Ministro de Ambiente y Energía solicita apoyo para aprobar en Asamblea Acuerdo de París

  • El Acuerdo de París constituye el mayor éxito de la diplomacia multilateral de los últimos tiempos y fue aprobado en Diciembre pasado en la 21 Conferencia (COP21).
  • Ministro de Ambiente y Energía presentó avances de Costa Rica para cumplir con compromisos adquiridos en París.
  • Convertirse en uno de los primeros países a nivel mundial en ratificar y adoptar el compromiso establecido en Diciembre pasado en la 21 Conferencia (COP21) de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), así como informar los avances que está realizando Costa Rica a nivel ambiental para cumplir con los compromisos adquiridos son el objetivo principal de una reunión que sostuvo el Ministro de Ambiente de Costa Rica, Edgar Gutiérrez, con diputados y jefes de varias Fracciones Legislativas. Entre los diputados presentes en la reunión estuvieron: Laura Garro Sánchez, Edgardo Araya Sibaja, Abelino Esquivel Quesada, Carmen Quesada Santamaría, Juan Marín Quirós, Julio Rojas Astorga y Marcela Guerrero que integran la Comisión Permanente de Ambiente. El pasado 7 de Julio, el Gobierno de Costa Rica, representado por el Ministro del MINAE, Edgar Gutiérrez, y el Canciller de la República, Manuel González; presentaron ante la Asamblea Legislativa el proyecto de ley de “Aprobación del Acuerdo de París”. “Queremos estar entre los primeros 55 países en alzar la bandera y decir presentes en el compromiso mundial establecido en la COP21, cumplir con los objetivos del Acuerdo de París es un esfuerzo país que debe ser adoptado por todas las fracciones políticas, de tal forma que hemos realizado esta reunión para solicitar el apoyo de todos los diputados y aprobar este proyecto de ley lo más rápido posible”, expresó Edgar Gutiérrez, Ministro del MINAE. El Acuerdo de París Las partes de la Convención aprobaron el Acuerdo de París para reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, manteniendo el aumento de la temperatura por debajo de 2 ºC y prosiguiendo con los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 ºC con respecto a los niveles preindustriales; aumentando la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático; y elevando las corrientes financieras para un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero. Este acuerdo, suscrito por Costa Rica en Nueva York el 22 de abril de 2016, constituye la respuesta de la comunidad internacional a la toma de conciencia de que el cambio climático representa una amenaza urgente y potencialmente irreversible, que requiere una acción urgente, y que el carácter mundial del cambio climático exige la cooperación más amplia posible de todos los países. Costa Rica es una de las 197 Partes de la CMNUCC y este mes de julio asumió la presidencia del grupo negociador AILAC (Asociación Independiente de América Latina y el Caribe) compuesta por los siguientes países: Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú). El cambio climático es una de las amenazas más graves que se ciernen sobre la humanidad, pues compromete las condiciones que permiten la vida sobre la Tierra y las posibilidades de desarrollo económico y social de sus habitantes. Numerosos estudios identifican al istmo centroamericano como una región particularmente vulnerable a los efectos del cambio climático, con un incremento continuo de eventos extremos como tormentas, inundaciones, y sequías. Estos fenómenos causan en el país importantes pérdidas económicas obligando a tomar medidas de adaptación en distintos sectores. Pero Costa Rica también goza de una serie de ventajas competitivas forjadas a partir de su liderazgo e innovación en materia ambiental, que le permiten responder de manera adecuada al cambio climático. Con el adopción del Acuerdo de París, las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, guiadas por la Secretaría de la Convención y la Presidencia de la Conferencia,  acompañados por organizaciones no gubernamentales, el sector privado, ciudades, comunidades y personas de muchas nacionalidades alrededor del mundo, demostraron, en una convergencia de voluntades sin precedentes, que es posible abordar los problemas globales más acuciantes mediante el diálogo, el respeto de nuestras diferencias y, sobre todo, por el reconocimiento de nuestra humanidad común.]]>