Juego de los Diablitos es declarado Patrimonio Cultural Inmaterial a nivel nacional

  • Manifestación  se realiza en los poblados indígenas de Boruca y Rey Curré, ubicadas en el distrito Boruca, cantón de Buenos Aires, Puntarenas.
  • Declaratoria es la primera manifestación indígena del país que ostenta el reconocimiento de Patrimonio Intangible.
  • Reconocimiento rige a nivel nacional y pretende fortalecer esa práctica ancestral únicamente en las comunidades que le dieron su origen.
  • San José, 14 de diciembre de 2017. Las comunidades indígenas de Boruca y Rey Curré, ubicadas en Buenos Aires de Puntarenas, son pueblos indígenas de Costa Rica que preservan costumbres y tradiciones ancestrales, que forman parte de la identidad pluricultural y multiétnica del país.

    Destaca entre sus prácticas la manifestación que hemos llamado tradicionalmente el Juego o Fiesta de los Diablitos y que la comunidad indígena llama Cabru^rojc, en lengua brunca), la cual desde tiempos inmemoriales se realiza anualmente en la localidad de Boruca, entre el 30 de diciembre y el 2 enero, así como en la comunidad de Rey Curré, desde 1979, donde se efectúa el último fin de semana de enero o el primero de febrero.

    Esta expresión cultural tradicional representa el drama histórico de la conquista, es decir, la lucha de los borucas, personificados por los cabrû (diablitos) contra los españoles simbolizados en la figura del toro, enfatizando la resistencia del indígena ante la colonización.

    La Comisión Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial (CONAPACI) recibió de la comunidad indígena de Boruca la solicitud de declaratoria del Juego de los Diablitos, como Patrimonio Cultural Inmaterial, la cual fue acogida y consiguió su visto bueno, razón por la cual, el Presidente de la República, Luis Guillermo Solís Rivera, y la ministra de Cultura y Juventud, Sylvie Durán Salvatierra, firmaron el Decreto Nº 40766-C, en el que se declara el Juego de los Diablitos de los poblados indígenas de Boruca y Rey Curré, como Patrimonio Cultural Inmaterial de dichas comunidades. Esta declaratoria facilitará que instituciones del sector público y privado contribuyan en la salvaguardia de esta importante manifestación cultural.

    Luis Guillermo Solís Rivera, Presidente de la República, indicó: “nos complace que esta hermosa manifestación ancestral de las comunidades de Boruca y Rey Curré siga siendo reconocida. Ha sido nuestra voluntad como Gobierno que el Patrimonio Cultural Inmaterial, que es sello de nuestra identidad, ocupe un lugarespecial en la agenda política”.

    Sylvie Durán, ministra de Cultura y Juventud, afirmó que la declaratoria reconoce “el principal ritual  de la comunidad Brunca y su cosmogonía. Se suma a un conjunto de declaratorias nacionales de Patrimonio Inmaterial al Calypso, al Swing Criollo, al Tope de Toros; así como al Boyeo y la Carreta con su declaratoria de nivel internacional. Todas ellas van dando cuenta de nuestra diversidad cultural, y esta destaca por ser la primera que se declara específicamente en una comunidad indígena”.

    Loida Pretiz, presidenta de la CONAPACI, explicó que a esta instancia le correspondió redactar la declaratoria con los insumos de la comunidad; y también será la instancia quevalore y retroalimente el plan de salvaguarda de esta declaratoria de patrimonio cultural inmaterial; porque es importante que el país, las instituciones y sobre todo las mismas comunidades, portadoras de esta tradición, puedan fortalecer los procesos de salvaguardia de esta práctica cultural, plantear actividades, acciones y estrategias para lograr que este tipo de expresiones no se pierdan con el tiempo.

    La CONAPACI está integrada por representantes del Ministerio de Cultura y Juventud, Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, Dirección de Cultura del MCJ, Ministerio de Educación Pública, un representante de Universidades Públicas, Instituto Costarricense de Turismo, Consejo Internacional de Monumentos y Sitios y la Asociación de Grupos e Intérpretes de las Culturas Populares Costarricenses.

    La declaratoria inició su proceso desde las propias comunidades indígenas de Boruca y Rey Curré, donde se definió una comisión que recogió todos los elementos propios de este Juego, mediante entrevistas en la comunidad a los actores que forman parte de esa práctica. Completaron el formulario correspondiente que fue remitido a la CONAPACI para su eventual valoración, donde recibió un dictamen afirmativo, por lo que pasó a la ministra y el Presidente para su validación final.

    Melvin González Rojas, miembro de la comunidad Boruca y de la Comisión de Patrimonio de ese pueblo indígena, expresó que “nuestra comunidad tiene muchos años de conservar este legado que nos dejaron nuestros abuelos, por lo que nos toca a nosotros los jóvenes traspasarlo a las nuevas generaciones. Esta declaratoria viene a reforzar el trabajo que estamos haciendo, a darnos fuerza en momentos oportunos, porque en este momento el Juego de los Diablitos experimenta una cambio cultural importantes, porque nuestros miembros mayores ya no están, los hemos perdido a todos en los últimos dos o tres años; ya existen sucesores que hasta este año tomarán la batuta de esta práctica como Diablos Mayores o líderes que emprenden la tradición, por lo que esta declaratoria nos permite proteger nuestra cultura, tradición, comidas, danzas y resguardar nuestras prácticas inmateriales y espirituales.

    El Juego de los Diablitos. Esta práctica posee una serie de reglas y elementos propios de la tradición, así como un relevante significado para ambas comunidades.

    En razón de la complejidad de esta manifestación cultural, participan un amplio número de actores, entre ellos la Comisión de diablos, el diablo mayor, diablos menores, arreadores, músicos, el toro, toreros, matadores, colaboradores, “perros” y diablas.

    Según se extrae del propio decreto de la declaratoria de patrimonio cultural inmaterial, a esta festividad se ligan conocimientos ancestrales y otras destacadas expresiones culturales como son la artesanía para la elaboración de máscaras y atuendos de los diablitos, la música, con sus instrumentos y cantos, la danza y el teatro, las comidas y las bebidas tradicionales y otros elementos propios de la tradición oral.

    La directora de la CONAPACI expresó que “a nivel ancestral, esta es una práctica muy especial, porque mediante el Juego de los Diablitos todos los años hay un nacimiento del pueblo Boruca; es como echar atrás el pasado, nacer de nuevo y plantearse nuevos desafíos como comunidad. Además, tiene que ver mucho con defenderse de lo foráneo, que de alguna manera viene a interferir en la cultura propia. ; es como una lucha por defender su identidad”.

    Esta expresión ha sido transmitida de generación en generación y forma parte del patrimonio cultural inmaterial de las comunidades de Boruca y Rey Curré; además, es base fundamental de la identidad cultural de dichos pueblos, a la vez que enriquece la diversidad de manifestaciones culturales del país.

    Salvaguardia del Juego de los Diablitos. Melvin González Rojas, miembro de la comunidad Boruca explicó que entre las principales prácticas de salvaguardia del Juego de los Diablitos, resaltan acciones para la elaboración de chicha, la transmisión de la tradición en niños y jóvenes, mediante conversatorios, talleres para fortalecer la práctica de la lengua boruca, en la que participó el MCJ mediante Becas Taller de la Dirección de Cultura; además, la conservación de la naturaleza y los principales sitios que forman parte de la práctica del Juego de los Diablitos.

    Para conocer más detalles del Juego de los Diablitos, como sus distintas etapas, personajes, preparativos, entre otras informaciones, ingrese al sitio: https://tinyurl.com/y8zevde5 

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