La paz social de Costa Rica va mucho más allá de intereses gremiales o sectoriales y debe ser protegida con la fuerza de la democracia y con la convicción de proteger a la ciudadanía, con todos los mecanismos constitucionales y legales que hacen de nuestro país un Estado de Derecho.
Quienes quieran distorsionar el acuerdo para finalizar la huelga deben tener claro:
- Costa Rica ganó en este proceso: el llamado a huelga fracasó, un porcentaje ínfimo de trabajadores respondieron al llamado, y las acciones fueron débiles y se diluyeron con rapidez, como toda la ciudadanía lo comprobó.
- El Gobierno de la República siempre insistió en que este movimiento era injustificado y, aún ante el fracaso de la huelga, siempre garantizó la prestación de todos los servicios públicos y así fue como actuamos, con la más absoluta responsabilidad.
- Durante las 19 horas que duró la huelga, la ciudadanía y los sectores productivos tuvieron paz social y condiciones de tranquilidad.
- Como es consustancial a la democracia siempre hay diálogo y negociaciones con todos los sectores sociales siempre teniendo como objetivo la paz social del país.
- Los acuerdos a los que se llegaron no comprometen de manera alguna al Gobierno y a las instituciones públicas.
- El Gobierno no modificó ninguna decisión, ni se comprometió a cambiar ninguna ruta de sus actuaciones.
- El Gobierno siempre tuvo un diálogo, abierto y transparente, en el cual no cedió ante los huelguistas.
- Mi Administración, como lo he insistido, está del lado de la Constitución Política, del marco de la legalidad y de una democracia que reclama diálogo, concertación y acuerdos que beneficien y fortalezcan mucho más a Costa Rica.
El martes 27 el país amaneció en absoluta calma sin que el Gobierno haya cedido en ningún aspecto frente a los sindicatos.
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