Establece alianza con sector bancario público y privado para la ejecución de acciones concretas que permitan el uso responsable de las herramientas disponibles en el mercado nacional.
Iniciativa surge a raíz de estudios que reflejan un alarmante nivel de endeudamiento de la población costarricense, principalmente con tarjetas de crédito.
Las primeras acciones irán dirigidas a las poblaciones más endeudadas: mujeres, jóvenes, funcionarios públicos y micro y pequeños empresarios.
En los últimos cinco años, deudas de los costarricenses han aumentado 101%, hasta alcanzar 1.2 billones de colones.
El Gobierno de la República anunció este miércoles la Estrategia Nacional de Educación Financiera, que se ejecutará en alianza entre las instituciones públicas y el sector privado, para enfrentar los altos niveles de endeudamiento de la población costarricense.
La iniciativa, elaborada por el Despacho de la Primera Vicepresidencia de la República en coordinación con el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), fue decretada de interés público por el Presidente Carlos Alvarado Quesada durante un acto que tuvo lugar en Casa Presidencial.
En la actividad participaron el mandatario Alvarado, la Vicepresidenta Epsy Campbell, la Ministra de Economía, Industria y Comercio Victoria Hernández, el Presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, y decenas de representantes de organizaciones financieras, públicas y privadas.
Asimismo, se firmó una carta de compromiso por parte del sector bancario para la ejecución de acciones concretas, a corto y mediano plazo, que orienten y capaciten a las personas en sus decisiones de consumo.
La iniciativa surge a partir de estudios que arrojaron un alto grado de endeudamiento y un alarmante desconocimiento financiero de la población, elaborados por la Dirección de Investigación y Estudios de Mercado del MEIC, así como de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR).
En los últimos cinco años la circulación de tarjetas de crédito tuvo un aumento del 75%, para un total de 2,6 millones de plásticos y las deudas de los costarricenses se incrementaron en 101%, hasta alcanzar 1.2 billones de colones.
Para contrarrestar esta situación, la estrategia plantea capacitar sobre la importancia del ahorro, el manejo de las finanzas personales y el presupuesto familiar. Asimismo, educar sobre la correcta utilización de herramientas financieras como tarjetas de crédito, préstamos, compras en casas comerciales, entre otras.
Las primeras acciones irán dirigidas a las poblaciones más endeudadas: mujeres, jóvenes, funcionarios públicos y micro y pequeños empresarios.
De esta manera, se llevarán a cabo planes piloto de capacitación a policías y maestras; se publicará una campaña transversal y permanente de información para las personas consumidoras de servicios financieros, y se brindarán charlas, talleres y seminarios.
Además, se coordinarán programas específicos para las pequeñas y medianas empresas que están financiando su negocio con tarjeta de crédito.
Al firmar el decreto de declaratoria de interés público de esta Estrategia, el Presidente Alvarado anunció la instalación de una mesa de trabajo como mecanismo de coordinación y articulación público-privado.
“Con esta iniciativa buscamos articular esfuerzos entre las instituciones financieras, tanto públicas como privadas, para que la población pueda desarrollar habilidades que le permitan tomar decisiones financieras acertadas y, en última instancia, lograr el bienestar financiero individual y por lo tanto de la sociedad en su conjunto”, dijo.
La vicepresidenta Campbel, indicó que, según estudios internacionales, la mayor parte de la población, sobre todo las mujeres, tienen una necesidad creciente de información financiera, lo que impacta directamente en su calidad de vida e incrementa las brechas sociales y de género.
En el mismo sentido, dijo, “la alfabetización financiera es vital para la vida y una prioridad en la agenda de la política pública de la Administración Alvarado Quesada”.
En coincidencia, la Ministra Hernández expresó que “sin una correcta educación financiera, estamos condenando a la población a un uso irresponsable de sus recursos”.
“A menudo nos consume el día a día, pero en esta materia debemos aprender a pensar en el futuro. Claramente, la educación financiera debe estar diseñada para tener en cuenta las diferencias significativas en las poblaciones meta, otorgando enfoques que permitan cerrar brechas y equiparar los niveles de alfabetización entre la población”, concluyó Hernández.]]>