EN JULIO, 181 CONDUCTORES FUERON REMITIDOS AL MINISTERIO PÚBLICO POR ALCOHOL AL VOLANTE Casi 20 conductores de más, en comparación con el promedio mensual del primer semestre, fueron remitidos en julio al Ministerio Público por conducir en estado de ebriedad. En total, fueron 181 los casos en los que los conductores fueron sorprendidos por encima de los límites de alcohol en sangre permitidos por Ley, el mes pasado.
Durante el primer semestre del año se reportaron 975 casos de alcohol al volante con implicaciones penales, es decir, un promedio de 162.5 por mes. Los 181 casos de julio representan un incremento de más del 11% respecto a ese promedio mensual del primer semestre, acotó el Comisario Mario Calderón, Director de la Policía de Tránsito.
El funcionario planteó una posible respuesta a esta alza en el hecho que durante el mes de julio se dieron las vacaciones de medio año en instituciones de enseñanza primaria y secundaria, por lo que muchas personas se fueron de paseo con sus familias a las playas. De igual forma, en julio se dieron muchas actividades futbolísticas como la Copa América y la Copa de Oro que pudo estimular la visita a los bares para ver los encuentros.
Para Calderón, la parte positiva de estos datos es que queda claro que la Policía de Tránsito está vigilante del comportamiento de los conductores, siempre dentro de las posibilidades materiales que derivan de la cantidad de personal disponible, unos 300 oficiales para todo el país por cada turno de 8 horas.
En los primeros siete meses del año se realizaron 10.986 pruebas de alcohol, es decir, un promedio de 51 pruebas por día. Afortunadamente, han podido sacar de circulación a estos.
Los controles en playas y zonas de recreo colaboraron para sacar de circulación a conductores ebrios en julio. 1.156 conductores con conducta penal en siete meses, a los que se suman 186 sanciones administrativas por alcohol, con un monto de ¢306.448.70 y acumularon 6 puntos en su licencia.
En los primeros 7 meses del año murieron 17 personas en accidentes donde se presume que la embriaguez del conductor fue la que generó las fatalidades. Calderón se mostró dolido por esta cifra, aunque procuró ver su lado positivo, ya que por cada persona que murió por posible ebriedad del conductor, la Policía de Tránsito sacó de las calles a 79 conductores incapacitados para manejar por los efectos del alcohol (al sumar remitidos al Ministerio Público y los que recibieron sanción económica).
Calderón envió un mensaje, nuevamente, no solo a los conductores, sino a los amigos y familiares de éstos respecto a la responsabilidad que deben tener al conducir. “Los primeros que deben cuestionarse si pueden manejar son los propios conductores, pero también sus esposas o esposos, sus hijos, sus padres y sus amigos que los acompañan deben asumir esa responsabilidad afectiva y no subirse al vehículo con un conductor o conducta ebria y procurar que esa persona igualmente no conduzca. Podría ser la última vez que lo hagan”, finalizó el funcionario.
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