Tras exhaustiva investigación que contó con el apoyo de la Policía Penitenciaria.Antidrogas allanan viviendas de líderes en San José, así como cárceles de Puntarenas, Limón y Alajuela. Agentes de la Policía de Control de Drogas (PCD) del Ministerio de Seguridad Pública, apoyados por oficiales de la Policía Penitenciaria, desarticularon dos narco estructuras criminales dedicadas a introducir drogas a los centros penales del país y las cuales eran lideradas por mujeres.
El hecho se dio durante la mañana de este miércoles cuando los antidrogas allanaron las viviendas de las líderes, una ubicada en Tibás y otra en Curridabat, San José, así como los Centro de Atención Institucional (CAI) de Puntarenas (1), Pococí en Limón (1) y La Reforma en Alajuela (4).
Esta investigación inició el 29 de marzo del 2016, cuando la PCD obtuvo datos de una banda, cuyas líderes son dos nicaragüenses de apellidos Gutiérrez y Narváez; que se dedicaba a la introducción de drogas en los centros penales del país. Para tal fin reclutaban mujeres especialmente de nacionalidad nicaragüense.
En total, hoy se detuvo a 8 personas y durante el proceso investigativo se había detenido a 12 personas más. Además, realizaron el decomiso de más de 3 mil gramos de droga, entre marihuana y cocaína, que intentaron introducir a los centros penitenciarios, entre otros elementos probatorios.
Especialistas en “tacos de droga” La PCD reveló que durante la investigación las mujeres se separaron y cada una conformó su propia organización, pero conservaron el modo de operar que consistía en brindar a los privados de libertad un servicio completo de logística para la introducción de drogas en los centros penales.
Las pesquisas revelaron que ellas conseguían la droga por sus propios medios; o bien, con los contactos que los privados de libertad tenían en la calle. En caso de ser requerido, ellos negociaban la droga.
Con la droga en mano, las líderes manufacturaban el ilegal producto en “tacos de droga” que eran introducidos vía intra-corporal para dicho fin y así meterlos en la cárcel sin problema alguno. También se encargan de coordinar con los privados de libertad los pagos de dicha droga.
La PCD descubrió que para “despistar” a la Policía Penitenciaria utilizaban nombres de otros reclusos para ser visitados por las mujeres que introducirían la droga y no el de los encargados de pasar los “tacos” desde el patio de visitas hasta la sección de cárceles.
Con la droga adentro, procedían con la venta para el consumo de los privados de libertad.]]>