Síntesis: Plan Nacional de Descarbonización 2018-2050

¿En qué consiste el Plan Nacional de Descarbonización de Costa Rica? Costa Rica ha logrado avances ambientales importantes en décadas previas, incluyendo una red eléctrica en más de un 95% libre de emisiones y muy bajas tasas de deforestación con una cobertura boscosa que supera el 52% del territorio. Para hacerlo,  realizará cambios y modificaciones significativas en su oferta de movilidad y transporte (público y privado), en la gestión de sus formas de energía, en la construcción sostenible y la industria instalada en el país, así como en la gestión de los residuos de sus ciudadanos y empresas.  También se incluyen pautas para mejorar las prácticas agrícolas y el uso del suelo, evitando la deforestación. El Plan ofrece una Hoja de Ruta para impulsar la modernización de la economía costarricense, generar empleos y dinamizar su crecimiento a partir de un modelo basado en la generación de bienes servicios 3D: descarbonizados, digitalizados y descentralizados en la producción eléctrica. Además, el Plan será utilizado como la base para la construcción de tres iniciativas más: el Plan Nacional de Desarrollo e Inversiones Públicas (2018-2022) y el Plan Estratégico Costa Rica 2050 (Estrategia de Largo Plazo). Todas estas medidas, acciones y mejoras adoptadas en el país son parte de las llamadas Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs) que Costa Rica presentará en el 2020 ante la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC)  para evidenciar su compromiso por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y participar del esfuerzo global porque la temperatura global no ascienda por encima de los 2 grados centígrados con respecto a la época preindustrial. Metas concretas La estrategia tiene 10 ejes con metas muy concretas: 1 – Desarrollar un sistema de transporte público (buses, taxis y TRP) y movilidad compartida seguro, alimentado por energías limpias (sin emisiones) y tan eficiente que haga menos atractivo el uso de automóvil particular para desplazarse. Se aspira a un incremento de al menos un 10% de las movilizaciones no motorizadas. METAS:

  • 2035: 70% de los buses y taxis serán cero emisiones, TRP operará 100% eléctrico
  • 2050: sistema de transporte sustituirá a vehículos privados como principal opción de movilidad
  • 2050: 100% de buses y taxis serán cero emisiones.
2 – Transformar progresivamente la flota vehicular del país de carros ligeros de combustión fósil a vehículos cero emisiones y promover modelos de negocios de autos compartidos autónomos. El país implementará una extensa red de recarga eléctrica a lo largo del país y con infraestructura complementaria para tecnologías cero emisiones, por ejemplo, estaciones de hidrógeno. METAS:
  • 2025:  Se estabilizará el crecimiento de las compras de motocicletas y se adoptarán estándares para favorecer las ventas de motos cero emisiones
  • 2035: 25% de la flota vehicular será eléctrica
  • 2050: 100% de las ventas de vehículos ligeros nuevos será de vehículos cero emisiones y el 60% de la flota de vehículos ligeros -privados y públicos- será cero emisiones.
3 – Reducir el impacto ambiental del transporte de carga en el país favoreciendo la adopción de tecnologías de eficiencia energética y de vehículos bajos en emisiones de carbono. METAS:
  • 2022: País tendrá inventario público sobre las emisiones de la flota de vehículos de carga. Se pondrán en marcha planes piloto para aumentar la eficiencia de los camiones mejorando logística del transporte.
  • 2050: Al menos el 50% del transporte de carga será altamente eficiente y habrá reducido emisiones en un 20% con respecto a emisiones del 2018.
4 – Consolidar un sistema eléctrico nacional capaz de abastecer y gestionar energía renovable a un costo competitivo para los usuarios. Mejorar la gestión eficiente de los clientes y territorios mediante la digitalización de los procesos institucionales y comerciales. METAS:
  • 2030: La matriz eléctrica del país deberá operar al 100% con energías renovables
  • 2050:  La energía eléctrica será fuente de energía primaria para el sector transporte, residencial y comercial, industrial.
