El Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) dio un giro a partir del año 2000, cuando las mujeres comenzaron a dominar la presencia en la institución, muchas de ellas jefas de hogar que se preparan para darle una mejor calidad de vida a sus familias.
Las estadísticas de 2015 señalan que de un total de 136.312 personas que se matricularon, 77.755 fueron mujeres y únicamente 58.557 varones.
La jefa de la Asesoría para la Igualdad y Equidad de Género del INA, Lucrecia Alfaro, señaló que actualmente, “al igual que ocurre en América Latina, las mujeres son las que más se preparan”.
Alfaro indicó que debe tomarse en cuenta “que la gran mayoría de hogares tienen jefaturas femeninas y no reciben apoyo económico ninguno. Eso explica que las mujeres perciban la capacitación técnica para formarse, buscar empleo y sostener a sus familias”.
A partir del 2000 las mujeres incrementan su presencia en cursos y carreras relacionadas con el área textil, procesos artesanales, estética e industria alimentaria, pero también en otros no tan tradicionales para ellas como el agropecuario, industria gráfica, comercio, idiomas e informática, según los datos de la institución.
Las féminas siguen manteniendo cierta distancia con carreras tales como mecánica automotriz, metal mecánica, electricidad, electrónica y refrigeración, entre otros.
Sin embargo, Alfaro considera que si las mujeres son estimuladas adecuadamente “podrían plantearse la posibilidad de estudiar algo que antes no contemplaban porque ignoraban su existencia y/o porque no cuentan con modelos femeninos exitosos en esas áreas específicas que tradicionalmente han tenido una mayor matrícula masculina”.
La funcionaria manifestó que se realizan esfuerzos para que “cada vez sean más las mujeres que optan por formarse en un área de mayor contenido tecnológico, las cuales suelen ser mejor pagadas en el mundo del trabajo, teniendo así un impacto en la calidad de vida de ellas y sus familias”.
También, señaló que “incorporar mujeres a las áreas no tradicionales para su sexo implica un trabajo comprometido por asegurar todas las condiciones necesarias para que se formen en un entorno libre de todo tipo de violencia y discriminación. Implica también el trabajo de sensibilización con el sector empleador para que una vez egresadas puedan laborar en aquello para lo que se formaron”.
Perfil de las mujeres
De acuerdo con las estadísticas del 2015, la mayoría de mujeres eran jóvenes entre los 20 y los 35 años; la mayoría de ellas residentes en las provincias de Alajuela y San José, donde se encuentran las unidades regionales con mayor población residente y centros de trabajo de mayor captación laboral.
Esas mujeres, en su mayoría, tienen secundaria completa o han cursado algún nivel de colegio. Del total de matriculadas, 20.322 reportaron ser jefas de hogar.
También, se registraron 679 adultas mayores; 1.191 con discapacidad; 1.117 mujeres indígenas; 3.801 migrantes y 334 mujeres privadas de libertad.
Un INA más moderno y potente
El aumento sostenido en la matrícula de las mujeres también ha sido el resultado de una política del país para estimular la Igualdad y la Equidad de Género.
En el caso del INA, “se ha promovido el acceso de la mujer a la formación profesional en igualdad de oportunidades, y se han creado las instancias para mantenerlas en los proceso de aprendizaje”.
El INA tiene 54 centros de formación distribuidos en nueve unidades regionales en todo el país.
Desde el 2000 se crearon 10 centros y unidades tecnológicas de formación profesional. Actualmente, se construye en Cartago un nuevo Centro de Formación, el que con un costo de ₡7.500 millones comenzará a funcionar en mayo de 2017 y podrá atender anualmente a 8.500 estudiantes.
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