Esta tarde se logró un acuerdo para implementar un plan piloto entre autoridades de Costa Rica y Panamá para atender la apremiante situación que se presenta en las fronteras de la región. El acuerdo autoriza el ingreso de transportistas a territorio nacional, bajo un protocolo sanitario y de seguridad que permitirá trasladar las mercancías a lugares debidamente autorizados.
La propuesta que se presentó a las autoridades de Centroamérica fue elaborada de manera conjunta entre autoridades el sector público y representantes del sector privado, quienes invirtieron mucho tiempo y su amplia experiencia, y está orientada a eliminar la fila de unidades de transporte que se encuentran en los puestos fronterizos terrestres. Se continúa en un diálogo abierto con los demás países para que esta propuesta pueda ser implementada con más actores de la región.
La Ministra de Comercio Exterior, Dyalá Jiménez, manifestó estar muy complacida por la construcción de soluciones entre el sector público y privado de la región para ir adaptándonos a las nuevas realidades. “Centroamérica es un socio comercial clave para Costa Rica y de ese mercado dependen muchas familias costarricenses. Resultaba urgente encontrar una solución balanceada, pues sin comercio, no hay salud y sin salud, no hay comercio”, agregó. Por su parte, el Ministro de Relaciones Exteriores agregó “me alegra que nuestras gestiones diplomáticas hayan contribuido a encontrar soluciones en la región.”
Al respecto, el Ministro de Salud, Daniel Salas, indicó que “resguardando la salud de Costa Rica, hemos propuesto a los gobiernos de la región una nueva estrategia de manejo de los transportistas, mediante un mecanismo que nos permitiría resguardar sus movimientos y traslados, en aras de evitar posibles contagios por COVID-19. Hacemos un llamado a la solidaridad regional, estamos ante una situación atípica, que requiere soluciones innovadoras”.
El plan piloto propuesto por Costa Rica permitirá el ingreso de transportistas a un grupo de almacenes fiscales que han mostrado su interés en participar de esta iniciativa y que serán previamente evaluados por las autoridades de Salud, a fin de garantizar que se cumplan con los lineamientos requeridos para evitar el contagio del COVID-19. En ellos se realizará la carga y descarga de mercancías en un plazo reducido. Esta fase incluye además el establecimiento de una ruta fiscal controlada desde las fronteras hasta estos lugares y el uso de paradas autorizadas, siempre asegurando las condiciones de seguridad y salud de los transportistas. La ruta segura deberá incorporar el uso de escoltas/convoyes o dispositivos de trazabilidad de la unidad de transporte, elemento que aún se encuentra en desarrollo.