● Se abrirá un diálogo entre las partes en junio 2020 para identificar acciones concretas de adaptación y mitigación basadas en el océano.
● El grupo que promovió este texto trabajará para asegurar resultados concretos producto de ese diálogo.
Como resultado del arduo trabajo de la delegación costarricense junto a Indonesia, Fiji y Panamá, la importancia crítica de los océanos en el sistema climático de la Tierra fue incluido en el documento “Chile-Madrid, tiempo para la acción” firmado por las naciones presentes en la COP25 que se desarrolló del 2 al 15 de diciembre en Madrid, España.
De esta manera, se define por primera vez un proceso para integrar formalmente un diálogo sobre la relación entre el océano y el clima en junio 2020 bajo la autoridad del OSACT (Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico) y que dichos resultados se lleven a la próxima COP26, que se desarrollará en Reino Unido en el 2020.
“Este es un primer paso para promover acciones urgentes que permitan la conservación del océano como una solución ante la crisis climática. Un océano sano implica un sistema climático sano, uno no puede verse separado del otro. Con esto, Costa Rica ratifica su compromiso y da un paso adelante en la consolidación de una agenda estratégica”, señaló Haydée Rodríguez, Viceministra de Agua y Mares del Ministerio de Ambiente y Energía.
El 2020 se conoce como el “súper año” por tener una serie de conferencias internacionales sobre océanos y biodiversidad que permitirán llegar a un acuerdo mundial sobre un nuevo pacto con el ambiente.
“El océano es parte de la solución, por ello debemos ver este resultado en el marco de las negociaciones que se darán en el 2020 sobre biodiversidad en áreas fuera de jurisdicción nacional, el convenio de diversidad biológica, áreas protegidas, COP26 sobre cambio climático y la meta de proteger el 30% del Planeta para el 2030”.
Acciones en Costa Rica
Nuestro país, con la implementación del mecanismo de gobernanza de los espacios marinos, desarrollará una metodología para el ordenamiento espacial marino que incluya la variable climática, la ciencia y el conocimiento tradicional para el beneficio de las comunidades y la conservación del océano.
Igualmente, se revisarán las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) para garantizar que se incluyan acciones ambiciosas para la conservación de los océanos en el marco del Convenio sobre Cambio Climático.
“Somos conscientes que la integridad de los océanos está amenazada por la contaminación, destrucción de hábitats, sobreutilización de los recursos y el cambio climático. Desde esta administración hemos definido acciones para enfrentar estos retos trabajando con sociedad civil, sector privado y el sector científico”, explicó Rodríguez.
“Aunque estas acciones nacionales son urgentes, no son suficientes para asegurar un océano sano y resiliente. Es necesario actuar de manera global e integrada para alcanzar la meta” añadió la jerarca costarricense.
Para la viceministra, es necesario que las discusiones climáticas sobre el océano sean planteadas de manera integral y por lo tanto, la perspectiva global que se está alcanzando con este acuerdo, apunta a contribuir a que los países emisores apoyen con más cooperación, apoyo técnico y alianzas estratégicas.
Además, aseguró que trabajará para que este acuerdo genere resultados en el menor plazo posible y que la COP26 tenga suficientes insumos para aumentar las ambiciones de la comunidad internacional en la protección del océano. Con esto, además, robustecer los alcances que se hayan logrado en la Conferencia de las Partes hasta el momento, dando siempre un impulso mayor.
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