Con este modelo, los gobiernos locales, sector privado, comunidad y los Comités Municipales de Emergencias fortalecerán las acciones preventivas.
El plan de acción será evaluado mediante una revisión quincenal para reforzar los ejes de acción en el territorio.
Este modelo es una estrategia complementaria que busca un balance entre la actividad productiva y las medidas sanitarias.
Con el lema “Costa Rica trabaja y se cuida”, arranca un modelo de gestión compartida por el gobierno y las municipalidades para complementar y fortalecer los esfuerzos entre la empresa privada, el comercio y una fuerte gestión comunitaria, que permita reactivar la economía aplicando innovadoras medidas para prevenir el contagio por COVID-19.
Este modelo es una estrategia complementaria que busca un balance entre la actividad productiva y las medidas sanitarias con la definición de ejes de coordinación que surgieron de varias sesiones de trabajo. La propuesta ha sido fortalecida con buenas prácticas impulsadas por algunas municipalidades del país.
En la primera fase, cada Comité Municipal de Emergencias (CME), evaluará el grado de implementación de acciones preventivas y fortalecerá aquellas tareas que se encuentran débiles. El plan de acción tendrá una revisión quincenal para analizar los procesos y reforzar los ejes de acción en el territorio.
Así lo dieron a conocer autoridades del IFAM, MEIC y CNE en conferencia de prensa.
Sigifredo Pérez, jefe de operaciones de la CNE, enfatizó que el modelo promueve el reforzamiento de las medidas actuales con la integración de más actores en el ámbito regional, cantonal, distrital y comunitario.
En este sentido, Perez enfatizó que se estimula una fuerte organización cantonal para comunicar, controlar y supervisar la aplicación estricta de medidas sanitarias que permita una mayor apertura económica. En caso de no cumplirse dichos protocolos será necesario aplicar medidas más fuertes para prevenir la transmisión del virus en cada cantón.
Implementación del trabajo conjunto
Marcela Guerrero Campos del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal, señaló que, de forma decidida y solidaria, se plantea que la iniciativa posibilite y refuerce el liderazgo de los noventa gobiernos locales, se afiance un intercambio intermunicipal de buenas prácticas para la implementación del plan de gestión de riesgo que garantiza la efectividad y puesta en marcha del modelo, en ese sentido, permita alianzas entre estructuras de base comunal y los habitantes del territorio nacional.
De esta forma, el trabajo articulado entre las instituciones que integran el Comité Municipal de Emergencia bajo la coordinación del alcalde o alcaldesa permitirá la implementación del modelo de gestión compartida por medio de varios ejes de acción.
Uno de estos ejes es reforzar las acciones y protocolos desarrollados por el Ministerio de Salud para identificar y contener los grupos de riesgo, previniendo así, un aumento en el contagio por COVID-19.
Otro eje se centra en la labor de asistencia humanitaria en personas positivas por COVID-19 o bien que tengan una orden sanitaria. La colaboración a esta población se realizará mediante un proceso articulado con el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
La propuesta se apoya, además, en el desarrollo de una estrategia de comunicación, que permite llevar el mensaje preventivo a toda la población. Este abordaje se trabaja a través de Dinadeco. Por medio de las 3 500 Asociaciones de desarrollo, se incorporarán a los Comités Municipales de Emergencias, para contar con agentes multiplicadores del mensaje preventivo y reforzar así el tema de la responsabilidad individual.
Por medio del enlace de esfuerzos, se desarrollará el siguiente eje, el cual consiste en realizar el debido control y la fiscalización de las actividades productivas bajo el cumplimiento de los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud.
En las mesas de los CME estarán incorporadas las áreas rectoras como lo son la Caja Costarricense del Seguro Social (C.C.S.S.) y el Ministerio de Salud para el abordaje de las medidas y el manejo de la información que se genera en los territorios.
Este plan de acción será evaluado mediante la revisión quincenal para analizar los procesos y reforzar los ejes de acción en el territorio, con el fin de ver el impacto en la reducción de la transmisión de casos, así como el cumplimiento de la responsabilidad de los diferentes sectores involucrados.