Gobierno gestiona recursos para recuperar reliquia arquitectónica en Nicoya

Se trata de la iglesia colonial San Blas, severamente dañada por el terremoto de Sámara de 2012.  

Ministerio de Cultura incluyó 345 millones de colones en el anteproyecto del presupuesto 2019 para la tercera y última etapa de la rehabilitación del templo.

 

Comprometido con el resguardo de este patrimonio histórico, presidente Carlos Alvarado visitó este lunes el templo.

  Con el fin de rehabilitar la iglesia colonial San Blas de Nicoya, el Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), mediante su Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, incluyó una partida por 345 millones de colones en el anteproyecto del presupuesto 2019 presentado al Ministerio de Hacienda. Con esos recursos se busca ejecutar la tercera y última etapa de un proyecto de restauración de ese templo, la primera iglesia construida en Costa Rica que fue severamente dañada por el terremoto de Sámara, en el 2012. “Específicamente, esta partida es para reforzar el área correspondiente a las paredes del presbiterio y la sacristía de la Iglesia Colonial o Templo de San Blas de Nicoya, incluyendo la rehabilitación de acabados de pisos, repellos, elementos decorativos, revestimientos y techos”, detalló la ministra de Cultura, Sylvie Durán. Agregó que se proyecta que durante el mes de setiembre del 2018 se avance en las condiciones y especificaciones técnicas cartelarias que permitan llevar a cabo el proceso licitatorio durante el ejercicio económico del 2019. El Presidente de la República, Carlos Alvarado, en el marco de la gira a la zona, visitó la iglesia y comentó sobre los esfuerzos para culminar el remozamiento de este patrimonio costarricense. “Tenemos la confianza y la voluntad política para llevar a buen puerto la conclusión de remozamiento para el disfrute de toda la población”, dijo el mandatario. El MCJ ha invertido desde el terremoto de 2012, 370 millones de colones en reforzar la estructura del templo, en refuerzo estructural, prospección arqueológica y en reforzamiento de los muros laterales (costados sur y norte) con bandas de fibra de carbono como sustituto del acero de refuerzo. Asimismo, en intervención de la fachada principal del templo. Los terremotos de la zona han sido el principal enemigo de esta iglesia, la cual ha sido destruida varias veces por estos acontecimientos telúricos desde que fue construida en 1644, bajo la Orden Franciscana.]]>