- Se trata de un préstamo de libre disposición gracias al cumplimiento de 13 acciones claves asociadas al plan que permite que el país disponga de estos fondos para apoyo presupuestario.
- Banco Interamericano de Desarrollo aportará ₡130 mil millones ($230 millones) y la Agencia Francesa de Desarrollo otros ₡86 mil millones ($150 millones), que se destinarán a proteger a las personas afectadas por la emergencia nacional.
- Préstamo –a un plazo de amortización de 20 años y 5,5 años de gracia- se encuentra en la Asamblea Legislativa para aprobación.
Las acciones del Plan Nacional de Descarbonización de Costa Rica facilitaron el acceso a un préstamo de libre disposición en condiciones favorables para el país, que ahora forma parte del procedimiento de respuesta nacional ante la crisis sanitaria provocada por el COVID-19.
Se trata de un empréstito de ₡216 mil millones que ofrecieron en condiciones favorables el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) para resguardar las personas, los trabajos y las empresas de los efectos causados por el coronavirus, como parte del Plan Proteger.
Los cooperantes acordaron aportar los fondos este año, luego de que, entre 2019 y el primer trimestre de 2020, Costa Rica cumpliera 13 reformas de política pública que le colocan en ruta hacia una economía más eficiente, limpia y amigable con el ambiente. El plazo de amortización de 20 años y un período de gracia de 5,5 años. La tasa de interés BID es LIBOR 3 meses más 0.92%, y la tasa de interés AFD es Euribor 6 meses más un margen de 1.3%.
Esta modalidad se conoce como “Programa Basado en Política Pública” (PBP por sus siglas en inglés de Policy-based-program) y reconoce hitos de política pública realizados por el Gobierno para avanzar, en este caso, con la implementación del Plan de Descarbonización.
El dinero del préstamo proveniente del BID y AFD ahora será parte del fondo de ₡1,3 billones que el gobierno destinará a la atención de la crisis del COVID-19. Al ser un crédito de apoyo presupuestario, sus fondos entran a reforzar las finanzas del Estado sin que haya uso específico de los fondos. El ente encargado de administrar los recursos será el Ministerio de Hacienda.
Mientras otro tipo de empréstitos obligan al país a ejecutar el dinero en obras puntuales (por ejemplo, una calle o un puerto), éste permite disponer de los recursos y deja la puerta abierta para negociar un segundo préstamo en unos años si el país mantiene el camino en descarbonización.
Logros valiosos
Entre las 13 metas que el país cumplió y que los cooperantes reconocieron se encuentran la publicación del Plan Nacional de Transporte Eléctrico (Decreto 41579-MINAE-MOPT), la aprobación de una tarifa para las estaciones de recarga de vehículos eléctricos (Resolución de la Junta Directiva de ARESEP RE-0056-IE-2019) y el protocolo de oficialización del Sistema Nacional de
Métrica en Cambio Climático (Directriz del MINAE No. 001-2019), las cuales forman parte de la agenda del Plan Nacional de Descarbonización 2018-2050, publicado en febrero de 2019.
“Nuestro Plan de Descarbonización y estas 13 reformas cumplidas han demostrado a estos socios claves, el BID y la AFD, que Costa Rica está en ruta hacia una economía moderna, baja en emisiones y competitiva. Eso nos hace socios atractivos para recibir dinero en buenas condiciones. Estos cooperantes quieren lo mismo que los costarricenses: ciudades limpias, transporte moderno y electrificado, agricultura climáticamente inteligente y competitiva integrada a paisajes que reduzcan las emisiones de carbono, e información clara sobre los avances. Estas medidas podrán lograr una reactivación, tras la crisis sanitraria, que ponga primero el bienestar de las personas y atienda la crisis climática”, dijo el presidente Carlos Alvarado Quesada.
El préstamo de $380 millones ($230 millones del BID y $150 millones de AFD) reconoce que la descarbonización es un modelo innovador para Costa Rica y que es una buena inversión prestarle plata al país para acelerar la implementación de estas mejoras. Según el esquema, el país tiene la oportunidad de continuar esta estrategia de innovación para potenciar su desarrollo sostenible mediante la creación de soluciones para descarbonizar la economía.
José Ramón Gómez, representante del BID en Costa Rica, indicó que el préstamo basado en políticas públicas tiene una particularidad importante. “Dada la modalidad de este préstamo, la totalidad de los US$230 millones que serían desembolsados por el BID, proporcionan recursos fungibles al prestatario, de manera que podrían ser utilizados, en el marco del contrato de préstamo, según las necesidades y prioridades que determine el país”, destacó.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, dijo que estos recursos contribuyen a satisfacer las necesidades de financiamiento del Gobierno en el 2020, “lo que asegura la posibilidad de que el Estado honre todas sus obligaciones con las familias, empresas e instituciones al mismo tiempo que paga sus deudas”.
Por su parte, la ministra de Planificación Nacional y Política Económica, María del Pilar Garrido Gonzalo señaló que “nuestro buen desempeño en materia de cambio climático es reconocido. Agradecemos al BID y a la AFD por esta muestra de confianza que, en este momento en particular, será un importante bastión para enfrentar el impacto sanitario y socioeconómico de la emergencia por COVID-19”.
El BID aprobó el préstamo el 11 de marzo de 2020 y la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD) lo hizo el 19 de diciembre de 2019. De parte de Costa Rica, el préstamo pasó por varias rondas de negociación con un equipo interministerial ya fue sometido a la Asamblea Legislativa para su aprobación.
Plan Nacional de Descarbonización
En reconocimiento a los esfuerzos innovadores y de alta ambición del país, el BID y el AFD aportan fondos no reembolsables para trabajar con instituciones claves como los ministerios de Hacienda, Planificación Nacional y Política Económica, Ambiente y Energía, Obras Públicas y Transportes y Agricultura y Ganadería y la Dirección de Cambio Climático, para avanzar en los esfuerzos de movilidad sostenible, agricultura climáticamente inteligente, soluciones basadas en la naturaleza, y gobernanza y monitoreo de la acción climática.
Las acciones del Plan Nacional de Descarbonización van a mantenerse, apoyadas por recursos internos y de cooperación internacional y el respaldo del sector privado, el sector municipal y la sociedad civil. En su primer año, el 82% de las acciones del Plan de Acción y el 79% de las metas de la primera etapa del Plan (que va de 2018 a 2022), reportaron avances a febrero de 2020.
“El Plan Nacional de Descarbonización es una garantía al futuro. Nuestros socios saben que pueden prestarle dinero al país en condiciones favorables, porque estas metas que ya cumplimos nos ponen en una ruta clara hacia un país más moderno. Las acciones asociadas al plan le ahorrarán al país millones de dólares en las décadas que vienen, por los costos asociados actualmente a caos vial, salud pública, accidentes y calidad de vida”, dijo el ministro de Ambiente y Energía, Carlos Manuel Rodríguez.