Banco Central de Costa Rica aumentó ofertas para bancarizar población con Sinpe móvil, cuentas simplificadas y pago por conexidad. La población bancarizada en Costa Rica está creciendo: era alrededor de un 46% en el 2010, y subió al 58% para el 2015. La población no bancarizada pasó del 43% en el 2010 a un 34% en la actualidad: cerca de 1,3 millones. Todavía es una cantidad elevada, pero la reducción de casi diez puntos porcentuales en un período tan corto evidencia que los pagos en el país están moviéndose aceleradamente a la bancarización.
En este proceso, están retrocediendo los pagos en efectivo y en cheques, para dejarle su lugar a las tarjetas y las transacciones electrónicas. E incluso el pago tradicional de tarjetas está siendo sacudido por nuevas tecnologías, como el pago sin contacto. El sistema de pagos se moderniza gracias a este menú que el Banco Central de Costa Rica enriqueció con tres nuevos productos en los últimos meses.
Carlos Melegatti, Director de la División del Sistemas de Pago del Banco Central de Costa Rica, explicó que estos proyectos permiten que el país avance en un proceso gradual para sustituir las operaciones que se realizan con efectivo por transferencias electrónicas, pagos en línea, pagos con tarjeta y operaciones móviles.
No se trata solo de ir eliminando el efectivo, que tiene un costo alto, sino de conectar a más ciudadanos con los sistemas formales de la economía. Esto no solo les da más oportunidades en su desarrollo, sino que hace más transparente el sistema financiero.
En esa dirección, los tres nuevos productos fortalecen los pagos móviles, la simplificación y el pago sin contacto. A final de cuentas, también hay beneficios en la seguridad de las personas.
Tres nuevos aliados SINPE MÓVIL: En mayo del 2015 se logró inaugurar el Sinpe móvil, un sistema de transacciones móviles dirigido a las personas que realizan pagos al detalle. Su gran soporte es el hecho de que un 99% de los ciudadanos cuenta con al menos una línea telefónica móvil activa, y un 90% accede a Internet por medio de dispositivos móviles.
Así, las personas que tienen una cuenta en colones y tienen una línea celular activa, tienen la opción de ordenar pagos desde cualquier canal de banca electrónica a una cuenta de fondos vinculada a un número de teléfono móvil.
El producto ha logrado tono en el mercado. En octubre del 2016, un año y medio después de iniciar este servicio, 14 entidades bancarias (que concentran el 70% de los activos del Sistema Financiero Nacional) ofrecían Sinpe móvil a sus clientes. Constaba de 274 mil clientes suscritos, que habían procesado 552 mil transacciones por un valor agregado de $18 millones.
CUENTAS SIMPLIFICADAS: En mayo del 2015 se crearon las Cuentas de Expedientes Simplificadas, producto de un Decreto Ejecutivo que modificó la Ley 8204, y en noviembre del 2015, con una reforma al Reglamento del Sistema de Pagos del Banco Central se operacionalizaron. Básicamente el sistema CES autoriza a las entidades bancarias a abrir una cuenta de ahorros sujeta a un régimen simplificado de administración para promover la inclusión financiera.
Los requisitos son sencillos: un documento de identificación y un número celular. Con este sistema, para diciembre del 2016 se habían abierto 420 mil cuentas, un 53% en el primer nivel ($1.000), un 20% en el segundo nivel ($2.000) y un 27% en el tercer nivel ($10.000).
PAGO POR PROXIMIDAD: Para desarrollar un sistema de pagos por proximidad (simplemente acercar la tarjeta a un lector, sin necesidad de pasarla por el lector de banda magnética), se adoptó un compromiso en noviembre del 2015 con las entidades financieras. Se comprometieron a que a partir de enero del 2016, todas las tarjetas que se entregaran a sus clientes debían tener el estándar EMV y el chip que permite el pago sin contacto. Para el final del 2018, todas las tarjetas deberán tener estas condiciones.
Al finalizar el 2016, de las 8 millones de tarjetas en el país, 2 millones tenían la tecnología para pago por proximidad: el 25% del inventario total.
La evolución del sistema En este proceso de ampliación del menú para la bancarización, el efectivo está cediendo terreno: las transacciones con monedas y billetes representaban en el 2000 un 4,1% del PIB, y para el 2015 bajaron a 3,7% del PIB.
También los pagos en cheque pierden espacios: pasaron de que se emitieran 22 millones en el 2010, a 12 millones en el 2015. Una caída del 45% en solo cinco años.
Mientras tanto, en ese 2015, las transacciones en banca digital alcanzaron los ₡109 millones.]]>