- Así lo expresó doña Irma Ceciliano, una adulta mayor de 85 años residente de Pérez Zeledón al relatar su experiencia al recibir la vacuna.
- En conversatorio virtual, cuatro adultos mayores le contaron al Presidente su vivencia y expectativas con la vacunación contra el COVID-19.
San José. Cuatro personas adultas mayores conversaron con el presidente de la República sobre sus vivencias y expectativas con respecto a la vacunación que recibieron contra la COVID-19.
En un conversatorio realizado de manera virtual, doña Irma Ceciliano, de 85 años y residente de Pérez Zeledón; doña Vera Badilla, de 75 años y conectada desde Garabito, Puntarenas, así como don Ricardo Cedeño, adulto mayor de 71 años, habitante de San Rafael de Alajuela, y Rogoberto Morales de 83 años y vecino de Tibás, comentaron cómo han afrontado la pandemia y la luz de esperanza que significa la vacunación para ir retornando poco a poco a sus actividades cotidianas.
Recién iniciada la conversación y ante la pregunta del mandatario de cómo se sentía y qué le diría a los demás, doña Irma expresó: “nos trataron de maravilla a mi esposo -de 90 años- y a mí. Yo le digo a la gente: no tengan miedo, ¡vacúnese!
Doña Irma describió el trato que ambos han recibido del personal de salud, desde que los llamaron hasta el día de hoy, como lleno de cariño y ternura. Y agregó: “Costa Rica es uno de los países más bendecidos por tener tan rápido la vacuna, es una luz de esperanza para nosotros los mayores”
La población adulta mayor ha sido de las más golpeadas por el virus, lo que les ha causado un gran impacto en su cotidianidad.
Don Ricardo recordó lo importantes que son sus nietos, a los que no ve con la misma regularidad que antes de la pandemia. “Ellos son mis lingotes de oro, yo les digo eso, nunca me han dejado solo, ya sea por teléfono o presencial guardando las medidas, siempre me ayudaron a estar firme”, afirmó don Ricardo durante la llamada.
Don Rigoberto, a sus 83 años y tras haber superado tres tipos de cáncer, se mantiene optimista: “yo quisiera vivir más de cien años, cuando he necesitado de la Caja, siempre han estado allí, y ahora con las vacunas, no puedo decir más que es una gran bendición”.
El presidente Alvarado admiró la valentía mostrada por estas personas adultas mayores para enfrentar los cambios tan drásticos que la pandemia trajo a sus vidas, al mismo tiempo que les recordó lo valiosos que son los adultos mayores para el país, para hijos y nietos. El Presidente además les hizo ver que el gran esfuerzo país es para salvar vidas y mantener familias unidas por mucho más tiempo.