Presentación de resultados de la ENAHO 2017 26 de octubre, 2017. Casa Presidencial. Hoy es un día de volver a evidenciar, una vez más con datos en mano, los frutos del cambio en nuestro país. A Einstein se le ha atribuido una frase que cobra especial sentido el día de hoy: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes.” Por décadas, en nuestro país, se había esperado ver resultados distintos, con prácticas muy similares. Por eso, en esta Administración, llegamos a hacer las cosas de manera distinta, y hoy podemos constatar con estadísticas significativas los resultados concretos de este cambio. Cuando asumimos el gobierno, en el 2014, la pobreza global, en su medición tradicional por ingreso, estaba en 22,4%. Hoy puedo contarles que hemos logrado reducir este porcentaje significativamente, hasta traerla a 20% este año, según los datos del INEC de la ENAHO 2017. Esto significa que hemos logrado sacar en el último año a más de 2 mil hogares de la pobreza, y durante lo que llevamos de esta Administración, hemos logrado sacar a un total de más 21 mil hogares de la pobreza. Además, hemos logrado bajar la pobreza extrema de 7,2% en el año 2015 a 5,7% en el año 2017, manteniendo la tendencia a la baja, y convirtiéndose el porcentaje de pobreza extrema de este año en el menor de los últimos 8 años. Además, este resultado significa que hemos logrado sacar en el último año a más de 8 mil hogares de la pobreza extrema, y durante esta Administración, hemos logrado sacar a un total de más 18 mil hogares de la pobreza extrema. Esto nos permite saber que hoy, cada más personas en nuestro país finalmente se pueden ir a dormir sin hambre, y pueden empezar a construir sus sueños de un mejor futuro. Quiero resaltar además que hemos bajado este porcentaje de pobreza extrema tanto a nivel urbano como rural. Y quiero destacar, que a pesar de la emergencia del huracán Otto, que afectó principalmente a zonas rurales en situación de pobreza, la pobreza extrema rural, continúa su marcada tendencia a la baja, ya que pasó de 10,6% en 2014 a 7,9% en el 2017, siendo también éste, el porcentaje más bajo de los últimos 8 años. La tendencia de reducir la pobreza, se confirma además con la medición de pobreza multidimensional, que empezamos a implementar en el 2015, y que hemos logrado bajar de un 21,8% en ese año, a un 18,8% este año. Estos datos nos confirman la acertada decisión de la Administración Solís Rivera de asumir el compromiso de medir la pobreza más allá de los ingresos. Además, hemos logrado sostener año con año la notable reducción de la pobreza rural, que estaba en un 30,3% en el 2014, y hemos logrado bajarla a un 24,1% este año, para un total de 6,2% de reducción. Con esto, demostramos que sí se podía romper la tendencia a la alza en pobreza rural que habíamos heredado de las anteriores administraciones y que no nos quedamos en la GAM, que estamos llegando a todos los rincones del país, y otorgándoles la prioridad que merecen en combate a la pobreza. Además, con mucho optimismo, puedo contarles que el programa Hogares Conectados, parte de la Estrategia CR Digit@l, sigue mostrando sus frutos. El porcentaje de hogares pobres sin acceso a internet desde el hogar, pasó de 49% en el año 2015 a 34,3% este año. Con esto, estamos dándoles nuevas oportunidades a miles de personas, rompiendo con la exclusión que significaba no estar conectados. Finalmente, con mucho orgullo, puedo decirles que hemos logrado detener la tendencia a la alta en la desigualdad en nuestro país, y hasta bajarla significativamente este año, en su medición por coeficiente de Gini, que pasó de 0,521 puntos en 2016 a 0,514 en el 2017, lo cual representa un cambio estadísticamente significativo. En resumen, este año logramos seguir bajando la pobreza, como hemos logrado evidenciar a través de los años que lleva esta Administración. Y la hemos logrado bajar, sin importar cómo se mida, por ingreso o por IPM, tanto la pobreza global, como la pobreza extrema, y tanto la urbana, como la rural. Por eso, hoy me satisface constatar que nuestros esfuerzos por cambiar la forma de abordar el combate de la pobreza una vez más arrojan resultados positivos y de enorme