98,53% de la electricidad generada en Costa Rica desde 2014 es renovable

 En este período se acumularon 1.197 días de producción 100% limpia.  

Planificación, diversidad y complementariedad de matriz permiten optimizar los recursos a pesar de años secos.

 

Incorporación de plantas eólicas y de Reventazón disminuyó uso de hidrocarburos.

 

Electricidad renovable de 2018 ya supera 97%.

 

Costa Rica generó el 98,53% de su electricidad con cinco fuentes renovables –agua, geotermia, viento, biomasa y sol– durante los últimos cuatro años, según el Centro Nacional de Control de Energía (CENCE) del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).

Entre el 1 de junio de 2014 y el 30 de junio de 2018, el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) produjo 44.300,53 gigavatios hora. De estos, el 98,53% –43.647,72 gigavatios hora– provinieron de plantas que emplean los recursos renovables de la matriz nacional (ver tablas).

A partir de 2016, la generación limpia se vio reforzada con la entrada en operación de la Planta Hidroeléctrica Reventazón, cuya función –con su embalse de regulación– es contribuir a mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda eléctrica del país, además de evitar el consumo de hidrocarburos.

En estos 48 meses, al SEN se le adicionaron 14 plantas: siete eólicas, seis hidroeléctricas y una solar, y se acumularon 1.197 días de producción 100% renovable. Para el primer trimestre de 2019, el ICE incorporará la Planta Geotérmica Las Pailas II –de 55 megavatios de capacidad instalada–, que será la más moderna de su tipo en el istmo.

Durante 2018, la electricidad limpia llega a 97,30%, por lo que se proyecta que se mantenga en el promedio de los últimos cuatro años. En marzo de este año, Costa Rica alcanzó la mayor generación eólica de su historia en un solo mes: 216,56 megavatios hora, en marzo.

Desde junio de 2014, solamente 652,82 gigavatios hora se originaron en plantas que usan búnker o diésel, encendidas mayoritariamente en el primer cuatrimestre del año, época de menor cantidad de lluvias. Garabito, la principal térmica del ICE fue la primera planta en Latinoamérica que instaló un filtro para atrapar partículas contaminantes.

Basar su generación en recursos renovables permite al país contar con uno de los factores de emisiones de gases de efecto invernadero por consumo eléctrico más bajos del planeta.

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