Con la finalidad de elevar la calidad de la atención que brinda cotidianamente, el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología, a partir del mes de enero del 2018, ese centro especializado sustituirá la totalidad de sus camas, por otras adecuadas y diseñadas especialmente, para la población geriátrica.
El doctor Fernando Morales Martínez, director de ese establecimiento de salud, explicó que el cambio se realizará en tres fechas diferentes. Las primeras 50 camas se sustituirán el 19, 20 y 21 de enero, otras tanto serán cambiadas el 27,28 y 29 de enero y las últimas 25, el 2 y el 3 de febrero. El director médico explicó que se trata de camas mecánicas, muy versátiles confeccionadas en Europa que le ofrecen una serie de comodidades tanto a los pacientes como a los profesionales en ciencias médicas que deben realizar diversos procedimientos en cada lecho hospitalario. Son camas que pueden adoptar diversas posiciones y alturas; en este caso no son camas inteligentes por tratarse de una población geriátrica, que involuntariamente puede manipular y generarse un accidente. De acuerdo con el especialista, estas camas se cambiaron hace alrededor de 15 años, pero recordó que este tipo de mobiliario en un hospital tiene una vida corta, por el trajín y por el deterioro que sufre por los procesos de desinfección que se tienen que realizar en forma periódica para controlar las infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS), conocidas también como infecciones intrahospitalarias. También se cambiarán las mesas puente para que los pacientes puedan alimentarse más cómodamente y las mesas de noche para que resguarden sus pertenencias. La logística de cambio no alterará la atención hospitalaria, toda vez que se efectuará durante tres fines de semana. Las camas nuevas, según el doctor Morales Martínez, serán desinfectadas antes de ingresar a los salones hospitalarios, como parte de los protocolos institucional que son exigidos por la Comisión de Infecciones Intrahospitalarios. En total se sustituirán 125 camas, de las 140 que tiene registradas el centro médico, toda vez que las restantes son de las de Cuidados Intensivos y Recuperación Funcional que se habían sustituido recientemente, con recursos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Esta nueva dotación de camas fue financiada por la Junta de Protección Social a través de la Asociación Pro Hospital Nacional Geriatría y Gerontología (Apronage). La inversión rondó los ¢174 millones. El doctor Morales Martínez, dijo que están muy satisfechos con esta nueva sustitución de camas, en virtud de que se eleva el confort y la seguridad de los pacientes que reciben tratamiento diario en esas instalaciones hospitalarias.