En los primeros nueve meses del año, 115 personas perdieron la vida en carretera cuando viajaban en una motocicleta. De los 294 fallecidos en carretera, este es el vehículo sobre el cual mueren más personas en las vías, representando un 39% del total.
Esta lamentable estadística se confirmó con los decesos del mes anterior, cuando 15 de los 34 fallecidos, es decir, el 44% del total, también viajaban en una motocicleta. El vehículo que sigue en la lista es el automóvil con 51 decesos.
Para el Comisario Mario Calderón, Director de la Policía de Tránsito, estas cifras revelan una realidad que no se puede seguir negando, y es que los motociclistas, en algunos casos, no toman las medidas suficientes para reducir el riesgo de un accidente.
“Cualquier persona, cualquier actor vial, sea un peatón, un motociclista, un ciclista, está expuesto a tener un accidente cuando están en las carreteras, pero ciertas conductas y ciertas omisiones premeditadas pueden aumentar el riesgo de un accidentes y las consecuencias de un percance. Por citar un ejemplo, entre enero y agosto sancionamos a 3.121 motociclistas por conducir sin casco o permitir que su acompañante no portara este dispositivo de seguridad”, señaló con pesar Calderón.
Estas cifras son más dramáticas si se comparan estos 115 decesos con los 84 que se contabilizaron en el mismo periodo del 2014. Es decir, en el 2015 se ha incrementado en un 37% la cantidad de motociclistas que pierden la vida.
Con base en estos resultados, Calderón salió al paso de algunas críticas respecto a que la Policía de Tránsito tiene algo en contra de los motociclistas, por reiterar el aumento en el número de fallecidos. Al respecto citó que efectivamente lo que tienen en contra de ellos es que se mueran por una imprudencia. “En nuestro cuerpo policial tenemos más de 200 motociclistas, la motocicleta es indispensable en nuestro trabajo, jamás podríamos tener algo en contra de este tipo de vehículo tan eficiente y contra quienes las conducen. Lamentablemente, las personas piensan más en si van a recibir una multa o en sentirse aludidos que en reflexionar sobre su conducta en carretera”, terminó.
Ciclistas y peatones
Las cifras respecto a la muerte en carretera de otros actores viales, como peatones y ciclistas, también son significativas y van en aumento.
Al 30 de setiembre perdieron la vida 40 peatones a quienes se les responsabiliza de su propia muerte tras cometer una imprudencia. En el mismo periodo el año pasado se contabilizaban 6 casos menos. Solo el mes pasado perdieron la vida 5 peatones al cometer una imprudencia.
Por otro lado, en setiembre murieron 2 ciclistas por su propia imprudencia, de tal forma que ya son 16 los que mueren por sus malas decisiones, en lo que va del año. Otros 13 ciclistas también murieron entre enero y setiembre, aunque su fallecimiento no se les achaca a ellos.
En este sentido, Calderón señaló que a esta altura del año pasado habían muerto 17 ciclistas en total, es decir 12 menos que los contabilizados en los primeros tres trimestres del 2015, al sumar los que murieron por su imprudencia (16) y los que no (13).
“Con las bicicletas tenemos fenómenos similares a la motocicleta, pues son vehículos relativamente inestables, de dos llantas, suelen derrapar en condiciones de lluvia o cuando comienza a meterse el invierno pues hay aceite acumulado en las carreteras y al mezclarse con agua genera una película jabonosa. Igualmente, el metal mojado de las líneas férreas puede generar un derrape”, especificó Calderón.
Para el Comisario, a estos imponderables se suma tanto en ciclistas como en motociclistas el que omitan usar casco, que los puede proteger en una caída. También dejan de usar chaleco o ropa reflectante de la luz, lo que los hace menos visibles ante otros conductores. Finalmente, se quejan por tener que llevar la luz de la moto encendida en el día, aunque esto los hace más visibles. Lo más lamentable es que a veces ni en la noche encienden la luz, agregó.
Pese a que se han remitido al Ministerio Público cerca de 1.400 conductores en estado de ebriedad, el 2015 muestra entre enero y setiembre un incremento del 50% de fallecidos por alcohol al volante. Este año se suman 21 y el año pasado a setiembre se tenía 14 fatalidades.
Calderón fue claro que los alcances de la labor de la Policía de Tránsito jamás podrán ser suficientes para tener vigilada a toda la población, pero es algo que ocurre en todas partes del mundo. La diferencia radica en la decisión personal de los actores viales de tener un comportamiento adecuado, prudente, respetuoso y cortés en carretera.
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