- Organización de 30 pescadores artesanales recibió “Crédito en Marcha” del Inder lo que les permitió seguir comercializando sus productos en el Valle Central.
- Fue una de las 64 organizaciones de productores agropecuarios y pesqueros que recibieron hasta ₡10 millones a una tasa de interés del 2% anual fija por 5 años.
- Con los recursos, adquirieron dos congeladores especiales para mariscos, una empacadora industrial al vacío y una urna para el almacenaje de sus productos.
- Hoy. tienen planes de expandir su negocio de entrega de mariscos a otros pescadores del Golfo de Nicoya.
Golfo de Nicoya. “Si nosotros no hubiéramos obtenido ese dinero de “Crédito en Marcha”, la organización en estos momentos hubiera desaparecido por completo y todos los sueños que tenemos hoy de seguir generando más empleo y apoyo a las familias del Golfo, también hubiesen muerto”, aseguró Ana Ruth Esquivel, presidenta de la Asociación de Pescadores Artesanales Costeños al hablar de la iniciativa Motor Rural del Inder.
Esta asociación, conformada por 30 pescadores y sus familias, está ubicada en el Golfo de Nicoya, específicamente en Costa de Pájaros de Puntarenas y fue uno de los 64 grupos del sector agropecuario y esquero que accedieron al “Crédito en Marcha” del Inder, un programa especialmente creado para apoyar la reactivación económica en los 29 Territorios Rurales del país, afectados por la pandemia.
Según su presidenta, al llegar la pandemia el año anterior, la organización estuvo a punto de desaparecer, pero gracias al crédito de ₡10 millones a un 2% de interés fijo anual a 5 años plazo, pudieron adquirir el equipo necesario para seguir entregando sus productos en el Valle Central. “En 15 años de existir, nunca habíamos recibido un apoyo de este tipo”, dijo.
Con los recursos, adquirieron dos congeladores especiales para mariscos, una empacadora industrial al vacío que les permitió aumentar la vida útil de sus productos y realizar el traslado desde Costa de Pájaros hasta el Área Metropolitana, con lo que resulta más fácil hacer las entregas sin temor a que pierda calidad.
Adicionalmente, compraron una urna para el almacenaje de los productos, una carreta para transportar los congeladores y los recursos económicos necesarios para capital de trabajo.
La organización asegura que hoy, luego de sortear la crisis por la pandemia, están en proceso de expansión, pues ya están en conversaciones con otros grupos organizados de Manzanillo, isla Venado, Cocoroca de Chomes entre otros, para comprarles producto, procesarlo y venderlo en el Área Metropolitana.
“Lo que nosotros queremos es generar más empleo para las familias del Golfo de Nicoya, que más personas se beneficien, mejoren sus ventas y su calidad de vida”, puntualizó Esquivel, mencionando el apoyo que le está dando a cuatro grupos de mujeres para que se capaciten y puedan emprender sus propios negocios relacionados con la actividad acuícola y pesquera.
Estas organizaciones de mujeres, relacionadas con la organización de pescadores de Chomes, buscan desarrollar proyectos de siembra de pargos en jaula y camarón en el Golfo de Nicoya.