- Se trata de la reforestación con clones de melina producidos por el TEC de las primeras 50 hectáreas, de un total de 500 por año que se sembrarán en el cantón de Sarapiquí.
- Con novedoso mecanismo de financiamiento, plan es desarrollado entre FONAFIFO, FUNDECOR y Tecnológico de Costa Rica.
- “Debemos reactivar el modelo de reforestación. Sí es posible generar empleo y obtener ganancias con el cultivo de la madera con fines productivos”, indicó gerente de Ecosistemas Forestales de FUNDECOR.
- La melina es utilizada principalmente en la producción de tarimas para la industria de embalaje de cultivos agrícolas para la exportación.
Sarapiquí, Heredia. Con la firma del primer contrato para reforestar 50 hectáreas en una finca en La Gata de Sarapiquí, inició plan piloto en este cantón para sembrar 500 hectáreas por año de melina, mediante un novedoso mecanismo de financiamiento.
La iniciativa es desarrollada entre el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO) del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), la Fundación para el Desarrollo de la Cordillera Volcánica Central (FUNDECOR) y el Tecnológico de Costa Rica (TEC).
En el marco de una gira la semana anterior a Sarapiquí, se llevó a cabo la firma del primer contrato que estuvo a cargo de Mario Piedra, director de FUNDECOR, y de María Virginia Araya, propietaria de la finca y con amplia experiencia en proyectos de reforestación que le ha permitido conservar la cobertura forestal y obtener ganancias con la colocación de madera cultivada en el mercado nacional.
El proyecto -cuya ejecución arrancó con la suscripción de un convenio entre FONAFIFO y FUNDECOR el pasado 3 de setiembre- incluye el programa de Pago por Servicios Ambientales y programas crediticios de FONAFIFO y de otros socios participantes que se involucren en el proceso, en beneficio del desarrollo de los territorios.
“En tiempos desafiantes para el país y el mundo, desde Sarapiquí se marca la diferencia con propuestas innovadoras. Este proyecto posibilita que los productores forestales —principalmente los pequeños y medianos— tengan el financiamiento y la asistencia técnica para el manejo silvicultural y mercadeo en el tiempo oportuno, lo que hará la actividad de reforestación lo suficientemente atractiva y rentable en el futuro. La descarbonización y el desarrollo de la economía — particularmente la rural— necesita actividades cómo estas, en donde cerca del 80% de la inversión regresa en salarios a las comunidades de la zona», comentó Andrea Meza, ministra de Ambiente y Energía.
Con este programa, los productores podrán acceder a financiamiento que les permita conservar sus terrenos, cubriendo los costos asociados por la actividad de reforestación y generando una rentabilidad desde el proceso productivo hasta la cosecha final, fomentando modelos que les permitan continuar protegiendo sus terrenos con actividades rentables y sostenibles.
Gilmar Navarrete, director de Servicios Ambientales de FONAFIFO, detalló que este plan piloto tiene como meta reforestar 500 hectáreas en Sarapiquí con un mecanismo mixto de crédito con pago por servicios ambientales. “Visitamos la primera finca, donde se reforestará alrededor de 50 hectáreas con clones de última generación producidos por el TEC. Tradicionalmente se ha reforestado, sin embargo, no se ha visualizado esta actividad como un cultivo que puede generar beneficios económicos a las familias una vez que los árboles llegan a una etapa de madurez”, dijo.
Jorge Mario Rodríguez, director del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal, explicó que las familias productoras utilizarán esta especie maderable y con ello podrán acceder a financiamiento con la puesta en marcha del proyecto, cubriendo los costos asociados por la reforestación y generando un encadenamiento de valor.
Destacó que la madera que cosechen ya tiene un mercado que demanda la producción de tarimas para la industria de embalaje de cultivos agrícolas para la exportación, lo que permite que la reforestación productiva genere rentabilidad, empleos y la reactivación económica.
Reforestación productiva. Al firmar el contrato para el plan piloto de cultivar 50 hectáreas de melina en la finca de su propiedad en La Gata de Sarapiquí, María Virginia Araya comentó que desde hace 35 años su familia cree y vive de la reforestación productiva como una actividad que genera bienestar.
“Sembrar árboles es cultivar esperanza. La esperanza son mis hijos profesionales”, dijo, acotando que “la reforestación es parte de nuestra vida. Gracias a ella pudimos darle estudio a mis seis hijos, quienes hoy son ingenieros y médicos”.
Y continuó: “Tenemos que seguir. Por eso hoy marcamos un hito como la primera familia beneficiaria de este proyecto piloto para reactivar la reforestación en Costa Rica con melina. Yo quiero que mis pequeñas nietas sepan que el futuro de nuestra vida, de nuestra prosperidad está en este campo”.
Finalmente, Carlos Porras, gerente de Ecosistemas Forestales de FUNDECOR, indicó que la reforestación productiva tiene varios objetivos entre ellos, “una necesidad económica que tenemos que suplir, una necesidad de diversificación de fincas, es decir, enseñar a nuestros productores que en estos momentos de crisis el contar con dos o tres actividades es mejor y una demanda de madera que existe con espacio de crecimiento”, detalló.
“Debemos reactivar el modelo de reforestación del país, sí es posible generar ganancias con el cultivo de la madera con fines productivos y de generación de empleo”, concluyó.
Proyectos habitacionales. Durante la gira el 4 de noviembre anterior se inspeccionaron dos proyectos de vivienda social construidos con madera -uno en Sarapiquí y otro en Batán- con el objetivo de corroborar el gran potencial de la construcción de casas con este material y fomentar la producción de madera cultivada en el país, indicó Jorge Mario Rodríguez.
Asimismo, se visitó la finca de la familia Núñez en Siquirres, que ha recibido apoyo del Fondo de Biodiversidad Sostenible y se ha convertido en sitio de atracción turística sostenible. “Hemos hecho un trabajo de monitoreo de vida silvestre, en el cual se ha utilizado las imágenes como un atractivo turístico para que la gente reconozca el lugar como un lugar de alto interés en la conservación de la biodiversidad”, explicó Lucía Valverde, especialista del Fondo de Biodiversidad Sostenible (FBS), iniciativa vinculada a la conservación de bosques y biodiversidad.
En la gira participaron por FONAFIFO Jorge Mario Rodríguez, director general; Héctor Arce, director de Fomento Forestal; y Néstor Baltodano y Felipe Vega, representantes del sector privado en la Junta Directiva. Por FUNDECOR: Mario A. Piedra, director ejecutivo, y Carlos Porras, gerente de Gestión de Ecosistemas Forestales. Asimismo, Lucía Valverde, del FBS; y Diego Camacho y Alejandro Mesa, de la Escuela de Ciencias Forestales del TEC. Todos ellos contribuyeron con la siembra de los primeros 10 árboles de melina, mejorados con clones que aportó el TEC.
¿Le interesa ser parte del proyecto de reforestación? Para mayor información: reforestacion@fundecor.org / Tel: 2766 6147 y 6389 3385 (solo mensajes WhatsApp).