País enfrenta otra baja en calificación de riesgo ante ausencia de acuerdos sobre modernización de leyes tributarias y el consecuente crecimiento de la deuda “La baja en la calificación de riesgo de parte de la empresa Moody’s anunciada esta tarde es sumamente preocupante, aunque no nos sorprende. Lo hemos venido advirtiendo de manera insistente ante la falta de decisión de la Asamblea Legislativa para avanzar en la modernización de los impuestos al valor agregado y sobre la renta”, aseguró Fernando Rodríguez, ministro a.i. de Hacienda, ante el comunicado emitido esta tarde por la calificadora en la que anunció una baja de la calificación de riesgo país de Costa Rica.
El Jerarca reiteró la anuencia que siempre ha mostrado este Ministerio para acompañar el proceso de discusión y construcción de los acuerdos necesarios para el fortalecimiento de la Hacienda Pública.
Una vez más, Costa Rica recibe una rebaja en la calificación de riesgo (Fitch lo hizo en enero) como resultado de la no aprobación de los proyectos de impuestos desde hace varios años, y que en el caso de esta Administración, fueron enviados para conocimiento de los diputados desde agosto del 2015.
“Los altos déficits fiscales son el resultado del aumento del gasto corriente, particularmente los salarios y las transferencias, ambos parte de políticas fiscales contracíclicas que estaban destinadas a enfrentar la crisis económica mundial de 2009. Desde entonces, el gasto público ha seguido aumentando y probablemente llegará a 21% del PIB este año, frente al 17,4% de 2009” indica Moody’s.
La empresa agrega: “Desde que Costa Rica comenzó a registrar mayores déficits fiscales en 2010, las sucesivas administraciones han buscado, sin éxito, aprobar legislación para reducir los déficits. Durante ese período, casi ninguna de las leyes propuestas fue promulgada como ley, resultado de diferencias políticas en la Asamblea Legislativa. Por lo tanto, Moody’s cree que es probable que los elevados déficits continúen aumentando la carga de la deuda pública.”
Tal y como lo ha externado esta Administración en reiteradas ocasiones, la calificadora señala que el tamaño de la deuda actual del país y su crecimiento acelerado comprometen el desarrollo futuro: «La perspectiva negativa de la calificación Ba2 de Costa Rica también incorpora la opinión de Moody’s de que los continuos déficit fiscales y la mayor deuda probablemente tendrán consecuencias negativas para otras variables macroeconómicas, como la inflación, las tasas de interés y la cuenta corriente. Así, a medida que los coeficientes de endeudamiento del gobierno continúen aumentando, el perfil de crédito soberano también será cada vez más vulnerable a los riesgos de eventos, como los derivados de los shocks de las tasas de interés o una inversión de las actuales tendencias robustas del crecimiento del PIB y la inversión extranjera.” afirma.
“Una baja en la calificación significa que el país se vuelve más riesgoso para las inversionistas y que esto puede traer ajustes en el tipo de cambio y en las tasas de interés. Por ejemplo, para una persona con un crédito en colones o en moneda extranjera la baja en la calificación podría significarle un aumento en la cuota mensual que paga por ese préstamo, mismo efecto que tendrá en las finanzas públicas, al encarecer la deuda pública y con ello obligarnos a destinar más recursos al pago de intereses. El aumento en las tasas de interés podría dificultar la inversión para las empresas, lo que tendría efecto en el crecimiento y en el nivel de empleo. Por eso hemos dicho en varias ocasiones que la reforma que hemos propuesto, es para beneficio del país y que debe hacerse lo más pronto posible”, afirmó Rodríguez.
Ante esta situación, nuevamente, Hacienda hace un respetuoso llamado a los legisladores, para avanzar en la discusión y aprobación de plan propuesto en las últimas semanas, con el objetivo de reformar los principales impuestos del país, de previo a la campaña electoral del 2018.
Tal y como lo informara esta Cartera a inicios de semana, aunque con la nueva propuesta enviada a los señores y señoras jefas de fracción el día viernes 27 de enero, el déficit estimado continuará siendo alto, dicha propuesta dará la oportunidad de modernizar la legislación tributaria en el corto plazo. Dentro de las estimaciones realizadas se elaboró un escenario donde, para mantener el nivel de deuda/PIB en el porcentaje actual (45%) y que esta no aumente, se requiere una carga tributaria de al menos un 17% del PIB, en promedio, durante los próximos cinco años. Para elevar la carga tributaria a ese porcentaje, es obligatorio que en la siguiente Administración, posterior a la ampliación de la base, se proponga un aumento de la tasa del IVA que podría ser de hasta un 18%. Esto debido a la ausencia de reformas legales en el presente y al retraso de su entrada en vigencia.]]>