Sobre el Sistema Nacional del Empleo

La creación del Sistema Nacional de Empleo (SNE), mediante decreto ejecutivo del 10 de junio de 2019 (Nº 41776-MTS-MEP-MIDEPLAN-MDHIS-MCM-MCSP) refuerza, amplía y mejora el Sistema Nacional de Intermediación, Orientación e Información de Empleo (SIOE) de 2008. 

Así fue consignado en el decreto Nº 41776, firmado el lunes, en su considerando XI, el cual menciona que a partir de la experiencia del SIOE es necesario “… reforzar las acciones en un mercado laboral altamente dinámico que requiere cada vez de personas con mayores capacidades de formación y capacitación”.

Este ha sido también un requerimiento de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el proceso de incorporación en que se encuentra Costa Rica.

Mientras que el SIOE creado en 2008 se concentraba específicamente en el tema de intermediación, el SNE se enfoca en empleabilidad y tiene 4 etapas claramente definidas: 1) registro y orientación; 2) formación y capacitación; 3) intermediación; y 4) permanencia en el empleo. 

En esta ocasión, se integran los servicios de empleo del Estado con un sistema más robusto, y con posibilidades de impactar a más personas, adaptándolo al contexto de transformación del empleo, producto de la 4ª revolución industrial. 

La articulación que da este nuevo decreto permite hacer un trabajo más focalizado y facilitar el acceso a las personas en cualquier parte del país que se encuentren.

La Agencia Nacional de Empleo,
creada con este sistema, será administrada por el INA. Es el mecanismo operativo que articulará los servicios de empleo y la red de unidades de empleo, y establecerá un servicio de ventanilla única a lo largo del territorio nacional, con servicios telefónicos, físicos o virtuales. 

Asimismo, la Agencia tendrá a su cargo una plataforma tecnológica, para la gestión de servicios de empleo y atención a personas y empresas en las cuatro capas del SNE.

El modelo SNE forma parte de la evolución de los sistemas públicos de empleo alrededor del mundo, los cuales han virado de tratar solo la intermediación a convertirse en sistemas más robustos con más servicios y alcance. 

Su creación responde a un proceso articulado entre Poder Ejecutivo, sector privado y sindical, quienes tendrán representantes (tres por cada sector) en el Consejo Nacional de Empleo, que constituye el espacio máximo de autoridad del Sistema.

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