avance. Pasar de un esquema tradicional, clientelista, con enfoques tímidos y de asistencialismo; a uno de amplia visión, con enfoque multidimensional y con acompañamiento de las personas en situación vulnerable, nos confirma que nuestro rumbo es correcto. Y les podría seguir hablando de todos los datos, para seguir evidenciando cómo hemos venido a encauzar el camino del combate a la pobreza, por la ruta correcta. Pero a nosotros nos interesa ir aún más allá de las estadísticas. Hemos venido a poner en el centro de esta lucha la dignidad humana, para que el horizonte de los derechos humanos sea cada vez más posible de alcanzar para todas las personas. Y hoy les quiero resaltar diez razones que han hecho posible este maravilloso cambio. Lo primero que se necesitó ha sido la voluntad política. En la Administración Solís Rivera, desde antes de ser electos, contábamos con la clara voluntad política de atender un problema estructural en Costa Rica y por eso establecimos como un pilar esencial de la acción de Gobierno, la reducción de la pobreza. La segunda razón fue poner en el centro a los Derechos Humanos y la dignidad humana. La mayor forma de violencia a los derechos humanos en el mundo es la pobreza; y de ahí la gran importancia de abordarla de la manera correcta, para garantizar la protección de los derechos humanos a todas las personas en su diversidad. Para este fin, creamos en esta Administración la Estrategia Nacional de Reducción de la Pobreza Puente al Desarrollo, que se coordina desde el más alto nivel político, a través del Consejo Presidencial Social que, sin crear programas nuevos, y sin nuevos recursos, articula el trabajo de las instituciones del sector social. Con esta Estrategia Nacional Puente al Desarrollo, hemos implementado componentes completamente innovadores. Por ejemplo: los (1) Mapas Sociales, para ubicar georreferencialmente los distritos donde se concentra mayormente la pobreza, e invertir los recursos de manera eficiente, (2) los Cogestores sociales, para lograr que sea el Estado quien se acerca a las familias, y no al revés, y brindar acompañamineto y seguimiento a las familas, (3) el Índice de Pobreza Multidimensional, para complementar la medición por ingreso y (4) el Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios (SINIRUBE), para implementar, verdaderamente y por primera vez en Costa Rica un registro único de beneficiarios de todas las instituciones sociales que permita evitar las filtraciones y la duplicidad para que los recursos se destinen realmente a quienes más lo necesitan. Con los resultados de la ENAHO de hoy, en su sección de distribución del ingreso entre los hogares, comprobamos una vez más que las transferencias estatales están llegando realmente a los quintiles 1 y 2, que son los hogares que más los necesitan. Con respecto a la transparencia, a la fecha hemos creado 12 protocolos que unifican y dan trazabilidad al uso de los recursos y los programas. Además, con el uso de la tecnología en la implementación del SINIRUBE lograremos un mejor y más eficiente sistema de atención. Hemos cambiado el enfoque, para superar el modelo asistencialista de antaño. En esta Administración no otorgamos dádivas, ni caridad: NO. SEÑORAS Y SEÑORES: ponemos en el centro la generación de capacidades para el empoderamiento de las personas, y les brindamos oportunidades reales para desarrollarse. Sólo así logramos que puedan mejorar su calidad de vida de manera sostenida en el tiempo. Finalmente, contamos con una metodología sólida basada en criterios estrictamente técnicos, que ha sido reconocida tanto a nivel nacional como internacional y una rendición de cuentas clara a través de mediciones estadísticas que confirman los resultados de este cambio. Por eso, hoy no me tiembla la voz para decir, con datos en mano, que, AL FIN, tuvo que llegar esta Administración para encauzar a Costa Rica en la ruta correcta del combate a la pobreza. Con estos resultados, puedo mirar a las familias que nos acompañan hoy, con gran satisfacción, sin desviar la mirada y con la frente en alto, porque sabemos que estamos transformando vidas para siempre, y poniendo en el centro finalmente: SU DIGNIDAD HUMANA.]]>