“Este es un reconocimiento a un trabajo de familia de 18 años”

  • Así se refirió Dixiana Mena, entrenadora de sus hijas Noelia y Andrea Vargas, al recibir la condecoración al Mérito en la Paz y en la Democracia de la presidenta en ejercicio, Epsy Campbell. 
    • En el marco del 71 aniversario de la Abolición del Ejército, Mena afirmó que “todos los costarricenses tenemos la obligación de contribuir con el país para la consolidación y defensa de nuestros valores desde el campo en que nos desenvolvemos”. 
    • “Yo sueño mucho, me veo en una final olímpica”, dijo la entrenadora en referencia a la competición de sus hijas en Tokio 2020.

    “Es un reconocimiento a un trabajo de familia de 18 años. No solo es un orgullo para nosotros, es para el pueblo que representamos, para Puriscal, para el país que defendemos internacionalmente”, expresó Dixiana Mena Torres, al recibir la condecoración al Mérito en la Paz y en la Democracia.

    La distinción fue dada por la presidenta en ejercicio de la República, Epsy Campbell, durante los actos protocolarios de celebración del 71 aniversario de la abolición del ejército, que tuvieron lugar este domingo 1 de diciembre en el Museo Nacional de Costa Rica.

    Dixiana Mena junto a sus dos hijas Andrea y Noelia Vargas y su nieta Avril.

    Se trata de una condecoración creada en 2010 como un reconocimiento que rinde la Presidencia de la República a aquellas personas que, por sus actuaciones, son ejemplo de compromiso con los valores y principios de la Paz y de la Democracia.

    “Recibo esta distinción con orgullo y sorpresa”, dijo Mena, al tiempo que expresó estar convencida de que el trabajo que realiza en familia con sus hijas, que se extiende a muchos niños y niñas de Puriscal a quienes entrena y guía voluntariamente, es un aporte a la paz y a la democracia.

    “Todos los costarricenses tenemos la obligación de contribuir con el país para la consolidación y defensa de nuestros valores desde el campo en que nos desenvolvemos”, reflexionó emocionada la preparadora físicica quien estuvo acompañada de su esposo, Juan Manuel Vargas, de su hija Andrea Vargas y su nieta Avril.

    Como entrenadora, Dixiana Mena ha logrado colocar a Andrea como campeona panamericana en 100 metros vallas y a Noelia como campeona centroamericana en marcha 20 kilómetros. 

    Entrenamiento de Andrea Vargas en el estadio Luis Ángel Calderón de Santiago de Puriscal.

    Hoy, tiene la mirada puesta en Tokio 2020, donde competirán sus dos hijas. “Yo sueño mucho. Me veo en una final olímpica. Mi trabajo está enfocado a eso: a Tokio 2020”, afirma.

    Cuando la realidad supera la ficción. Esta afirmación es la adecuada para hablar de la historia de Dixiana Mena Torres, madre de las hermanas Vargas, a quienes entrena desde pequeñas y que hoy están en la cima del atletismo. 

    Con la convicción de alcanzar la final olímpica el próximo año, la entrenadora recuerda cómo la práctica del atletismo se ha convertido en un estilo de vida para los Vargas Mena. Desde que la inquieta Andrea tenía cuatro años, los Vargas Mena emprendieron un proyecto familiar que hoy, 18 años después, alcanza un momento culminante con la clasificación de las dos hijas al ciclo olímpico en Japón el próximo año. 

    En un video proyectado en redes sociales de la Presidencia de la República y filmado en el estadio Luis Ángel Calderón de Santiago de Puriscal, evoca las empedradas calles del Barrio Corazón de Jesús de su amado Puriscal, donde solía ir a “mejenguear” con las prácticas de sus hijas, a las que se sumaba su esposo y su hijo Alejandro como liebre y muchos de los vecinos. 

    “El entrenamiento era un juego del que disfrutábamos todos en familia y que cada vez se fue haciendo más competitivo”, expresó tras recordar que con los primeros triunfos internacionales de sus hijas vio el imperativo que tenía de involucrarse de lleno para acompañarlas. Siempre pensando en lo más alto.

    Este domingo fue condecorada al Mérito en la Paz y en la Democracia de la presidenta en ejercicio, Epsy Campbell.  Foto: Julieth Méndez (Casa Presidencial)

    ¿Sus armas? El trabajo en equipo con su esposo e hijos, la disciplina, el orden, la solidaridad con sus vecinos, el amor por Costa Rica. Y el seguimiento estadístico, los apuntes, la superación constante.

    Para Dixiana, lo esencial es que el atleta sea fuerte, intuitivo, que aprenda a competir por sí solo y desarrolle su propia técnica. Por eso no se contamina con la información de competidoras internacional. Bajo esta estrategia, hoy Andrea es campeona panamericana en 100 metros vallas y quinta en el mundial de Qatar. Y la menor de sus hijas, Noelia, es campeona centroamericana de marcha en 20 km. 

    En el audiovisual de que se prolonga por cinco minutos, la entrenadora habla del programa de preparación para alcanzar la curva de máximo rendimiento en Tokio 2020 con seis fogueos, incluidos tres en Los Ángeles y uno en el Caribe.

    Sus sueños. Mena Torres sueña más allá con el futuro atlético de los niños en Costa Rica como Fiorella, la pequeña “marchista” originaria de Salitre que vive en Puriscal, cuyas condiciones naturales de rapidez y buena técnica la proyectan internacionalmente como una potencia, según pronostica.

    Piensa en la pista atlética que se construirá en el Polideportivo del barrio El Carmen, compromiso del Gobierno de Carlos Alvarado con Andrea, cuando el ministro de Deportes, Hernán Solano, le informa sobre el plan maestro que se proyecte inicie la construcción este mismo año, estimándose su finalización en el 2021. 

    También sueña con un centro de alto rendimiento en Puriscal.

    Desde ya planifica el próximo ciclo olímpico, a partir de 2021, para seguir poniendo en lo más alto a Costa Rica, el país que defiende y representa, cuya paz, democracia y estabilidad han contribuido al éxito alcanzado en el atletismo mundial. 

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