MISIÓN PERMANENTE ANTE LAS NACIONES UNIDAS
Sí se puede construir sociedades sostenibles
Discurso del Presidente de la República Luis Guillermo Solís Rivera Cumbre de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible
Señor Presidente,
Con sumo entusiasmo acudo a esta Cumbre histórica para adoptar la Agenda 2030, para el Desarrollo Sostenible, en representación de una nación que desde hace siglos incorporó en su ADN el sueño de convertirnos en una sociedad sostenible.
Son grandes y ambiciosas las metas con las que nos hemos comprometido. Y de eso se trata. De soñar y hacerlo en grande. Estoy convencido que las decisiones que hemos adoptado, tienen el potencial de convertir muchos de nuestros sueños en realidad.
Quiero referirme tanto a los logros como a los retos que nos planteamos en Costa Rica de cara a la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
La lucha por la equidad en Costa Rica data desde principios del siglo XIX. En 1847 ese sueño empezó a transformarse en realidad cuando se equiparó el derecho de las niñas al de los niños de acceder al sistema educativo en forma gratuita. En 1950, una mujer ejerció por primera vez el voto y mi predecesora, Laura Chinchilla Miranda, fue la primera presidenta de Costa Rica. Además, hace pocas semanas una ilustre ex jueza costarricense de la Corte Penal Internacional, la Dra. Elizabeth Odio, fue electa como jueza de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En la actualidad, Costa Rica encabeza los esfuerzos para que la próxima Secretaría General de la Organización de Naciones Unidas sea ocupada por una mujer.
Con esta agenda, afirmamos que sí se puede y nos comprometemos a que las niñas y las mujeres tengan igualdad de acceso a una educación inclusiva, equitativa y de calidad, a los recursos económicos y a la participación política, así como a las mismas oportunidades que los hombres y los niños en el empleo, el liderazgo y en la formulación y toma de decisiones en todos los niveles. Estamos convencidos que cuando logremos la igualdad entre los géneros y las mujeres y las niñas estén empoderadas, el mundo realmente tendrá la transformación profunda que tanto nos urge.
Nuestro compromiso con la tecnología data también desde el siglo XIX. En 1884, dos años después de que se iluminara con luz eléctrica Nueva York, lo hizo nuestra capital, San José. En 1940 se fundó el Instituto Costarricense de Electricidad que hoy, junto con otros, ha logrado desarrollar ampliamente las fuentes renovables, tener al 99.4% del territorio nacional conectado a las redes de distribución eléctrica y asegurar electricidad de calidad y estable a precios competitivos en la región.
Hoy, 27 de setiembre, Costa Rica cumple 213 días de generar la totalidad de su electricidad sin usar hidrocarburos. Decimos, por lo tanto, que sí se puede y renovamos nuestro compromiso con el acceso universal y solidario a un suministro de energía asequible, fiable y sostenible.
Alcanzar la sostenibilidad no es un ejercicio retórico en mi país. En el año 2002 se anunció en Costa Rica la primera moratoria a la explotación petrolera. En mi gobierno se extendió la misma hasta el 2021.
Hoy decimos también que sí se puede y renovamos nuestro compromiso de convertirnos en un país carbono neutral en el año 2021. Asumimos el gran reto de transformar el transporte de nuestro país con énfasis en la movilidad urbana sostenible y así depender cada día menos del petróleo, al tiempo que desarrollamos infraestructura sostenible.
En el 2006, se aprobó la Ley de Agricultura Orgánica. Hace unas semanas iniciamos un convenio para incentivar que en nuestros restaurantes apostemos por la gastronomía saludable y sostenible. Ya por varias décadas hemos demostrado con el ecoturismo que es posible hacer las cosas diferentes.
Hoy decimos sí se puede asumir uno de los retos más grande de la Agenda 2030: garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.
En 1948, tuvimos un sueño y desde entonces Costa Rica decidió en forma voluntaria abolir su ejército.
Hoy decimos sí se puede y exhortamos a propiciar sociedades pacíficas, justas e inclusivas, libres del temor y la violencia. Lo dice claramente la Agenda 2030: “El desarrollo sostenible no es posible sin la paz, ni la paz puede existir sin el desarrollo sostenible”.
Señor Presidente,
Es momento para detenerse y reflexionar cómo vamos a implementar la Agenda 2030.
