El Ministro de Relaciones Exteriores, Manuel A. González Sanz, participó el 18 de setiembre en un evento de alto nivel sobre “Cooperación en materia de agua como una herramienta para prevenir el conflicto”, y que se realizó en el marco de la 72 Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.
Dicha actividad fue co-organizado por Costa Rica junto a Eslovenia, Senegal y Suiza con el fin de presentar las recomendaciones principales del Panel Global de Alto Nivel sobre Agua y Paz; y para explorar formas y mejores prácticas para promover la cooperación en materia de agua y usarla como herramienta para prevención de conflictos y promoción de la paz.
El Panel de Alto Nivel, del que Costa Rica formó parte fundamental ya que contó con la participación de un costarricense, formuló tres recomendaciones principales: el fortalecimiento del marco internacional, el apoyo y compromiso político de parte de los Estados y mayor cooperación.
El Ministro González destacó, la gran contribución de estas recomendaciones en identificar y operacionalizar oportunidades en esta materia para los próximos años. Además, puntualizó sobre el papel fundamental que juegan las Naciones Unidas, en particular el Consejo de Seguridad, en lograr el compromiso político para fortalecer las políticas de protección de fuentes de agua durante conflictos armados.
Asimismo, se compartieron las experiencias de Costa Rica en cooperación transfronteriza en la materia entre ellas, el proyecto de desarrollo sostenible en la cuenca binacional del río Sixaola y el proyecto para manejo ambiental y de desarrollo sostenible en la cuenca del Río San Juan. Se destacó la necesidad de convertir estos proyectos e iniciativas en políticas públicas para trabajar con comunidades locales en cuencas compartidas.
El Canciller González, resaltó el valor fundamental del multilateralismo y el derecho internacional como las únicas plataformas donde la comunidad internacional puede encontrar soluciones a problemas globales así como, el hecho de que estas recomendaciones proveen una oportunidad única para finalmente convertir el agua en instrumento de paz y eliminar así el uso del agua como un arma de violencia y coerción.
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