Esta estructura de protección forma parte de las medidas implementadas para la reapertura del Parque, el fin de semana anterior.
Costa Rica fue pionero en el continente americano en la utilización de este tipo de refugios en 1964, con el recrudecimiento de la actividad del volcán Irazú.
Medidas preventivas en el Poás deben replicarse en el resto de volcanes activos, propusieron especialistas al referirse al modelo de seguridad implementado, único en la región.
Con la instalación de refugios tipo búnker, el Poás se convirtió en el octavo volcán activo del mundo que cuenta con este tipo de estructuras de protección a los visitantes, reveló Guillermo Alvarado Induni, especialista del Comité Asesor Técnico (CAT) de Vulcanología y Sismología de la Comisión Nacional de Emergencis (CNE). Detalló que los otros volcanes con refugios búnker — albergues temporales y de protección parcial en el caso de una erupción– son Sakurajima, Ontake y Aso en Japón; Etna y Stromboli en Italia, Popocatépetl en México y Merapi en Indonesia. La colocación de este tipo de estructuras fue una de las recomendaciones del CAT al Ministerio de Ambiente y Energía para reabrir el Parque Nacional Volcán Poás, clausurado en abril de 2017. En esa ocasión cayeron proyectiles pétreos (conocidos como bloques y bombas volcánicas) en el mirador del cráter del Poás, lo cual, aunado a los gases y cenizas, motivaron el cierre del Parque Nacional. “Las bombas volcánicas alcanzan velocidades superiores a los 200 km/h, por lo que al caer producen cráteres de impacto, pudiendo infringir mucho daño, similar a los dejados por las bombas durante las guerras. De ahí el nombre de búnker”, explicó Alvarado. Adicional a estas medidas, el Ministerio de Ambiente y Energía aplicó las otras recomendaciones del CAT, que permitieron la reapertura del Parque el fin de semana anterior. Los especialistas respaldan las acciones implementadas y enfatizan que estamos en presencia de un volcán activo y los visitantes deben acatar todas las medidas de seguridad, con el fin de bajar la vulnerabilidad, aunque es necesario recordar y recalcar que el riesgo nunca es cero. El CAT de Vulcanología recomendó una serie de medidas para el volcán Poás. (Ver cuadro aparte). De acuerdo con los expertos, este modelo debe ser replicado en otros sitios con niveles de exposición y riesgo similares para reducir la vulnerabilidad, con el fin de garantizar la seguridad mínima de los visitantes y funcionarios de los parques.Los búnkers
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Algunas medidas de seguridad sugeridas por el CAT de Vulcanología y Sismología de la CNE a. Contar con un “Plan de Manejo Controlado de la Visitación al Parque Nacional”. b. Diseñar y facilitar material informativo. c. Instalar y mantener rótulos informativos y restrictivos de fácil comprensión en al menos en idioma español e inglés. d. Implementar a mediano plazo un sistema para el monitoreo permanente de la calidad del aire. e. Instalar pantallas informativas en sitios estratégicos. f. Construir e instalar obras de infraestructura para la protección mínima (pantallas o refugios de protección contra impactos de rocas, barandas de protección). g. Proveer de equipo de protección portátil, robusta y de calidad a los colaboradores y trabajadores del SINAC. h. Colocar cámaras de vigilancia en sitios estratégicos en diferentes partes del Parque Nacional. i. Recuperar, reforzar y readecuar los senderos, los sitios de visitación y las rutas de evacuación. j. Establecer por medio del documento indicado en el inciso 4a), aspectos particulares del manejo de la visitación, en cuanto a capacidad de carga, tiempos de estadía y rutas de acceso a los visitantes. |