5 – Desarrollar edificaciones de uso comercial, residencial e institucional bajo estándares de alta eficiencia y bajas emisiones. METAS:
  • 2030: 100% de las nuevas edificaciones comerciales, residenciales e institucionales se diseñarán y construirán adoptando sistemas de resiliencia y tecnologías bajas emisiones.
  • 2050: 100% de las edificaciones comerciales, residenciales, e institucionales operarán con estándares de bajas emisiones implementando además el uso de energías renovables en procesos de cocción y agua caliente.
6 – Modernizar el sector industrial a través de la aplicación de procesos eléctricos, sostenibles y más eficientes. METAS:
  • 2030:  Se contará con una estrategia y modelos de negocio de diseño integral que consideren las acciones necesarias para atenuar y responsabilizarse del impacto de un producto desde su nacimiento, distribución y posterior descarte:  lo que se llama “cuna a tumba” (o “cradle-to-grave”).
  • 2050: El sector industrial se apoyará más en fuentes de energía bajas en emisiones.
7 – Desarrollar un sistema de gestión integrada de residuos basado en la separación, reutilización, revalorización y disposición final de máxima eficiencia y bajas emisiones. METAS:
  • 2022:  Se contará con Estrategia y Plan Nacional de Mejores Opciones Tecnológicas para reducir las emisiones de metano por residuos orgánicos.
  • 2030: Costa Rica tendrá una cultura ciudadana y empresarial orientada a una menor generación, de residuos y a un exitoso manejo de los mismos.
  • 2050: 100% del territorio contará con soluciones para la recolección, separación, reutilización y disposición de residuos.
8 – Apoyar la adopción de tecnología alimentaria eficiente y baja en carbono que genere bienes de exportación y también para el consumo local. METAS:
  • 2050: Al menos el 50% del transporte de carga será altamente eficiente y habrá reducido emisiones en un 20% con respecto a emisiones del 2018.
9 – Consolidar modelos ganaderos basados en la eficiencia productiva y disminución de gases de efecto invernadero. METAS:
  • 2050: Productores nacionales habrán adoptado la tecnología más avanzada de acuerdo con estándares de sostenibilidad, competitividad y bajas emisiones.
10 – Consolidación de un modelo de gestión de territorios rurales, urbanos y costeros que facilite la protección de la biodiversidad, el incremento y mantenimiento de la cobertura forestal y servicios ecosistémicos a partir de soluciones basadas en la naturaleza. METAS:
  • 2030: Aumentar la cobertura forestal de Costa Rica a un 60% para consolidar corredores biológicos e incrementar la disponibilidad de áreas verdes para la recreación.
¿Cómo se piensa lograr? Para impulsar los cambios deseados en Costa Rica promete apostar por una reforma fiscal verde, así como una reforma institucional ambiental que incluyen la  modernización de Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE), Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT) Consejo de Transporte Público (CTP). Además, el país procurará avanzar en los procesos de digitalización, conectividad digital, ciudades inteligentes y teletrabajo, entre otras. El proceso de descarbonización será fortalecido mediante iniciativas de fortalecimiento educativo para lograr cambios de hábitos y culturales, así como la atracción de inversiones. Transparencia en los procesos, métricas y datos abiertos son algunas de las herramientas para rendir cuentas de este proceso a la comunidad nacional e internacional. Costa Rica se prepara así para hacer frente a los desafíos de la “cuarta revolución industrial”. Reconoce que sus ventajas competitivas radican en potenciar: su capital natural, su capital humano, su capital energético renovable, con el uso de la tecnología y la digitalización, para agregar valor y producir bienestar. ¿Cuándo se espera alcanzar la meta? A través del presente plan, el Gobierno de Costa Rica define que su meta es ser una economía emisiones netas cero en el 2050. Esta meta es consistente con la ciencia y con el reciente Informe Especial del IPCC sobre el 1.5°C. Los paquetes de políticas que se presentan y el proceso de planificación desarrollado, se consideran como acciones de partida, que deberán ser complementadas y actualizadas en subsiguientes iteraciones bajo el principio de progresión, siempre de forma consistente con dicha meta. Cumplir una meta a 2050 no significa posponer las acciones, sino gestar transformaciones de fondo y con urgencia.]]>