- Ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, expuso este lunes ante el Plenario Legislativo sobre cómo la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas impidió una crisis nacional.
- “Las crisis fiscales hipotecan el futuro y traen como consecuencia una reducción en gasto social, aumento de la pobreza, más desempleo y venta de activos a precios por debajo del valor de mercado, entre otros efectos directos sobre la población”, explicó el jerarca.
Si Costa Rica estuviera hoy sin la reforma fiscal aprobada a finales de 2018, continuara el déficit del gobierno central podría haber alcanzado 8,44% del PIB (₡ 3 billones de colones) y no 6,96% (₡2.5 billones) como sucedió al cierre del 2019.
De haberse mantenido por esa misma senda, al 2020 este déficit podría haber llegado a 9,43% del PIB (₡ 3.5 billones) y a 14,85% (₡6.3 billones) en el 2024.
Así lo expuso esta mañana Rodrigo Chaves, ministro de Hacienda ante el Plenario Legislativo, donde fue convocado para referirse al comportamiento de las finanzas públicas del gobierno, al cierre del año anterior.
“Presentar estas proyecciones y sus consecuencias como la crisis que dichosamente no sucedió, porque actuamos con responsabilidad, nos alerta y nos permite visualizar mejor lo que queremos y lo que no queremos para Costa Rica”, enfatizó Chaves.
De acuerdo con el Jerarca, sin la Ley 9635, la relación deuda/PIB (lo que debe el país, en relación con la producción nacional) habría sido 58,8% en 2019; 66,4% este año y 106,4% en el 2024; porcentajes insostenibles que llevarían inevitablemente a una crisis fiscal difícil de superar.
“Las crisis fiscales hipotecan el futuro, traen consigo alza en las tasas de interés, desplazamiento del crédito del sector privado, aumento explosivo del servicio de la deuda, incremento del gasto corriente, caída en la inversión, reducción del producto interno bruto y baja en la calificación crediticia. Esto se traduce en una reducción en gasto social, aumento de la pobreza, más desempleo y venta de activos a precios por debajo del valor de mercado, entre otros efectos directos sobre la población”, explicó el Ministro.
Con estas proyecciones, el Gobierno demuestra una vez más, que la aprobación de la reforma fiscal que se postergó por 16 años y se logró en el 2018, gracias al compromiso de esta Asamblea Legislativa y del Ejecutivo, fue fundamental para avanzar en el proceso de sostenibilidad fiscal del país. No obstante, la realidad de las finanzas públicas requiere nuevas acciones que consoliden su sostenibilidad, reactiven la economía y generen empleo.
Por tal razón, el Ministro de Hacienda, dio a conocer hoy las nuevas medidas que aplicará el Gobierno para avanzar con este propósito, ninguna de las cuales afectará el bolsillo de la población costarricense.