Por Helio Fallas. Primer vicepresidente y ministro de Hacienda La medición de la carga tributaria es un tema de discusión, que ha generado algunas afirmaciones imprecisas, producto del desconocimiento o de mala intención. En el caso de Costa Rica es de 13,3% y en ella no se consideran los ingresos de la seguridad social, siguiendo la metodología estándar internacional. Sin embargo, quienes opinan deben conocer el uso adecuado de los conceptos técnicos, para no inducir a error a la ciudadanía. A continuación, varias aclaraciones al respecto:
- El Gobierno ha informado de manera objetiva, veraz, precisa, honesta y responsable sobre el problema fiscal del país. La necesidad de enfrentarlo se evidencia en las reformas fallidas de gobiernos anteriores, informes de la Contraloría, llamadas de atención de organismos financieros internacionales y las advertencias de las calificadoras sobre la posibilidad de una baja en el riesgo país, si no se aprueban los proyectos hacendarios que están en la Asamblea Legislativa.
- La alta fragmentación del Estado costarricense hace que las finanzas públicas se manejen de manera independiente. Esto implica que los ingresos tributarios financian las obligaciones del Presupuesto Nacional, administrado por el Gobierno Central; mientras que las contribuciones a la seguridad social entran directamente a la CCSS y son administrados por esa institución.
- Costa Rica tiene necesidades, en programas sociales, que no se logran satisfacer de forma plena y los recursos de la seguridad social no pueden utilizarse para tales fines, pues no pertenecen al Gobierno Central. Por lo tanto, lleva a conclusiones falsas sumar ambos ingresos. Por ejemplo: según la CEPAL, Costa Rica es uno de los países de América Latina que menos inversión pública hace, pero no es posible echar mano a las finanzas de la CCSS para resolverlo. Existe un déficit fiscal de casi 6% del PIB y los ingresos de la CCSS no se pueden utilizar para cerrar esa brecha.