El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) acumuló esta semana 9 años consecutivos de no registrar un apagón o salida total.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) –como responsable legal de garantizar el abastecimiento a todo el país– ha desarrollado en la última década esfuerzos significativos para garantizar la confiabilidad de todos los elementos que integran la red nacional.
Fruto de ese trabajo, ha logrado uno de los mejores indicadores de la región en cuanto a continuidad y calidad del servicio.
Entre 1992 y 2001, se promedió anualmente 1,12 apagones por año, ante la ausencia de una planta térmica que garantizara el respaldo cuando las demás fuentes llegan a sus puntos mínimos. Esta necesidad la suplió la Garabito, desde que se incorporó plenamente al SEN en 2011.
Para Salvador López, director del Centro Nacional de Control de Energía (CENCE), “el SEN debe ser capaz de soportar los eventos súbitos que suceden en todos los sistemas de generación y transmisión de electricidad. Las medidas de seguridad operativa se aplican tanto para la operación en el ámbito nacional como regional, por su interconexión con Centroamérica y México”.
La garantía de disponibilidad eléctrica, así como de su calidad, es un beneficio directo para la productividad de las áreas industriales y comerciales, así como para el bienestar de la población y demás instituciones.
“El ICE trabaja continuamente en el reforzamiento de los sistemas de transmisión, así como en el mantenimiento de los sistemas de protección. Estos cumplen un papel vital para que nuestro país posea estos índices de calidad y continuidad en el servicio eléctrico”, señaló Manuel Balmaceda, director del Negocio de Transmisión.
Uno de los factores principales para alcanzar esta estabilidad de 9 años es la especialización del personal que supervisa la compleja red de elementos del SEN todos los días del año, concluyó Balmaceda.
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