Un ranking elaborado por la empresa Bloomberg y que se publica en la página del Foro Económico Mundial, ubica a Costa Rica como el país más sano de América Latina así como el más longevo de la región, incluso por encima de México y Chile.
El análisis toma en cuenta información proveniente de diversas fuentes tales como: la Organización de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud, relacionada con 145 países del mundo y Costa Rica se ubica en el puesto 24 y el en primero de América Latina.
El ranking incluye aspectos relacionados con la esperanza de vida al nacer y las diversas causas de mortalidad. Costa Rica se encuentra como el país más longevo de la región y en este indicador se ubica en el puesto 31 a escala mundial, pues su esperanza de vida tiene un promedio de 79 años.
Para la doctora María del Rocío Sáenz Madrigal, presidenta ejecutiva de la CCSS, estar entre los mejores países calificados desde el punto de vista de salud es un privilegio y destacó que este aspecto nos debe motivar a seguir trabajando para mejorar la salud de la población costarricense.
En este sentido, la autoridad de la CCSS y especialista en salud pública, recordó la necesidad de trabajar en todo el territorio costarricense por una cultura de salud y no de enfermedad a fin de poner freno a las enfermedades crónicas que son los que están produciendo la mayor carga de enfermedad, de discapacidad y de muertes prematuras.
Las enfermedades crónicas, dijo, están afectando, con mayor énfasis, a países de renta baja y media como Costa Rica y su frecuencia se está incrementando a niveles realmente alarmantes.
Para la Presidenta de la CCSS es precisamente en el abordaje de estos padecimientos en los que hay que ser creativos e innovadores para establecer estrategias costo-efectivas que reduzcan el impacto de su existencia.
De acuerdo con los estudios hechos en la CCSS, son estos males los que las están quitando, en promedio, 10 años de vida saludable a nuestra población.
A su juicio, debemos enfocarnos en mejorar la calidad de vida de los habitantes para que reduzcamos la posibilidad de tener poblaciones policonsultantes y con pluripatologías.
El adagio popular que dice “Más vale prevenir que curar”, cobra mucho sentido en la actual coyuntura. “Debemos redoblar todas aquellas acciones que nos permitan reducir la carga de enfermedad, de discapacidad y de muerte prematura”, advirtió la presidenta de la CCSS.
Afirmó que la promoción de la actividad física, las dietas saludables, las prácticas tendientes a reducir el estrés, el alcohol y el tabaco deben convertirse en un hábito en la sociedad costarricense.
Este paso es impostergable. En esta andadura, destacó, debemos fortalecer todas las intervenciones que se ofrecen en el primer y segundo nivel de atención y no olvidarnos de cuidados básicos para ser cada vez más saludables y mantenernos y mejorar la posición del país en ese ranking mundial.
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