Remuneraciones se desaceleran con respecto al PIB.Gasto en inversión aumenta.Renta sigue creciendo por encima del 12%. Al cierre de setiembre, las cifras de ingresos y gastos del gobierno central reflejan la necesidad de contar con una reforma hacendaria integral (vía ingresos y gastos), que permita dar sostenibilidad a las finanzas del Estado, así como estabilidad y continuidad a los logros sociales que ha alcanzado el país a lo largo de su historia.
El déficit financiero a setiembre del 2017 se ubica en 4,0% del PIB, mientras que el primario es del 1,6%. A la misma fecha del año pasado, estos indicadores se situaron en 3,4% y 1,3%, respectivamente. El incremento en el déficit se explica por el aumento en el costo financiero de la deuda (intereses que pasan de 2,1% a 2,4% del PIB de setiembre 2016 a setiembre 2017), el incremento en el gasto de capital (pasa del 0,8% a 1,0% del PIB) y las trasferencias que deben atenderse por mandatos legales (aumentan de 5,4% a 5,5% del PIB).
Las remuneraciones, por el contrario, presentan una desaceleración, al pasar de un 5% del PIB en setiembre del 2016 a un 4,9% en el 2017. El gasto en bienes y servicios se mantiene en 0,4% del PIB.
Entre los ingresos destaca el impuesto sobre la renta, que sigue mostrando un crecimiento en dos dígitos (12,2%), y sube de un 3,2% a un 3,4% del PIB del 2016 al 2017. Sin embargo, este comportamiento no impide las desaceleración de los ingresos tributarios, los cuales pasan de aumentar un 8,8% en el 2016 a 6,1% este año, porcentaje que se ve afectado por la reducción en la importación de vehículos experimentada durante los últimos meses y que se refleja, sobre todo, en la recaudación del impuesto general sobre las ventas y del selectivo de consumo.
“Como lo hemos venido reiterando, de no tomar decisiones que nos permitan ir resolviendo el problema fiscal, los intereses seguirán ganando participación, debido al crecimiento en el saldo de la deuda. La mitad del aumento en el déficit obedece a este rubro. Aún con los esfuerzos que seguimos haciendo para evitarlo, la situación fiscal sigue deteriorándose. A ello debemos sumar las serias consecuencias de los eventos climatológicos, que requerirán de nuevos recursos en montos importantes para ser atendidos, que no estaban presupuestados. La urgencia se hace cada vez mayor, hoy más que nunca debemos buscar la opciones que doten al Gobierno de nuevos ingresos que permitan dar operatividad al Estado, y además, reconstruir la infraestructura afectada y devolver las condiciones necesarias a las poblaciones afectas por los desastres naturales, para que se levanten y salgan adelante”, aseguró Fernando Rodriguez, ministro de Hacienda a.i.]]>