s medicamentos y se seleccionaron siete profesionales que se formarán en el exterior. • Protocolo de Baja Complejidad resuelve cerca del 80% de los casos de infertilidad que existen en el territorio nacional. Tras un intenso proceso de discusión, análisis y revisión de experiencias internacionales, la CCSS ya cuenta con el protocolo de Alta Complejidad que regirá los procedimientos de Fertilización In Vitro (FIV) que se realizarán a nivel institucional. La doctoras María del Rocío Sáenz Madrigal, presidenta ejecutiva de la CCSS y María Eugenia Villalta Bonilla, gerente médica, explicaron que la Fertilización in Vitro es el último eslabón del tratamiento que se le ofrece a las personas con problemas de infertilidad. Las pacientes objetivo de este tratamiento son las parejas o mujer sin pareja con infertilidad aseguradas que sean referidas por las unidades de medicina reproductiva de baja complejidad de la Red de Servicios de Salud Institucional, según los requisitos, criterios de referencia y de ingreso que tiene la Unidad de Medicina Reproductiva de Alta Complejidad (UMRAC). Este paso se da luego de la aprobación del Protocolo de Baja Complejidad el año anterior, el cual estandariza a nivel institucional el tratamiento de la infertilidad, ya que cerca del 80% de estos problemas se resuelven con tratamientos incluidos en este protoicolo. El porcentaje restante tendrá que ser referido a procedimientos de Alta Complejidad que incluye la Fertilización in Vitro (FIV). Las técnicas de reproducción asistida de alta complejidad son aquellos tratamientos o procedimientos que incluyen la manipulación de ovocitos, espermatozoides o embriones para lograr un embarazo e incluye la transferencia de embriones, preservación y donación de gametos y/o embriones. La FIV se indica cuando una pareja completa el estudio exhaustivo y agota sus posibilidades de un embarazo con técnicas de baja complejidad reproductiva, sin lograr el objetivo de embarazo. El nuevo protocolo de Alta Complejidad diseñado por el grupo técnico de la CCSS incorpora, entre otras cosas, lo siguiente: • Define los requisitos de referencia a la Unidad de Medicina Reproductiva de Alta Complejidad. • Determina los criterios de ingreso a la Unidad de Medicina Reproductiva de Alta Complejidad. • Explica detalladamente el ciclo de Fertilización in vitro. • Describe el abordaje diagnóstico y terapéutico de las y los pacientes tratadas (os) en la Unidad de Medicina Reproductiva de Alta Complejidad. • Especifica los fármacos necesarios en el proceso FIV. • Define la modalidad de trabajo de la Unidad de Medicina Reproductiva de Alta Complejidad. • Establece los factores pronósticos y riesgos asociados de las personas usuarias candidatas a la técnica FIV. • Elementos bioéticos donde se incluye el consentimiento informado. • Especifica los requisitos para la donación de gametos y embriones. Se tiene calculado que se atenderán cerca de 170 casos y se autorizarán hasta dos ciclos o intentos por caso. Los tratamientos de fertilización asistida de alta complejidad han permitido que muchas parejas en el mundo hayan logrado concebir. Estas son técnicas que se incorporaron a fines de la década del 70 y desde entonces son ampliamente utilizadas. Para la CCSS, la incorporación de la FIV a su oferta de servicios ha implicado un trabajo intenso por parte de una comisión de especialistas que se ha encargado de analizar tanto aspectos técnicos como legales para el diseño tanto del protocolo de Baja Complejidad como el Alta Complejidad. De acuerdo con los especialistas para realización de los procedimientos FIV, se requiere cerca de 148 insumos adicionales tales como: materiales médicos-quirúrgico, reactivos de laboratorio y medicamentos. En relación con los fármacos, se informó que ya se aprobó la inclusión de tres medicamentos hormonales que ya están incorporados a la Lista Oficial de Medicamentos (LOM). Adicionalmente, ya se seleccionaron los profesionales en ciencias médicas y sociales que se formarán en el exterior para laborar en los programas de reproducción asistida entre ellos: un especialista en medicina reproductiva, un andrólogo, dos embriólogos, un psicólogo, una trabajadora social y un especialista en genética humana. También ya se tiene el dimensionamiento de la infraestructura donde se instalará el centro altamente especializado que se construirá en el Hospital de Las Mujeres. Ambos protocolos tiene como objetivo estandarizar la valoración, el diagnóstico y el tratamiento de la pareja o mujer sin pareja con infertilidad, estableciendo los parámetros que normatizan las intervenciones y la atención en la Red de Servicios de Salud y en la Unidad de Medicina Reproductiva de Alta Complejidad.]]>