Para Costa Rica, eliminar el ejército y, consecuentemente, redirigir nuestros recursos de las armas hacia la inversión social ha significado no una, sino millones de oportunidades para concentrarnos en los grandes retos del desarrollo sostenible: combate a la pobreza, salud, educación, agua potable y saneamiento, protección de los recursos naturales, entre muchos otros.
Desde Costa Rica, reiteradamente, y a lo largo de los años, hemos planteado que el desarme es un mecanismo que nos permitirá canalizar recursos significativos: apostar por el desarme es apostar por la paz, una cultura de paz y de no violencia. El equivalente a 1776 miles de millones de dólares de Estados Unidos fueron gastados en el mundo en el 2014 en gastos militares. Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad están en los primeros 6 lugares de gasto militar y son los mayores productores y exportadores de armas en el mundo. A ellos nuestro llamado contundente a que reorienten su gasto hacia el desarrollo sostenible. No hay, se los aseguro, mejor fórmula para la seguridad de sus propios países que garantizar el desarrollo sostenible del mundo entero.
Costa Rica se prepara para asumir con todo entusiasmo la implementación nacional de la Agenda 2030 incorporándola en todos los niveles de nuestra planificación nacional. Estamos convencidos en la necesidad de coordinar por medio de un Consejo Nacional de Desarrollo Sostenible que permita la gestión institucional con una fluida relación con todos los actores públicos y privados. Hemos estudiado, y estamos aprendiendo también, de las mejores experiencias y prácticas de otros países en este campo.
Siendo un país de renta media, hemos evidenciado que a pesar de nuestros múltiples avances en varias áreas estratégicas, no hemos sido capaces de avanzar a la velocidad que nuestra sociedad lo amerita, ni en todas las áreas que garanticen el bienestar para todas las personas. Reitero el llamado que ha hecho mi país para que esta Organización avance hacia el establecimiento de un Plan de Acción para la cooperación con los países de renta media. Más de un 70% de las personas en pobreza del mundo están en los países llamados de renta media, donde el reto de la desigualdad y mala distribución del ingreso es el primero que debemos atender.
Requerimos una mejor coordinación interna y que exista la institucionalidad necesaria dentro de la ONU que apoye nuestros esfuerzos.
Asimismo, Costa Rica hace un llamado a que iniciemos la elaboración de un índice de medición del desarrollo que reconozca la naturaleza multidimensional de la pobreza y que incluya criterios que vayan más allá del ingreso per cápita. El reto mundial de poner fin a la pobreza en todas sus formas requiere los instrumentos adecuados y Costa Rica está comprometida con su diseño e implementación.
Estas propuestas de medios de implementación deben nutrirse de los acuerdos que ya alcanzamos en la Tercera Conferencia de Financiamiento para el Desarrollo y deben ser pilares centrales para las discusiones futuras, en particular para los fuertes compromisos sobre cambio climático, que, espero, asumamos en diciembre de este año en París. Felicito especialmente al presidente François Hollande por su liderazgo, a este respecto, y la decisión del presidente Barack Obama de acudir a París, tras haber tomado la valiente decisión de lanzar el ambicioso “Plan de Energía Limpia”, el pasado mes de agosto.
Señor Presidente,
Costa Rica ha marcado un camino donde el desarme es clave para alcanzar el desarrollo sustentable. El 1 de diciembre de 1948, día de la abolición del ejército en Costa Rica, el líder fundador de la Segunda República, José Figueres Ferrer, dijo: “A esa patria de Washington, Lincoln, Bolívar y Martí, queremos hoy decirle: ¡Oh, América! Otros pueblos, hijos tuyos también, te ofrendan sus grandezas. La pequeña Costa Rica desea ofrecerte siempre, como ahora, junto con su corazón, su amor a la civilidad, a la democracia”.
67 años después, mientras conmemoramos el 70 aniversario de la fundación de la Organización de Naciones Unidas y lanzamos al mundo nuestro compromiso con la Agenda 2030, esa pequeña Costa Rica desea ofrecerle, esta vez al mundo entero, siempre, como ahora, junto con su corazón, su amor y compromiso con la democracia, la educación, la solidaridad, la naturaleza, la justicia y la paz.
Muchas gracias.
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