- Más de 10 mil familias de la Región Huetar Caribe han encontrado en la estrategia Puente al Desarrollo la opción para salir adelante de su condición de pobreza.
- Uno de los casos de éxito es el de Doris quien, gracias al programa, logró iniciar un emprendimiento con 200 gallinas en Roxana de Pococí. Hoy, cuenta con 1.500 y aspira ampliar la producción con 15.000.
- Otro es el de Carla -de Limón Centro- quien con la fortaleza de la capacitación humana recibida y siete títulos bajo el brazo, se apresta a iniciar un nuevo proyecto para salir adelante de la crisis sufrida por la pandemia.
Un total de 10.027 familias han sido beneficiadas a lo largo de los últimos cinco años con la implementación de la Estrategia Puente al Desarrollo en la Región Huetar Caribe.
Coordinado por el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), este programa atiende de manera integral e interinstitucional a familias en pobreza extrema, a las que identifica de manera proactiva para brindarles un abordaje basado en la articulación de diferentes servicios e instituciones, incidiendo multidimensionalmente en su situación de vida.
Dos mujeres beneficiadas con el programa en la provincia de Limón relatan cómo sus vidas se transformaron con su participación en Puente.
Estas son sus historias.
Pococí, 4:30 am. El reloj biológico de Doris Solano, una mujer Puente de 35 años, la pone en pie antes que sus 1.500 gallinas despierten en lo que hoy es la próspera “Granja Dorita”, en la localidad de Lesville, Roxana de Pococí.
Mira atrás y recuerda que desde joven se trazó como objetivo de vida contar con su propia empresa, algo que ha logrado gracias a su disciplina, a su trabajo y a su compromiso, así como al asertivo y oportuno apoyo institucional.
“Llegué al IMAS porque desde hacía años yo tenía el sueño de un negocio y le dije a la muchacha que yo no quería que me regalaran nada”, rememora Doris ese episodio que marcó su vida.
Viendo su perfil, la opción que le dieron fue ingresar a la Estrategia Puente al Desarrollo, en su componente Puente al Bienestar. “Lo que me daban era 75 mil colones, pero eso era insuficiente para comprar las gallinas que necesitaba para arrancar con el emprendimiento. Entonces pedí un pequeño préstamo al banco y lo fui pagando con esos recursos”, relata.
Fue así como inició el negocio con “200 gallinas viejas y comederos de segunda”, como ella misma lo explica, mientras sus dos hijos mayores continuaban estudiando con el apoyo de Avancemos y la respaldaban cuidando el negocio.
Como buena visionaria le sacó provecho a los cursos de Capacitación Humana, un programa basado en derechos y ciudadanía para las mujeres que ejecutan el IMAS e INAMU, el cual se desarrolló en Guápiles.
Fue ahí, precisamente, donde le recomendaron llevar su proyecto a FIDEIMAS. Gracias al financiamiento de 4 millones de colones que logró, tiene actualmente 1.500 gallinas que producen 55 cartones de huevos diarios, los cuales son vendidos a comercios locales.
Su historial crediticio es intachable. Hoy, ha cubierto la mitad de ese empréstito.
Ahora, comenta que su reto es tener 15.000 gallinas, para consolidar su emprendimiento en beneficio de su familia.
Con una sonrisa victoriosa y los ojos brillantes, Doris confiesa que quería todo esto para que sus hijos -de 17, 15 y 3 años- tuvieran estudios y no se estancaran. La mayor está próxima a graduarse y emprender sus estudios universitarios. “Diay, ese era mi sueño, para ellos es todo esto”, dice.
En febrero del próximo año esta mujer cumple el ciclo de su atención en la Estrategia Puente al Desarrollo, un programa que le ha demostrado, en sus propias palabras, que “algunos sueños solo necesitan oportunidades”.
Claudia, el tiempo la hizo fuerte
Claudia Lewis es una veterana en la Estrategia Puente. Procedente de Limón centro, fue una de las primeras familias que ingresaron en Huetar Caribe en 2015 hasta que se graduó en 2017.
“El IMAS me contactó a través de la Asociación de Desarrollo. Fue mi cogestora Concepción la que me ayudó y yo fui a todo el proceso de Puente”, afirma.
“Imagínese que tengo 7 títulos que logré con Puente”, dice orgullosa. Y los enumera: Flujo de caja, Herramientas básicas de Informática, Manipulación de alimentos; Liderazgo, fortalecimiento personal y colectivo; Fortalecimiento y capacidades para emprendimiento para el empleo; Dispositivos tecnológicos internet y redes sociales.
Recuerda que, adicionamente y gracias al mismo programa, la contactaron con el INA donde se graduó de bartender y salonero profesional.
“Según yo iba al Marriot de salonera. Pero por mis conocimientos me pusieron en caja y eso fue todo un reto magnífico que yo nunca pensé que me iba a pasar”, cuenta en referencia al trabajo que tuvo hasta que llegó la pandemia.
Hoy plantea impulsar un emprendimiento de comidas, segura de que nada la detiene porque es una mujer de retos que le encanta salir adelante.
Sabe que ahora ya no depende de nada ni de nadie, al igual que muchas otras de sus compañeras que aprovecharon las capacitaciones, partiendo algunas de ellas incluso de aprender a leer y a escribir.
Claudia es un símbolo de mujer formada en la Estrategia Puente al Desarrollo, de la que salió hace tres años graduada, fuerte, segura y optimista. “Me siento como un águila. Ahora puedo volar”.