Treaty on the Prohibition of Nuclear Weapons, Firma Tratado Prohibición de Armas Nucleares. Costa Rican Ambassador , Embajadora Elayne Whyte Gomez. Presidente de Costa Rica Luis Guillermo Solís Rivera. UN ONU NY USA. 20 Setiembre 2017. Fotos: Roberto Carlos Sánchez @rosanchezphoto

Ceremonia de Firma del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares – Presidente Luis Guillermo Solís Rivera

Ceremonia de Firma del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares

20 de setiembre de 2017

Presidente República de Costa Rica, Luis Guillermo Solís Rivera

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Señor Presidente de la Asamblea General, Miroslav Lajčák

Señor Secretario General, António Guterres

Distinguidos Presidentes, Ministros de Relaciones Exteriores y altos representantes gubernamentales,

Señor Peter Mauer, Presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja

Señores representantes de la sociedad civil,

Estimados amigos y amigas, ciudadanas y ciudadanos del mundo.

Muy buenos días. Con gran orgullo les doy la bienvenida a esta cita con la historia, en la que daremos firma al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, 72 años, 1 mes y 14 días después del advenimiento de la era del armamento nuclear.

Como seres humanos nos debe embargar un profundo sentimiento de convicción y esperanza. Hoy todos nosotros podremos mirar a los ojos a nuestros hijos para decirles que esta mañana, en la sede de las Naciones Unidas, la mayoría de los miembros de la comunidad internacional ha actuado con determinación para expresar nuestro más profundo compromiso ético, moral, político y jurídico para que nunca más, nunca más ningún ser humano y ninguna sociedad sea víctima del sufrimiento indescriptible de las armas nucleares.

A mi hija Inés, la menor de mis cinco hijos, le diré, en nombre de todos nosotros, que a partir de hoy, las armas nucleares están categóricamente prohibidas en el derecho internacional, bajo cualquier circunstancia, incluyendo su uso y amenaza de uso y que esta prohibición hace parte fundamental para su eliminación irreversible, verificable y transparente.

Le diré que esta firma está dedicada a todas las personas que han sufrido las inhumanas consecuencias del uso y los ensayos de las armas nucleares en el pasado y a las futuras generaciones, para que puedan vivir, así como nuestros abuelos, en un mundo libre de la amenaza nuclear.

Le diré que los problemas del mundo ya no se resuelven con negociaciones a puerta cerrada o entre unos cuantos; que este es un tratado de avanzada porque nació de un verdadero diálogo inclusivo, interactivo y cooperativo, entre la sociedad civil, los hibakusha y las víctimas de los ensayos nucleares, las organizaciones internacionales, los parlamentarios, los académicos y científicos, los líderes espirituales y los gobiernos. Por eso ella debe creer en la fuerza de la convicción de las personas que trabajan por un mundo mejor.

A todos ellos les expreso mi agradecimiento en nombre de las futuras generaciones. Reconozco a todos los estados y líderes que han llevado adelante el liderazgo político e intelectual del movimiento del impacto humanitario de las armas nucleares y a los proponentes de la resolución 71/258 de la Asamblea General, que otorgó el mandato de negociación para este tratado: Austria, Brasil, Irlanda, México, Nigeria y Sudáfrica. Muchas gracias a todos por su tesón. 

Lamentamos que los países nucleares y aquellos miembros de alianzas de seguridad, hayan decidido desvincularse de este proceso. En desarme nuclear la inacción no es una opción. El mantenimiento del status quo solo lleva a una situación cada vez más peligrosa de seguridad internacional y a la humanidad más cerca de la aniquilación. Sabemos que es falsa la premisa de que la seguridad surge de la fuerza de las armas. 

Por ello, ahora les exhorto vehementemente a dar pasos concretos para dar vida al imperativo humano, político y jurídico del desarme nuclear, establecido desde 1946 con la primera resolución aprobada por la Asamblea General, reforzado por el Artículo VI del Tratado de no proliferación nuclear, por la Corte Internacional de Justicia y ahora por el Tratado de Prohibición de las armas nucleares. 

Hoy inicia una cuenta regresiva para que en 2045, cuando se marque un siglo desde el estallido de la primera arma atómica, hayamos acabado con el más aborrecible legado del siglo XX. 28 años nos separan de esa fecha.

El tiempo apremia. La coyuntura actual nos demanda actuar con urgencia. La humanidad espera impaciente.

Muchas gracias.

[caption id="attachment_20395" align="alignnone" width="632"] Treaty on the Prohibition of Nuclear Weapons, Firma Tratado Prohibición de Armas Nucleares. Costa Rican Ambassador, Embajadora Elayne Whyte Gomez. Presidente de Costa Rica Luis Guillermo Solís Rivera. UN ONU NY USA. 20 Setiembre 2017. Fotos: Roberto Carlos Sánchez @rosanchezphoto[/caption]]]>