En un seminario propiciado por el IICA se abordaron las repercusiones que podría tener este fenómeno en el sector, el cual se manifestaría a inicios del segundo semestre del presente año.
San José, 28 de abril, 2016 (IICA). Especialistas prevén que para el segundo semestre de este año es muy probable que se desarrolle el fenómeno climático de “La Niña”, el cual presentaría repercusiones sobre la producción agroalimentaria de Centroamérica y República Dominicana.
Las condiciones secas que se presentaron en el 2014 y el fenómeno de “El Niño”, que desde inicios del 2015 afectó a esta región mayormente con sequías, se está debilitando y la transición a “La Niña” tiene alta probabilidad de suscitarse, según reportes emitidos por la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).
“La Niña” se asocia con lluvias abundantes, inundaciones, deslizamientos, deslaves y afectación de infraestructura para la región de Centroamérica. Además, se relaciona con temporadas ciclónicas más activas, lo cual tendría implicaciones serias para el sector agrícola regional.
En un seminario web organizado por la Comunidad de Práctica Adaptación y Agricultura en Mesoamérica y la Secretaría Ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano (SECAC), ambas a cargo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA); y en colaboración con el Centro Internacional de Investigación del Fenómeno El Niño (CIIFEN) y el Proyecto EUROCLIMA-IICA, se expusieron las principales amenazas y desafíos que enfrentaría el agro ante el fenómeno.
Impacto en el agro
La caficultura, por ejemplo, se ha visto favorecida en el combate de la roya por las condiciones secas que han imperado en los últimos años, sin embargo, la humedad, característica propia de “La Niña”, propiciaría daños en el cultivo y la consecuente baja en la productividad.
Países como Costa Rica, Guatemala, Panamá y República Dominicana deberán hacer frente a precipitaciones por encima de lo normal, que en algunos de los casos podrían afectar plantaciones de musáceas (bananos y plátanos) durante la primera fase de la estación lluviosa.
“Se recomienda a los productores y otros actores interesados en el sector mantener una comunicación fluida y constante con los servicios meteorológicos nacionales, especialmente en momentos clave como la preparación y la siembra. El mantenimiento de drenajes como acción prevista es una de las principales recomendaciones”, afirmó la especialista de la SECAC, Ligia Córdoba.
De acuerdo con los especialistas, la canícula o veranillo de mediados de año, será menos severo y prolongado como el observado en 2014 y 2015. Desde el punto de vista climático, al año en curso se le compara con 1998, en el cual se dio una transición de fenómenos como la anticipada para este 2016.
Todas esas repercusiones y conclusiones expuestas se generaron en el XLIX Foro Climático de América Central, coordinado por el Comité Regional de Recursos Hidráulicos, el cual se llevó a cabo el 12 y 13 de abril, en la Antigua Guatemala.
En el seminario también participó el especialista del CIIFEN, Eduardo Zambrano, quien realizó una ponencia sobre la transición de “El Niño” y “La Niña” y su influencia sobre el clima en los países andinos.
“Se estima que en mayo y julio habrá mayor probabilidad de lluvia por sobre lo normal en la región nororiental de Colombia, en el Orinoco, el sudeste de Sudamérica, la región central de Chile, Uruguay, Paraguay y norte de Argentina. Lluvias por debajo de lo normal en la región del Caribe, el nororiente de Brasil y la zona norte de Chile”, dijo Zambrano.
]]>