Desde la práctica, con la visión del Gobierno de la República y la puesta en marcha de un modelo de gestión basado en la planificación por resultados, el Ministerio de Educación Pública (MEP) ha creado una plataforma de trabajo para construir una nueva política educativa, que se sustenta en ejes estratégicos como calidad, equidad e inclusión, sostenibilidad, innovación, internacionalización, eficiencia y transparencia.
Al hacer el balance de su primer año de gestión, las autoridades del MEP destacan que todas las acciones, logros obtenidos y transformaciones en marcha apuntan hacia un mismo objetivo: educar para una nueva ciudadanía.
Se trata de un modelo que fortalece el derecho fundamental a la educación, la descentralización administrativa y la desconcentración académica, que observa y reproduce las buenas prácticas y se mide con parámetros internacionales de calidad.
La gestión del último año evidencia, por ejemplo, la incorporación de los derechos humanos, el rompimiento de los estigmas de discriminación y la educación para el desarrollo sostenible como ejes transversales en el quehacer institucional.
Además, el uso de recursos tecnológicos en los procesos de enseñanza y aprendizaje, acciones concretas para reducir la desigualdad, la generación de oportunidades en ambientes seguros e instituciones educativas preparadas para prevenir la violencia, así como la modernización pedagógica de los programas de estudio.
Sonia Marta Mora Escalante, ministra de Educación Pública, explica que durante los primeros meses cada uno de los viceministerios se dio a la tarea de alinear esfuerzos y optimizar los recursos disponibles. Hoy, el trabajo se traduce en estrategias institucionales, programas o proyectos concretos de calidad, mientras que la planificación apunta hacia resultados específicos, en beneficio directo de las comunidades educativas.
“El primer año al frente del MEP no solo ha sido muy productivo, sino fundamental para sentar las bases de la transformación propuesta por el Gobierno de la República. Tomamos decisiones y asumimos retos y discusiones que fueron postergadas durante muchos años. Implementamos, además, un cambio radical en el modelo de gestión, caracterizado por la transparencia, el diálogo permanente, la apertura y la voluntad política de construir con todos los sectores”, puntualizó Mora Escalante.
Entre las acciones más destacadas del periodo, la ministra de Educación Pública resalta la intervención del Fondo Nacional de Becas y la asignación oportuna de subsidios, la reorientación de la dirección de Infraestructura y Equipamiento Educativo del MEP, las reformas propuestas a la Ley de creación del Conesup para mejorar la calidad de la educación superior privada y la actualización de los planes de estudio.
También destaca la creación e implementación de políticas, integrales y de largo alcance, en materia de equidad e igualdad de género, derechos humanos, lucha contra la exclusión estudiantil, educación para el desarrollo sostenible, capacitación y formación docente, y atención de la violencia en los centros educativos.
“Trabajamos por mejorar la calidad del servicio educativo y los ambientes de aprendizaje en todos los niveles, diversificar y mejorar la oferta académica, y fortalecer los programas de equidad, como condición necesaria para disminuir la exclusión estudiantil y mitigar los efectos de la pobreza y la desigualdad. Estamos llegando a las comunidades más alejadas, que sufren el mayor rezago. Ante los desafíos que enfrentamos, nos corresponde educar para una nueva ciudadanía”, concluyó Mora Escalante.
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