Última etapa de restauración del Templo de Nicoya prevista para iniciar en febrero

Así lo proyecta el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.

 

Ministerio de Cultura y Juventud incluyó 300 millones de colones para la obra en presupuesto 2019.

 

Costo total aportado por el MCJ para restauración es de 670 millones de colones.

  La tercera y última etapa de restauración del templo de San Blas de Nicoya, uno de los más antiguos del país, iniciará en febrero de 2019. [caption id="attachment_29978" align="alignleft" width="425"] Daños en la bóveda del templo a causa del terremoto de setiembre de 2012 en Nicoya.[/caption] Así lo proyecta el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, institución del Ministerio de Cultura y Juventud que invertirá 300 millones de colones en el proyecto “Restauración del Templo de San Blas de Nicoya, III etapa”. Este monto se suma a los 370 millones de colones aportados entre 2013 y 2017 en una secuencia de intervenciones gestionadas tras el terremoto ocurrido en la zona en 2012. Desde este fuerte sismo, hace seis años, los nicoyanos no pueden utilizar su preciado templo, que cuenta con declaratoria como Patrimonio Histórico-Arquitectónico del país. “Estamos muy complacidos de contar con los recursos para finalizar en el primer semestre del 2019 la restauración total de este templo. Sabemos el significado que tiene como punto medular de la cultura de Nicoya, de su historia y de la identidad de sus pobladores”, apuntó Diego Meléndez, director del Centro de Patrimonio Cultural. “El Ministerio de Cultura y Juventud y la Presidencia pusieron todo su esfuerzo para asegurar los recursos para el 2019 tras declararse infructuoso el proceso que se gestionó para la III etapa en 2018. Ahora, desde el Centro de Patrimonio se ha hecho lo propio para que los guanacastecos, todos los costarricenses y quienes nos visitan puedan disfrutar de este espacio lo antes posible”, aseguró Sylvie Durán, ministra de Cultura y Juventud. En julio pasado, el presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada, visitó la iglesia en compañía de diputados de la provincia y anunció la decisión y compromiso del Poder Ejecutivo de incluir en el Presupuesto del MCJ de 2019 los recursos para la finalización de este patrimonio costarricense. Actualmente, la obra está en proceso de adjudicación mediante licitación abreviada; un arquitecto del Centro de Patrimonio Cultural supervisará la labor de la empresa seleccionada. [caption id="attachment_29979" align="alignright" width="520"] El reforzamiento de la estructura se realiza mediante bandas de fibra de carbono que son adheridas a los muros y ancladas al piso.[/caption] Lo que se hará. El reforzamiento estructural del presbiterio y la sacristía del templo incluye trabajos preliminares de evaluación arqueológica y levantamiento detallado de los acabados y elementos decorativos. Luego se procederá con el reforzamiento con fibras de carbono que aportan resistencia y, a la vez, flexibilidad a la estructura, remoción de pisos y excavación para fundaciones e instalación de bases de concreto estructural desde donde se “anclan” las bandas de fibra de carbono. Finalmente, se brindará el adecuado acabado a pisos, se repellarán con cal los muros y se rehabilitarán elementos decorativos, revestimientos y acabados de techo. También, se instalarán rampas de acceso para cumplir con la ley N° 7600 Igualdad de oportunidades para personas con discapacidad. Lo hecho en las etapas previas. Luego del terremoto de Sámara en setiembre de 2012 la estructura del templo quedó seriamente dañada, principalmente la espadaña, o fachada principal, y el área de la sacristía y el presbiterio. Las primeras acciones realizadas por el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura y Juventud consistieron en intervenir paliativamente la estructura para eliminar el riesgo de colapso y la contratación de una consultoría para el diseño del necesario reforzamiento estructural. Debido al alto costo del reforzamiento de toda la estructura, se optó por ejecutarla en tres etapas, la primera de éstas se realizó en 2015 con una inversión de 167 millones de colones. Consistió en reforzar las paredes laterales norte y sur del templo con bandas de fibras de carbono que se adhirieron a los muros y se anclaron al suelo. Esta es una técnica novedosa que le aportó flexibilidad y resistencia. Además, incluyó una prospección arqueológica. La segunda etapa se ejecutó en 2016. La inversión en el reforzamiento estructural de la espadaña del templo fue de 157 millones de colones. Para lograr su consolidación se construyó una estructura de acero y cemento en la parte posterior de la fachada principal. La tabla siguiente resume el orden de las inversiones realizadas en el templo a la fecha:
PROYECTOAÑOPROCESO LICITATORIOMONTO EN COLONES
Primera intervención posterremoto  2013  N°2013LA-0000300-75100¢   37.441.498,80
Consultoría de diseño del refuerzo estructural  2014  N°2014LA-000045-75100¢     8.441.000,00
Primera etapa refuerzo estructural paredes laterales  2015  N° 2015LA-000041-75100  ¢ 166.953.734,00
Segunda etapa refuerzo estructural de la espadaña (fachada principal)  2016  No.2016LA-00009-08000001  ¢ 156.865.123,40
TOTAL INVERTIDO POR EL CENTRO DE PATRIMONIO-MCJ ¢ 369.701.356,20
Fuente: Unidad Administrativa del Centro de Patrimonio Cultural. Intervenciones previas en la historia de San Blas. El actual Templo de Nicoya es una estructura centenaria de paredes de calicanto y techo cubierto de tejas. Fue construido en 1827, por lo que su estilo guarda características de la Colonia. No obstante, se tiene información que desde 1560 existió en el mismo lugar una primera edificación de paredes de madera y techo de paja. Además, anterior al templo actual, hubo otro levantado en 1644 con paredes de piedra y techo entejado, el cual fue afectado por varios incendios y finalmente sucumbió en el terremoto de Nicoya de abril de 1826. Según se indica en el expediente de la intervención realizada en 2015 «[…] el templo anterior a la actual construcción fue, posiblemente, levantado en un periodo que comprende los años de 1640 a 1790. Este dato se debe a que fue en ese momento que a la iglesia se le puso techo de teja y paredes de piedra. Luego del terremoto de 1826, el inmueble fue derribado en su totalidad y la construcción del nuevo edificio se dio entre 1827 y 1834. Quizá con algunas variaciones, es este mismo el que hoy se observa en la actualidad en el centro de Nicoya».]]>