar su cobertura boscosa y convertirse en el primer país tropical en detener y revertir su proceso de deforestación y degradación de bosques.
- Además, hará un llamado a la comunidad internacional a movilizar la mayor ambición posible para dar respuesta coordinada a la degradación de la tierra, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad en todo el mundo.
San José. Como anfitrión del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2021, Costa Rica reunirá el próximo 17 de junio a líderes políticos internacionales y prominentes figuras del mundo ambiental para activar el apoyo político y potenciar los esfuerzos de restauración de las tierras en la próxima década. El Foro de Alto Nivel –que se realizará de manera virtual- estará dirigido por el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, y la ministra de Ambiente y Energía, Andrea Meza.
La actividad forma parte de las celebraciones del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2021, organizadas de manera conjunta por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD).
En el Foro se abordará la importancia de la cooperación internacional y la solidaridad en el contexto de los esfuerzos globales para restablecer el equilibrio con la naturaleza y promover la paz, mientras se lucha contra el cambio climático y para garantizar de la salud humana.
Costa Rica es el anfitrión mundial de este año del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía y además producirá un programa televisivo en formato de “talk show” que muestra los impactos y las soluciones a este problema.
El objetivo del Día de la Desertificación y la Sequía 2021 es demostrar que invertir en la gestión sostenible de la tierra y el agua, particularmente en los años post-COVID, puede impulsar una recuperación sostenible, tanto en términos de creación de empleos dignos y de reconstrucción de medios de vida, como para la protección de sociedades y economías contra crisis potenciales causadas por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación de la tierra.
Durante la actividad las autoridades costarricenses expondrán cómo el país ha implementado políticas públicas y acciones para proteger la naturaleza durante décadas y fue el primer país tropical en detener y revertir su deforestación y degradación forestal. Hoy, los bosques cubren más del 54% de su territorio y proveen las necesidades diarias de miles de personas. Más del 26 por ciento del territorio nacional está protegido por ley y el país ya está implementando planes, políticas públicas y acciones específicas para la restauración de tierras.
El presidente Carlos Alvarado afirmó que “para Costa Rica es importante utilizar su liderazgo –y debe hacerlo- para atraer a muchos socios juntos y poder levantar la voz en este tema”.
“Todo está interconectado en el mundo de hoy. Puede que en las ciudades vean el tema de desertificación como algo alejado. Pero lo que pasa en las zonas rurales –la pérdida de esas áreas cultivables- significa más presión para los sistemas de alimentación del mundo y menos comida para todos y todas o menos bosques que capturan carbono”, subrayó el presidente.
En la actividad participarán el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres; el Presidente de la Asamblea General, Volkan Bozkır; el Secretario Ejecutivo de la CNULD, Ibrahim Thiaw; ministros de países clave de todo el mundo y participantes de la sociedad civil también harán intervenciones. Christiana Figueres, exsecretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y fundadora de Global Optimism, moderará la sesión.
El Secretario Ejecutivo de la CNULD , Ibrahim Thiaw, indicó que “La pandemia nos ha recordado cuánto dependemos unos de otros. Cuánto depende nuestro destino de nuestra relación con la naturaleza. Cuánto necesitamos buena voluntad política, combinada con acción colectiva e inversión sostenida”
“Cuando estos se unen, podemos marcar la diferencia. Restaurar la tierra puede brindarnos una mejor seguridad alimentaria y asegurarnos acceso al agua, una reducción de las emisiones de carbono y una calidad del aire saludable. Ya tenemos las herramientas, como una gobernanza territorial responsable e inversiones que protegen y restauran la naturaleza. Invertir en tierras saludables para impulsar una recuperación ecológica es una decisión económica inteligente. Así es como podemos construir un futuro más verde, más saludable y más sostenible”, dijo el Secretario Ejecutivo Thiaw.
La llamada de Costa Rica. Al inicio de la Década de las Naciones Unidas para la Restauración de Ecosistemas (2021 – 2030), y con base en su experiencia y liderazgo ambiental, el 17 de junio Costa Rica hará un llamado a la comunidad internacional para movilizar la mayor ambición posible por la custodia responsable de la tierra como parte de una respuesta coordinada a la degradación de la tierra, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad en todo el mundo.
La ministra Andrea Meza señaló que se necesitan movilizar recursos para que podamos seguir implementando todas las soluciones basadas en la tierra. Es clave para todos los gobiernos, las empresas, las sociedades, tener este enfoque integral”, dijo.
“Si queremos avanzar, atender la crisis climática y detener la pérdida de biodiversidad, necesitamos también tener una estrategia muy robusta para conservar nuestros suelos. Eso es lo que nos va a dar sociedades sanas y economías sanas”, agregó la jerarca.
El ejemplo costarricense. Costa Rica fue el primer país en crear, en 1997, una comisión para la implementación de la CNULD, conocida como CADETI (Comisión Asesora sobre Degradación de Tierras). La comisión basa en los principios de participación y asociación de la CNULD, con participación del sector gubernamental (Ministerios de Medio Ambiente y Agricultura), la sociedad civil y la academia.
El norte de Costa Rica y Guanacaste, parte del Corredor Seco Centroamericano, se ven fuertemente afectados por eventos climáticos que afectan principalmente a la ganadería y la agricultura. Estas áreas, junto con las cuencas de los ríos Barranca, Tárcoles, Jesús María y Reventazón, son sitios donde el país ya está implementando planes, políticas públicas y acciones específicas de restauración territorial.
“La vida de muchas personas depende de la salud de la tierra y de la tierra. El que estemos perdiendo este tipo de tierras por la desertificación o la sequía pone en riesgo a miles de vidas. Hacer un frente común para enfrentar esta problemática es indispensable para que los niños y niñas de la próxima generación, en todo el mundo, tengan la oportunidad de acceder a una vida buena y saludable”, comentó el mandatario Alvarado.
“El ejemplo de Costa Rica, con sus políticas agroambientales, es la evidencia de que la política pública importa e impacta. El conocimiento que se está generando en las intervenciones que estamos haciendo en estas cuencas nos evidencia que el trabajo con los pequeños agricultores – para implementar medidas de manejo de suelos, captura de agua y recuperación de pastos, entre otras-, brinda beneficios a las familias productoras y se puede implementar en distintas escalas”, dijo del ministro de Agricultura y Ganadería de Costa Rica, Renato Alvarado.
El programa de Pago por Servicios Ambientales (PSA), por ejemplo, constituye una fuente de ingreso directo para quienes dedican su vida a trabajar y proteger la tierra. Durante el 2021, este proyecto impactará a más de 33.000 personas, incluyendo personas en territorios indígenas y mujeres dueñas de fincas en el país. El PSA ha logrado un total de 320 mil hectáreas protegidas en el país, con una inversión de más de ₡14.000 millones a la fecha.Adicionalmente, el gobierno costarricense desarrolla el proyecto Huella del Futuro cuya meta es, en una primera fase, reforestar y reconstruir paisajes con la plantación de 200.000 árboles en la Zona Norte del país; de la mano de la generación de empleo y bienestar para las personas y para la tierra.