Costa Rica agradece a la Expresidenta Laura Chinchilla su liderazgo y compromiso por liderar esta aspiración nacional.
Desde el mes de febrero Costa Rica inició un decidido acercamiento con los países de la región y con los miembros extra regionales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el propósito de compartir la legítima aspiración de llevar a la ex Presidenta Laura Chinchilla Miranda a la presidencia de este banco de desarrollo regional.
Las fortalezas de nuestra nación, los atestados de nuestra aspirante, y las múltiples y decididas manifestaciones de apoyo de países amigos durante la primera etapa del proceso, nos motivaron a suscribir esta aspiración en la profunda convicción de que Costa Rica podría contribuir de manera decisiva con el fortalecimiento de esta importante institución y el avance de las naciones de nuestra región hacia su desarrollo económico, social y ambiental. La bandera del banco, y la pauta del trabajo de quien lo lidere, deben levantarse sobre el bienestar de todos sus miembros.
El día de hoy, la ex Presidenta Chinchilla comunicó al Gobierno de la República sus razones para no proceder con la inscripción de su candidatura, decisión que se respeta, y en consecuencia, el Gobierno no proseguirá con este proceso.
En la crítica encrucijada causada por la pandemia del COVID-19, la más compleja que la región recuerde en su historia reciente, se plantea el impostergable desafío de redefinir la ruta para salir de la crisis y recuperar la senda de un desarrollo futuro, verde, dinámico e inclusivo. La magnitud del reto no permite vacilaciones, demanda un trabajo conjunto, que aquilate los hechos, sopese los tiempos, y reconozca que avanzamos sobre caminos inéditos. Costa Rica reafirma su clara y comprometida intención de continuar trabajando para acometer esta tarea.
Con preocupación, hemos advertido desde hace tiempo, que se debe generar las condiciones para propiciar un debate serio y de reflexión profunda y reposada en todos los procesos del BID, incluyendo el de la trascendental elección para la presidencia del organismo. Resulta imprescindible dar espacio a los países miembros para concentrarse en la atención de la pandemia, enfrentar la crisis económica resultante, y definir, a partir de esa realidad, las credenciales ineludibles de quien regirá el más importante motor de desarrollo regional que tenemos en América Latina y el Caribe. En ese escenario, las consideraciones de importantes ciudadanos latinoamericanos, así como de un grupo de expresidentes de diversas regiones del mundo, resultan razonables y deben ser objeto de atención. Para Costa Rica, garantizar la institucionalidad del BID resulta fundamental.
Costa Rica seguirá promoviendo la aspiración legítima de generar un espacio de acercamientos y consensos en el seno del BID, e invita a los socios miembros a que dibujemos juntos una hoja de ruta común que nos permita enfrentar los retos que nos aquejan y los que vendrán a futuro. Costa Rica aportará su perspectiva en esa construcción. El contenido de esta hoja de ruta deberá contemplar la redefinición del banco como referente de las políticas de excelencia en la región, y como dinamizador del crecimiento económico enfocado en las necesidades de sus clientes, apuntalado por una acelerada incorporación de las tecnologías digitales a todos los ámbitos de la sociedad, y con el capital necesario para una gestión positiva.
Costa Rica resalta y agradece los esfuerzos que emprendió la ex Presidenta Laura Chinchilla por impulsar esta aspiración nacional, y por su compromiso con el desarrollo integral de la región y con la construcción de un banco de excelencia, eficaz y soportado por amplios acuerdos.
El BID requiere de una gobernanza eficiente y transparente, que promueva el respeto a la institucionalidad, tanto a lo interno como en los países, fomente la democracia y asegure una cultura organizacional más inclusiva.