Discurso Presidente Carlos Alvarado Quesada en Sesión Solemne 196 Aniversario de la Anexión del Partido de Nicoya

Muchas gracias señor presidente del Concejo Municipal, señor alcalde.

Quisiera pedirles a todas y a todos ustedes ponernos de pie para tomar un minuto de silencio por las noventa y ocho personas que a la fecha han fallecido dada la pandemia del COVID-19.

Muy buenas tardes señora Claudia Dobles, Primera Dama de la República, señora diputada, señor diputado, señor Carlos Armando Martínez, alcalde municipal, señoras vicealcaldesas, doña María de los Ángeles Acosta y doña Laura Rivera, señor Martín Arroyo Reyes, presidente del Concejo Municipal, señores y señoras regidores, señoras y señores síndicos, párroco Juan Carlos Vargas, nicoyanos y nicoyanas, guanacastecos y guanacastecas:

Tenía preparadas unas palabras  pero me nace hablarles del corazón, de lo que siento en este momento.

Y lo que siento en este momento es que aunque sea una frase trillada, no es lo mismo cuando se vive, y es que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde. 

Hoy, desearíamos tener la música, los abrazos, la algarabía, desearíamos sentir ese calor humano.  Desearíamos escuchar esos gritos, las retahílas, las bombas, la alegría y porqué no escuchar también las voces críticas que se escuchan en estas actividades y en estas fechas. Eso se extraña, eso lo extrañamos todas y todos.

Pero también sabemos que eso cambiará y que saldremos de esta pandemia y que saldremos adelante.

Cuando don Martín hablaba de qué sería Costa Rica sin el Partido de Nicoya, qué sería Costa Rica sin Guanacaste: Costa Rica no sería Costa Rica como la conocemos. Y el presidente del Concejo Municipal tuvo la delicadeza de hacernos pasar por la riqueza cultural y gastronómica y de recordarnos los grandes artistas y la gran contribución de la provincia para Costa Rica. Me recordó tantas otras cosas que no sería Costa Rica sin Guanacaste.

Costa Rica sin Guanacaste no tendría la generación geotérmica de punta que tiene, en el mundo.

Costa Rica no tendría en su historia y en su bagaje cultural a Santa Rosa o la riqueza del bosque tropical seco. 

Qué sería de Costa Rica sin el río Tempisque o sin toda la belleza de Guanacaste que hoy más que su belleza es el acicate de una de sus mayores industrias que hoy también extrañamos, como lo es el turismo.

Entonces que esta ocasión del 196 aniversario en conmemoración de la Anexión del Partido de Nicoya,  en un ámbito en  que extrañamos, nos haga valorar lo que tenemos como país, que es esta gran maravilla de estar unidos y unidas.

Que si hoy extrañamos las cosas hermosas que tenemos, sea para que dentro de un año, nos encuentren mejor y más unidos, más fuertes, renovados.

Hay otras cosas que son tan hermosas cuando se habla de la Anexión, como un acto pacífico voluntario, un acto de libertad, eso es tan hermoso.  Cuando las anexiones en la historia se recuerdan como actos de violencia y procesos derivados de un conflicto, es única la anexión de la cual nosotros hablamos en Costa Rica.

Cuando el alcalde hablaba y cuando el presidente del Concejo hablaba, de lo que significa Guanacaste y de lo que significa estar unidos, se me vino a la mente la gran noticia que recibimos recientemente de que finalmente la Sala Constitucional dió luz verde para el proyecto PAACUME de Agua para Guanacaste.  Si ustedes se fijan, el proyecto en su diseño y en su definición es una muestra de unión, de unión entre la altura y la bajura de la provincia.

Es una muestra de unión del país que se proyecta a cincuenta años para dar abastecimiento para los cantones de la bajura. Se tendrá el equivalente de consumo humano para dar agua a medio millón de personas, cuando hoy en la provincia tenemos aproximadamente unas trescientas mil personas.  Será el primer proyecto de Costa Rica de adaptación a la crisis climática.  Creo, sin miedo a equivocarme, que si no es el primero es uno de los primeros proyectos  en Centroamérica y el Caribe de adaptación climática y estará en Guanacaste.  Todo un orgullo para el desarrollo de la provincia y de nuestro país.

El señor alcalde dijo otra cosa que me pareció hermosa y que quiero rescatar, sobre el trabajo conjunto, la no mezquindad.  Ustedes saben que cuando los presidentes venimos a Guanacaste nos hacen nuestros reportes de lo que se ha avanzado en la provincia durante el último año.  Este año yo me siento muy satisfecho porque desde el despacho de Claudia Dobles hay un reporte muy nutrido de avances en obras para la provincia, y yo pense para mis adentros: este no es el avance de un gobierno, o de una municipalidad, de una asociación de desarrollo, ni de un ministerio o una institución, no es el avance de una división regional, no es el avance de uno o dos o tres diputados o diputadas, es el avance de todo un país, de un pueblo, de todas esas familias, que somos una familia bajo el nombre de Costa Rica.

Cuando entendemos que ese progreso, que eso que se pone en una lista de cosas, es la unión de nosotros como pueblo, es cuando entendemos que debemos seguir adelante, juntos y juntas.

Hoy, como presidente, yo necesito el apoyo de todas y todos para salir adelante, necesito el apoyo de la diputada y del diputado, necesito ese apoyo, se los digo con franqueza y con la mano en el corazón: necesito de su apoyo, necesitamos unirnos para sacar lo que se nos viene por delante, difícil.  Necesito el apoyo también señor alcalde, señor presidente del Concejo, señores regidores, necesito el apoyo de ustedes.  Necesito el apoyo de todo un país para que saquemos esto adelante.  Si no es unidos no saldremos adelante, pero sé que saldremos adelante porque en nuestra historia de forma recurrente lo hemos hecho, hemos logrado salir adelante, con esperanza.  Y si hoy extrañamos esas fiestas, esas alegrías, pensemos en lo que será nuestro próximo año cuando veamos materializada una cura, cuando veamos una recuperación, un rebote económico, cuando vayamos en tránsito a estar mejor.  

Ese día de mañana existe, la esperanza no está en simplemente en esperar a que ese día llegue, la esperanza está en que sigamos trabajando día a día.  Ahí es donde está la esperanza, en nuestro propio esfuerzo.  No hay decisiones fáciles por delante, no las hay, pero sí hay una salida, y la salida es juntas y juntos.

Nos necesitamos unos a otros, así como hoy, dichosamente gracias a la visión de quienes firmaron la anexión , hoy decimos que Costa Rica necesita siempre a Nicoya y necesita siempre a Guanacaste, es seña de que todas y todos nos necesitamos unos a otros en generosidad, en visión, en desprendimiento, en compartir.

Nuestro riesgo más grande hoy no es solamente la pandemia, y no es el mayor.  Nuestro riesgo más grande es que no tengamos el discernimiento, la sapiencia, la fortaleza para salir adelante juntas y juntos.

Les pido esa unión, esa ayuda porque mi rol es llevar esa ruta, y créanme que en la ruta que hemos planteado, estamos todas y todos según lo que podemos dar y está el esfuerzo necesario no solo para que salgamos de esto sino para que salgamos mejor.

Como decía bien el señor alcalde, hay que reconocer el valor del trabajo, y las cosas buenas requieren esfuerzo.  Eso es lo que yo le ofrezco hoy a Costa Rica: esfuerzo, sacrificio, pero con un objetivo, para estar mejor, para salir mejor de esta situación difícil.

Veo ese año entrante, veo ese 25 de julio y lo veo estando mejor, todas y todos.

Pero como el camino que ha recorrido el pueblo chorotega, el pueblo nicoyano, no es un camino que inició asfaltado, no es un camino que inició con banda ancha y con aire acondicionado.  Es un camino que se construye con esfuerzo y en los mejores momentos como en la anexión, en la cofradía y otras tantas decisiones, se construyó en la unión.  Y cuando no fue en la unión, sabemos que ha sido en el llanto o en rechinar de dientes, y eso no lo quiere nadie.  Unirnos, no hundirnos, eso es lo que nos toca hoy a todas y a todos.

Como es fácil decir “no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde”, pero es duro vivirlo como hoy es fácil decir unámonos y no separémonos, es más difícil vivirlo.  Yo los llamo a que lo vivamos, vivamos la unión, con generosidad, con desprendimiento, con amor.  Ese es el único camino que tenemos

¡Que viva Nicoya!

¡Que viva Guanacaste!

¡Que viva Costa Rica!

¡Que viva la Anexión!